En una reflexión anterior relacionamos la
cronología maya, los Hilos del Tiempo, con la Memoria y por tanto con el magnetismo, así que el ser humano en
evolución, instala y desarrolla una herramienta sin la cual le será imposible
tener noción no solo del tiempo sino de su propia evolución.
Dicha herramienta
es La Mente, la cual no funciona en
ausencia de magnetismo, pues el propio cerebro humano opera a partir de
impulsos eléctricos y un campo magnético generado desde sus glándulas maestras:
Epífisis e hipófisis.
La Trama del
Tiempo adosado a las características de la tierra con su frecuencia orbital
establece las Líneas Maestras de Tiempo, las cuales por fuerza son objetivables
como ciclos siderales dada su extensión.

De los nueve módulos de tiempo maya, los cuatro últimos son los que
corresponden a dicha trama: constando de 8.000, 160.000, 3’200.000 y 64’000.000
de tun (de 360 días) respectivamente; cada uno conteniendo 20 de los
anteriores, la Clave Matemática Universal por excelencia.
En la reflexión 19
hablaremos de los hilos menores de la trama del Tiempo, mientras que en la reflexión veinte se hablará de la urdimbre
del tiempo, sin la cual no podremos comprender la importancia de la trama.
Web de Ituci Siglo XXI: www.itucisigloxxi.com
Web de Guillermo Hernández Barbosa: www.retornomaya.com
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