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“Las semillas se patentan, los genes también, se está patentando la vida y la sociedad lo está permitiendo con su silencio”
Asociaciones de agricultores y de
consumidores, aglutinados en la Plataforma Andalucía Libre de
Transgénicos (PALT) han presentado en Sevilla del documento de reflexión
para una moratoria de transgénicos en Andalucía en el que se motivan
los argumentos para su “prohibición urgente e inmediata” en la
Comunidad.
Según indica la plataforma en una
nota, el documento de reflexión para una moratoria de transgénicos en
Andalucía pretende “marcar una hoja de ruta para la obtención de un
compromiso con una alimentación sana, segura, de calidad y sostenible
que solo es posible sin transgénicos”.
Para ello, considera que “es necesario
que se activen los mecanismos políticos, administrativos y legales que
obran en poder del gobierno autonómico, para iniciar un proceso a
corto-medio plazo, en diálogo con la sociedad civil, que lleve a que
Andalucía sea una Zona Libre de Transgénicos completa, tanto en el
cultivo como en las importaciones”, según declaraba Isabel Moya, de
Facua Andalucía.
“La situación andaluza presenta un
contexto agroalimentario, medioambiental y político que exige su
prohibición”, según...
declaraba José Manuel Benítez, de COAG-A.
declaraba José Manuel Benítez, de COAG-A.
Han recordado que España “es el único
país en la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala, a pesar
del rechazo del consumidor y el escándalo de las revelaciones de
Wikileaks en las que el Gobierno español pedía a Estados Unidos que
presionara a Bruselas a favor de los transgénicos”.
La plataforma ha recordado que, en este
contexto, 11 países europeos, entre ellos Alemania, Francia e Italia,
“los han prohibido en sus territorios por sus efectos sobre el medio
ambiente, e incluso algunos han ido más allá, como en el caso de Italia,
que además de prohibirlo, ha solicitado formalmente a la UE que no se
renueve la autorización del maíz transgénico MON 810 de la multinacional
Monsanto”.
Asimismo, han aludido a un nuevo estudio
independiente francés, “donde se daban a conocer los efectos provocados
por el maíz transgénico sobre ratas alimentadas durante dos años con
dicho maíz y/o el herbicida asociado Roundup, tratándose del primer
estudio a largo plazo que evalúa los posibles daños sobre la salud
derivados del consumo de transgénicos”.
El documento de reflexión recoge un
análisis en detalle de los transgénicos existentes actualmente en
territorio andaluz, demostrando que el Ministerio, a través de los datos
aportados por las empresas de semillas, “infla los datos de
transgénicos hasta un 70 por ciento”.
“En el caso de Andalucía, y según el
análisis, no llegaríamos las 2.500 hectáreas frente a las más de 10.000
que el Ministerio refleja en sus estadísticas, reflejando la falta de
transparencia existente”, según declaraba María Carrascosa, de la Red
Andaluza de Semillas.
Por su parte, Juan Moreno, de la Unión de
Consumidores de Andalucía insistió en “la necesidad y los derechos que
tenemos los consumidores a estar debidamente informados sobre los
productos transgénicos que adquirimos, ya sean agrícolas o procesados, y
a decidir si queremos o no comprarlos”.
En este sentido, Moreno
reivindicó este derecho a través de un elemento fundamental en la
información al consumidor, como es el etiquetado.
En este contexto se presenta “una hoja de
ruta que debería marcar la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio
Ambiente, resto de consejerías con competencias al respecto y la
sociedad andaluza para la ejecución de una estrategia andaluza que lleve
a Andalucía a tener una agricultura, ganadería, transformación,
distribución y consumo de alimentos libres de transgénicos”.
Esta hoja de ruta deberá contemplar,
entre otras, “la prohibición inmediata de ensayos experimentales con
cultivos transgénicos, el cultivo del maíz MON810 y patata Amflora y la
prohibición a corto-medio plazo de las importaciones de materias primas y
alimentos transgénicos”.
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