Pues sí, sorprendentemente nuestros obispos patrios han decidido (por una vez y sin que sirva de precedente) pedir a ese gobierno de meapilas nazionalcatólicos, con el que por cierto están tan cómodos, que no desmantele el escaso estado de bienestar que habíamos alcanzado y que no deje al país en manos solo de la banca y los poderes económicos.
Además también, en una muestra casi increíble de humildad para una secta prepotente e incapaz de asumir ningún error, los obispos españoles han pedido disculpas por primera vez en toda su historia por no haber estado a la altura de los más necesitados. Eso sí, como siempre, esa petición de perdón cristiano no implica por supuesto ninguna responsabilidad, ningún cambio en su siempre egoísta y voraz comportamiento y será nada más que un brindis al sol, ya que como buenos católicos pensarán que con un acto de contrición es...