Suele señalarse como
‘enajenado’ a quien ha perdido la cordura, el re-cuerdo de quién es y desviado
el motivo de su existencia hacia dilemas sin solución dentro del entramado
social y material; ha perdido el juicio, es decir, la capacidad de evaluar
sus actos.
Ese ser estará extraviado en El Campo y se supone, no se adecúa a
las líneas de tiempo establecidas y aceptadas, más aún, es incapaz de generar
sus líneas de tiempo a partir de sus convicciones y acciones, así que
literalmente, no es dueño de su tiempo.
El Campo, es el marco de referencia en
el cual ocurren todas las interacciones y por tanto, donde anidan todas las
posibilidades de intercambio de información que los sabios antiguos –como
Platón- referían como “quantas”.
Según las escuelas milenarias de misterios,
los quantas son entidades de energía que navegan en el Éter, en El Akash, lo
cual para nosotros equivale a decir que comparten El Campo Magnético, la Fuerza
que todo lo une a la cual los maya llamaron la Fuerza G, La
Fuerza de La Unificación que los cuánticos modernos precisan para darle
sentido a sus ecuaciones y para quienes el magnetismo sigue siendo un misterio,
pues solo registran alguna que otra de sus propiedades como la atracción, que
eventualmente ya usan como propulsión (para sus cohetes y otros artilugios que
aún no nos presentan), pero su esencia sigue siendo una incógnita.
Los Campos Magnéticos se manifiestan en
tanto generan Líneas de Flujo, de Fuerza,
sintonizadas a formas de onda, a Frecuencias; razón por la cual,
engendran Líneas de Tiempo con rumbo
definido, afectando constructivamente a
todo aquello que vibre en dichas frecuencias.
Crea tu Línea de Tiempo en
consonancia con la de La Humanidad, aunque te tilden de loco, pues:
¡La Locura, lo cura!
RETORNO A-MALLA: LIBRO DE GUILLERMO HERNANDEZ BARBOSA
Web de Ituci Siglo XXI: www.itucisigloxxi.comWeb de Guillermo Hernández Barbosa: www.retornomaya.com

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