Bajo un fondo de color
grisáceo, nos encontramos con dos círculos ligeramente deformados. A
primera vista, da la sensación de que alguien los haya trazado a mano y
no le hayan quedado demasiado bien, ¿no es así?...
(¡haz clic en más información y te llevaras una sorpresa!)
Bien,
pues aunque no lo parezcan, puedo asegurarte que estamos ante dos
círculos concéntricos absolutamente perfectos. Es nuestro cerebro quien,
por la combinación y posicionamiento de los colores, se niega a
aceptarlo.
He aquí la prueba
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