Sí, el asunto de la religión es sólo perplejidad.
Vende tu inteligencia y compra perplejidad;
la inteligencia es mera opinión, la perplejidad intuición.
Has sufrido tormentos
pero aun así sigues estando lejos de Dios,
porque no has alcanzado
tu objetivo de destruir al yo.
Tus tormentos no cesarán
hasta que perezcas.
No puedes llegar al tejado
a no ser que asciendas por la escalera.
Si faltan dos travesaños
no podrás subir por ella,
si la cuerda del pozo es demasiado corta
el cubo no llegará al agua.
Estar libre de prejuicios da discernimiento y luz
a los ojos, en cambio el egoísmo te ciega
y los prejuicios entierran tu conocimiento en una tumba.
La ausencia de prejuicios hace sabio al ignorante;
los prejuicios pervierten al conocimiento.
Resiste a la tentación y tu visión será clara;
actúa egoístamente y te volverás ciego y esclavizado.
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