Su visión del mundo, lo que profetizaban y la verdad en sus calendarios.
Todos hemos escuchado algo de las llamadas Profecías Mayas del Fin del Mundo
para el 2012. La llegada de cataclismos globales o de despertares de
conciencias impulsados por falsas ideas difundidas por seguidores de la
onda New Age y el milenarismo que se han propagado invocando una
transformación de la humanidad.Según dicen sus pregoneros, sus dichos se basan en escrituras de la civilización Maya.
¿Los mayas profetizaban?: Sí, pero no sobre el Fin del Mundo, sino sobre los acontecimientos que les preocupaban como pueblo: guerras, epidemias, lluvias o sequías y eventos astronómicos, a decir del doctor Jesús Galindo, arqueoastrónomo e investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Como los excepcionales observadores del cielo que fueron, los mayas pronosticaron muchos fenómenos astronómicos, como los eclipses y los equinoccios, así como tránsitos planetarios, desde Venus hasta Saturno. Aunque simultáneamente los dotaban de significados místicos y religiosos. Así precisaron, por ejemplo, la recurrencia de los eclipses solares; establecieron en el Códice de Dresde una tabla de predicción de esos fenómenos que contiene 69 fechas que coinciden aproximadamente con eclipses solares y cubren un lapso de 33 años.
¿Los mayas creían en las profecías y en el destino? La cosmovisión maya del tiempo y el universo dependía de los dioses. Existían del día y la noche, pero también de los astros, de los números, del tiempo… para ellos los dioses crearon los calendarios que regían la vida y destinos de los mayas.
Los signos tienen una carga, al igual que los números, y dependiendo de cómo se vayan acoplando son días propicios o días aciagos. Y es que los dioses caminan sobre el espacio y dejan caer su carga, y en virtud de ello se repiten, más o menos, los mismos acontecimientos. Se trata de los mismos dioses que, en un determinado momento, coinciden una vez más. El tiempo maya es una secuencia de ciclos que inciden en la realidad”, explicó María del Carmen Valverde, coordinadora del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
Aunque tenían varios calendarios, el adivinatorio o ritual es el Tzolkin que constaba de 260 días divididos en 20 meses de 13 días. Ambos número son sagrados: 20 es la base numérica del sistema matemático maya y 13 son las capas del cielo. Dependiendo en que día se nacía el sacerdote podía descifrar lo que le deparaba a la persona dependiendo de qué dioses y qué lugares ocupaban en esa fecha.
¿Pronosticaron algún fenómeno astronómico para el 2012? Aunque no hay ningún acuerdo entre los especialistas en mayología, Jesús Galindo propone que más que hablar sobre algún fenómeno o eclipse relacionado con el equinoccio de invierno como se cree, probablemente pronosticaron el tránsito de Venus sobre el disco solar que ocurrió el pasado 5 de junio.
Galindo explicó que el Sol es el máximo objeto celeste relacionado con la divinidad entre las culturas de Mesoamérica, por lo que un fenómeno de este tipo implica un tratamiento especial en los pronósticos que los mayas labraban en las estelas de piedra que colocaban en sus ciudades o en las pinturas murales de sus edificios sagrados.
El arqueoastrónomo se basa en una pintura que analizó en un proyecto del Instituto de Investigaciones Estéticas en el edificio El Castillo en la última gran ciudad Maya: Mayapán, en la que se encuentran unos paneles solares con un personaje sobre el disco solar, por lo que se cree que lo que representan es el paso de Venus sobre el astro Rey, fenómeno que se repitió en 2012 y más que Fin del Mundo se trató de un pronóstico astronómico.
¿Existe otra evidencia física sobre algún evento en 2012 pronosticado por los mayas? Sí, se trata de la famosa estela de Tortuguero que se encontró en 1958 cubriendo una tumba al sur de Macuspana en Tabasco. El único vestigio que anticipa lo que algunos suponen que acontecerá el 23 de diciembre de 2012 (no el 21 como comúnmente se cree).
Se trata de una estela de piedra caliza labrada con cincel por el escriba Mon Aacan Kan Hotik Ahko que data de hace más de 1,600 años y aunque se encuentra rota dice: “Para el 13 katún, 4 Ahaw, 3 Kankin, desciende BolonYokté” lo que ocurrirá después se desconoce pues...