Categóricamente: Sí, para las entidades en ese campo definidas;
como el océano para los peces, como el aire para las aves, como el agua, el
aire y la mente para el ser humano y no obstante, nos es difícil comprender que
contengamos más agua que cualquier otra cosa en el cuerpo, que no podamos
prescindir de respirar y que la mente sea la herramienta evolutiva más excelsa
que hemos estado perfeccionando, justo con la cual podremos comprender El
Tiempo.
Si el pez aprende de la importancia del agua cuando es pescado,
¿Será
necesario que al humano se le tenga que agotar su tiempo, para que reconozca su
valía?
Pero igualmente es verdad que el Tiempo No Existe, por fuera de los
límites al alcance de las entidades descriptibles, es decir, las temporales.
De
esta manera es comprensible que los instructores maya hayan enseñado sobre la
existencia de Trece Dimensiones superiores de No-Tiempo (de eternidad, del
Espíritu) y Nueve Dimensiones inferiores de Tiempo, todas inmersas en una sola Unidad Cósmica (La
Creación) y habitadas por la Energía, diferenciándose la energía en las
dimensiones inferiores por su comportamiento ralentizado, de bajas vibraciones
a comparación de sus altísimas ratas vibratorias en las dimensiones
atemporales.
Así que mientras permanezcamos en las esferas de realidad
descriptible para la mente humana, implicará que estaremos dentro de los
límites de los Nueve Inframundos, donde es posible la conformación
penta-dimensional de lo que llamamos materia, fundamento necesario para la
expresión y manifestación de la vida
en su aspecto biológico (6ª D), de
los sentidos (7ªD), de la mente (8ªD) y todo navegando en el Gran Campo del Tiempo (9ªD).
RETORNO A-MALLA: NUEVO LIBRO DE GUILLERMO HERNANDEZ BARBOSA
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Web de Guillermo Hernández Barbosa: www.retornomaya.com
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