
En los años 80 la televisión colombiana difundió una saga de capítulos denominados “Planeta Tierra”, por supuesto de factura científica norteamericana.
En uno de ellos se expuso sobre cómo los estratos
geológicos se sucedían cada 25.000 y fracción de años, intercalando a
norte y sur su orientación magnética; jamás encontraron –o al menos no
lo dijeron- la causa real de ello.
Nunca se les ocurrió verificar que el
ciclo de traslación de nuestro tzol, de 26.000 tun según lo
maya, equivale a 25.626,84466 orbitales promedio de 365,242 días de la
tierra, mucho menos que esos 9’360.000 días corresponden a un arreglo de
36.000 tzolkines, pero bueno, alguien dirá que no tenían por qué
prestar atención a conceptos esotéricos, mucho menos si procedían
de tribus indígenas; pero sucede que esa misma cifra corresponde a
360.000 revoluciones del ecuador magnético solar, y ese dato sí lo
conocen muy bien por la observación de la dinámica de las Manchas
Solares, que mantienen en jaque a la comunidad científica espacial, sin
que acaben de descubrir sus secretos.
Nuestro sistema planetario
sabemos, forma parte del entramado galáctico, razón por la cual por
fuerza recibe su influencia; según la cronología maya, cada 5.200 tun
(la quinta parte de 26.000) la tierra recibe una actualización galáctica
de datos y programas, eso equivale a 1’872.000 días, es decir, cada
7.200 tzolkines de 260 días, o cada 72.000 rotaciones ecuatoriales del
tzol; pero da la casualidad que 7.200 días conforman un katún o una
generación humana, entonces el que resulta influenciado es el colectivo
humano en razón de Frecuencias de Resonancia, nada menos que música en
estado prístino.
Web de Ituci Siglo XXI: www.itucisigloxxi.com
Web de Guillermo Hernández Barbosa: www.retornomaya.com
Web de Guillermo Hernández Barbosa: www.retornomaya.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario