Por la Dra. Ana Vazquez Hoys
En 1563, un pintor español , el manierista Luis de Morales, el Divino–
llevó acabo un encargo de una pintura que, a simple vista, parece una
representación convencional de una Sagrada Familia. Sin embargo el
lienzo, hoy en los fondos de la Hispanic Society de Nueva York, esconde
un singular y cautivador detalle.
Sagrada Familia, obra de Luis de Morales el Divino.
a la derecha, una muchacha que sostiene una cesta con varios huevos. En el fondo, Morales pintó un paisaje con colinas, donde se aprecia una torre con la inscripción latina Turris Ader (Torre de Ader), iluminada por una potente luz celestial. Hay, además, un rebaño de ganado. La escena completa parece estar recordando, por tanto, el nacimiento de Jesús. Sin embargo, un último elemento, en la esquina superior derecha, sobresale por sus extrañas características: se trata de una figura cuadrangular repleta de símbolos y líneas aparentemente incomprensibles, acompañadas por una larga frase en latín. Esta curiosa figura pasa desapercibida para la mayor parte de los espectadores, pero se trata, ni más ni menos, que de una carta astrológica. La pregunta es, ¿qué hace representada en una pintura de temática religiosa?
Detalle del horóscopo de Cristo, camuflado en la pintura de Morales.
En su libro, Cardano había tomado como referencia la fecha tradicional del nacimiento de Cristo (las 0 horas del 25 de diciembre del año 0), y con ella creó el horóscopo correspondiente. La identificación del cuadro astrológico representando en la pintura con el trazado por el matemático italiano queda fuera de toda duda por otro elemento, la inscripción latina que aparece en el cuadro, y que resulta sospechosamente similar a la recogida en la obra de Cardano: “Ésta es la situación de los cielos bajo la que Cristo Jesús apareció en el mundo hecho hombre, en el día seis y doce horas antes del principio del año astrológico, que es el inicio astral del año eclesiástico. En la latitud de 32 grados norte”.
Comparación del detalle de la pintura y el horóscopo diseñado por Cardano.
Quién sí sufrió la condena eclesiástica fue Cardano pues, aunque había tenido la precaución de incluir un significativo texto en su análisis del horóscopo de Cristo (“Y no pienses que yo quiero decir que la divinidad de Cristo, o sus milagros, su santidad de vida o la promulgación de la ley dependen de los astros…”) fue detenido por la Inquisición en 1570, y el fragmento de su obra relativo a esta cuestión fue suprimido por orden del Papa Sixto V en 1586.
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