Como su colega del PPSOE, Rajoy no ha hecho mas que seguir las imposiciones de la Union Europea, esta vez para que escuchen sus súplicas para recibir el famoso rescate bancario que, si bien el gobierno dice, con su ya desvergonzada hipocresia, que no significará ningún sacrificio especial por parte de los españoles, ya antes de su aprobación ha supuesto una agresión a los trabajadores jamás antes vivida desde el triunfo de aquellos otros sicarios fascistas que derribaron el gobierno republicano.
El presidente del gobierno anunció el mismo dia que llegaba la marcha minera a Madrid (recibida por mas de 200.000 madrileños pero que, sin embargo, pasó desapercibida en todos las televisiones, públicas y privadas), un nuevo recorte de 65.000 millones de euros para los próximos dos años (cinco veces mayor que el aplicado por su colega Zapatero en 2010), incluyendo, entre otras medidas, la subida del IVA, la reducción de las prestaciones por desempleo (que sigue galopando hacia nuevos records), la supresión de la paga extra de Navidad para los funcionarios públicos,
y nuevas reformas (para mal, por supuesto) de las pensiones.
Por supuesto, Rajoy no ha tocado para nada los impuestos sobre las rentas mas altas, pues en definitiva, si representa, dentro de la sumisión total y la ausencia de soberania de sus decisiones, a algun español es solamente a los mas ricos (aun mas que el también partido de los grandes bancos y empresas, el supuesto rival del PP, el PSOE, que no es mas, como hemos dicho varias veces en este blog, la segunda cabeza del mismo monstruo bicéfalo).
Al menos Rajoy ha sido sincero al reconocer que España es un pais sin capacidad de decidir, sin libertad y sin soberania, algo que contrasta (aunque no se señala) con la propaganda nacionalista y españolista que se usa ante los conflictos con los diferentes pueblos del estado español, y con la ideologia que pervive sin solución de continuidad desde el franquismo de la España "Una, grande y libre".
Los recortes de Rajoy (los nuevos, porque el serial de agresiones contra los trabajadores empezó el pasado 30 de diciembre, como continuación de las ya perpetradas por Zapatero), se resumen en rebajar el gasto público y en aumentar los ingresos, pero no cualquier tipo de...
gasto y cuaquier tipo de ingresos. Como hemos dicho, nada de aumentar los impuestos a los que mas tienen para amortiguar el efecto sobre los que mas trabajan y menos ganan. Igualmente, poco de ajustar los privilegios de la nomenclatura politica, y pocas exigencias para los delincuentes que causaron las crisis (los bancos y las grandes empresas). Es decir, cumpliendo su papel de sicario de la clase capitalista, Rajoy anuncio una serie de drasticos ajustes que recaeran principalmente sobre la clase trabajadora. Al contrario, se aprobará una reducción de las cotizaciones sociales que abonan los empresarios (un punto en 2013 y otro en 2014), mientras se aumentará tres puntos (del 18 al 21%) el IVA que pagamos todos.
Ademas, en el listado que le habían preparado a Rajoy en su discurso, había otra serie de bombazos contra los trabajadores y desempleados como, por ejemplo, las referidas al desempleo o las pensiones. Así, la prestación de desempleo, que hoy es, en muchos casos, el único ingreso que reiciben muchos de los 5,6 millones de parados del estado español, se reducirá a partir del segundo semestre de percepción, habrá recortes en los servicios de dependencia, se endurecerá el acceso a la jubilación anticipada y el periodo de cálculo para la cuantia de todas las pensiones.
También se habló de una reducción adicional (además de las aprobadas en los presupuestos oficiales) de 600 millones de euros del gasto de los ministerios y del control del gasto de las Comunidades Autonomas y Ayuntamientos, ademas de dejar caer (aprovechando la crisis, que mejor que regalar mas empresas públicas a los amigos, como ya hicieran Aznar y otros grandes aprovechados que ocuparon la presidencia del gobierno) de la privatización de Renfe, puertos y aeropuertos.
Claro que para esto, y en eso precisamente se basa el actual régimen capitalista, con las evidentes peculiaridades franquistas que particularizan el sistema español, estan los trabajadores: para que la oligarquia pueda enriquecerse a costa de su trabajo y esfuerzo, y para que el estado, que en teoria somos todos, sea simplemente un hilo conductor de la riqueza producida por ellos hacia los bolsillos de la clase parasitaria o, segun la terminologia utilizada por los medios de propaganda, empresarial.
En definitiva, Rajoy, como ya hiciera su antecesor y fuente de inspiración ideologica, Francisco Franco, utiliza su nacionalismo y supuesto "amor a la patria", para esconder su sumisión a otros intereses superiores. Ahora es la Union Europea la que se dice manda y obliga a España a que tome decisiones que, según las propias palabras de Rajoy, "no son agradables de tomar", y que exigen un sacrificio, otro mas, a los trabajadores españoles (a cambio de que manden dinero público europeo, a la vez exprimido de los trabajadores de toda la U.E., para salvar los desfalcos de los empresarios bancarios españoles).
Pero en el fondo son los mismos canallas y mafiosos que los que exigian a Franco actuar contundentemente contra todo tipo de exigencia de la clase trabajadora, con medidas que, decian, eran desagradables pero necesarias, incluyendo sembrar el pais de fosas comunes llenas de sangre anónima, llenar las carceles de prisioneros politicos y provocar un exilio que privó a España de sus mejores cientificos e intelectuales: las grandes fortunas nacionales y las grandes corporaciones multinacionales que son, en resumen, independientemente del formato que tomen los gobiernos y las constituciones de los paises sometidos a la tirania del mercado (o capitalismo), llamese democracia liberal, Union Europea, o dictadura fascista, los que manejaban y siguen controlando el sistema politico-economico de una España que ni es, ni antes fue, libre.
La Iglesia, los ricos y la Casa Real se salvan del mayor recorte de la democracia
Krugman advierte de que las medidas de austeridad de Rajoy “no tienen sentido”
El economista cree que la austeridad aumentará el desempleo y no mellará ni el problema fiscal ni la falta de competitividad
"No es divertido ser presidente de un país con deudas que no tiene su propia moneda. A diferencia de EE UU o el Reino Unido, España no tiene opciones fáciles.
Dicho esto, la nuevas medidas de austeridad que acaba de anunciar no
tienen ningú sentido". Así de tajante se muestra el Nobel de Economía
Paul Krugman, en una entrada de su blog en The New York Times, que lleva por título "el dolor sin sentido de España".
Kugman considera que el recorte anunciado este miércoles por Rajoy con el fin de ahorrar 65.000 millones de euros
"va a profundizar a España en su recesión". Deagrana los problemas del
país en tres: los bancos, su deuda soberana y la falta de competitividad
de España. Recuerda que la depresión a la que se enfrenta todavía
durará un tiempo y su conclusión es que con las medidas de austeridad no
contribuirán a solucionar el problema. Con el déficit, también se
reducirán sus ingresos, vaticina. Y pone en duda que logre cambiar la
perspectiva fiscal a largo plazo o devolver la confianza a los
inversores.
"Rajoy
impone una austeridad severa, que aumentará el desempleo y que no
mellará significativa en el problema fiscal o el problema de
competitividad". Las medidas, por tanto, no tienen sentido, según concluye Krugman.
es que, qué bonito, lo último que nos faltaba oír...Un saludo para el blog.
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