martes, 28 de febrero de 2012

¿Música en el Tzolkin maya?. Clave Maya para la Reflexión nº 24

Sí, en todo el sentido del concepto.
 Dios, la Fuerza Centro Primera de Creación establece la Matriz Armónica como patrón de resonancia estética y por tanto, los números y la geometría implicados son moduladores estéticos como no podrían serlo de otra manera.
 
Es de allí de donde derivan la matemática y la geometría sagradas que con tanto celo cultivaron las escuelas milenarias de misterios.
Ese conocimiento debía de llegar sin alteración hasta éste momento, cuando se supone debemos recibir el software solar-galáctico actualizado que será la materia de estudio en el siguiente curso de Fase evolutiva humana. 
La serie fundamental de potencias sabemos es 2n
1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1.024, 2.048, 4.096….
la misma de los ordenadores con el código binario que Leibnitz descubrió en el I Ching (entonces a los cientificistas se les hace un nudo en la garganta)
 Pitágoras en su momento llamó la atención sobre la década, como nuestro nexo con el Plan Divino; la décima posición de la serie anterior es 512 = 8x8x8, el cubo del ocho (estructura y memoria resonantes).
 Si 512 lo multiplicas sucesivamente por:
 8/16; 17/32; 9/16; 19/32; 10/16; 2/3; 91/128; 12/16; 51/64; 27/32; 57/64; 15/16 y por 16/16 (observad los denominadores con la serie 2n), obtienes la escala cromática musical pitagórica perfecta (de trece notas con doce semitonos: 
Do6, Do#, Re, Re#, Mi, Fa, Fa#, Sol, Sol#, La, La#, Si, Do7), la que reproduce la física acústica a partir del DO de 512 hertz.
 
 ¿Y de dónde sale el 512 hertz? 
Es la resonancia del tzol escuchada desde la tierra, desde donde el ciclo de 5.200 tun de 360 días equivale a 5.125,36 períodos orbitales de 365,242 días; en cifras significativas, 512 es la décima parte de 5.125. 
¡Y hay mucho más! 
 Web de Ituci Siglo XXI: www.itucisigloxxi.com
Web de Guillermo Hernández Barbosa: www.retornomaya.com

1 comentario:

  1. Acabo de llegar. Todo esto me interesa. ¡Gracias! Vendré con relativa frecuencia. Un humilde aprendiz ávido de claridad. ¡Gracias otra vez!

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