Si los hilos de la Trama del Tiempo pueden pensarse como
longitudinales entre uno y otro nodo de los grandes ciclos de Tiempo, la Urdimbre
del Telar del Tiempo, podrá pensarse como hilos trasversales
envolventes.
Lo extraordinario es que estos hilos siguen la modulación del
Trece, la Clave Cósmico-Galáctico por excelencia, en la cual la Unidad Base es
de 260 días de la tierra: 20 x 13, pero que en realidad equivale a diez
rotaciones del ecuador magnético del tzol, en torno al cual giran los planetas.
Cuando en la Tierra se han sucedido 260 tunes, es decir, 256,26 “años” ó trece
katunes, un Ciclo Ahau ha tenido
lugar y con él se habrá expresado un designio galáctico básico; pero cuando
pasan 260 katunes ó trece baktunes, otro pulso procedente del Núcleo Galáctico
irradia a este sistema planetario, se denomina un Pulso de Sincronización Galáctico
Nuestro tzol al que los
instructores maya denominaron Kinich Ahau, realiza a su vez, otra envolvente
alrededor de otro tzol al cual llamaron Alcione, tras una significativa cifra
de 26.000 tun = 1.300 katunes = 65 baktunes:
Un Ciclo Solar habrá tenido lugar,
entonces los planetas deben prepararse para un cambio de polaridad magnética
del tzol.
Así que los humanos replicamos en lo micro, lo que el tzol realiza en
la escala inmediatamente siguiente.
No sobra recordar que trece son los
semi-tonos de la escala musical, por si habían olvidado que estamos hablando de
música, puesto que nos estamos refiriendo a los hilos maestros de La Creación
(del Kosmos), lo que en música se representa por ritmo-compases y
notas-melodía, todo articulado y siguiendo las Leyes de Armonía.
RETORNO A-MALLA: LIBRO DE GUILLERMO HERNANDEZ BARBOSA
Web de Ituci Siglo XXI: www.itucisigloxxi.comWeb de Guillermo Hernández Barbosa: www.retornomaya.com
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