El Gobierno de Peña Nieto quiere prohibir el uso de una planta alucinógena utilizada por indígenas en rituales
Juan Diego Quesada
México
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En el pasillo número ocho del mercado de Sonora,
un lugar casi místico para los defeños porque existe la creencia
general de que ahí se encuentran las cosas más exóticas que uno se pueda
imaginar, se suceden los puestos de curanderos, brujos y vendedores de
hierbas terapéuticas. “Con esto tendrás un viaje inolvidable”, promete
un comerciante que despacha 100 gramos, a razón de 150 pesos (poco más
de 10 dólares), de salvia divinorum, una planta alucinógena utilizada
durante cientos de años por pueblos indígenas del México más remoto en
sus rituales místicos y religiosos, conocida como la Hierba de los
Dioses.
Esta tradición puede tener sus días contados. La administración de Enrique Peña Nieto
está impulsando una nueva política antidrogas que incluye la
prohibición de este tipo de plantas. “Nos toca subirla al catálogo de
sustancias adictivas que deben ser controladas. Puede ser fumada o
tomada en infusión. Su consumo es sumamente peligroso y eso implica la
posibilidad de muerte por su uso indiscriminado”, cuenta el doctor
Fernando Cano Valle, comisionado nacional contra las adicciones
(Conacid).
La planta, que crece casi en cualquier sitio con la facilidad de las hierbas salvajes, puede conseguirse sin mucha dificultad en mercados y a través de Internet.
La regulación de su uso afectaría de lleno a un buen número de pueblos indígenas que utilizan la planta en sus rituales chamánicos. En Huatla de Jiménez, Oaxaca, un pueblito al sur del país, la salvia divinorum se considera sagrada.
De ese lugar era María Sabina, una curandera mazateca que se hizo célebre por su poder curativo con los hongos (a los que llamaba “niños santos”) y las plantas. Los Rolling, los Beatles y Jim Morrison peregrinaron hasta el pueblo. A día de hoy siguen llegando creyentes de este tipo de poderes y turistas curiosos que quieren someterse a estos cultos que se han transmitido los nativos de generación en generación.
La hierba, conocida allí como La Pastora, se utiliza como alternativa a los hongos, disponibles solo en verano. Por su carácter sagrado no todo el mundo puede cultivarla y solo unos cuantos líderes comunitarios tienen esa potestad.
Los chamanes mazatecos no entenderían que la utilización de uno de sus principales productos de repente fuese ilegal. “Para nosotros es sagrado y lo empleamos para curarnos de diferentes enfermedades. Por supuesto que no es una droga”, se indigna Magdaleno Flores, el experto en tradiciones y costumbres del Ayuntamiento de Huatla. Defiende que los indígenas que...
emplean la planta lo hacen con la sabiduría heredada de sus ancestros y que se trata de una alternativa para los habitantes de la región que no tienen dinero ni transporte para acudir a un médico común.
“Debe ser respetada esta tradición”, repite Flores, consciente de que la medida afectaría también económicamente al pueblo.
El cultivo y la venta de otras plantas, como el famoso peyote, está penado en México como si de cualquier otro tipo de droga se tratase. Sin embargo, pueblos indígenas como el de los Wirikuta pueden utilizarlo en su territorio apelando a sus usos y costumbres. Robert Bye, botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), necesita un permiso especial para estudiar la planta. “La salvia tiene una importancia cultural similar al del peyote. Penalizarla por completo no tiene mucho sentido. Lo ideal es concienciar al público de que no la utilice como droga recreacional”, sostiene Bye. Tercia en el mismo sentido la doctora Hilda Flores, del Herbario Nacional: “Tiene su origen prehispánico y su uso es importante en comunidades indígenas, pero lamentablemente sí se conocen las propiedades narcóticas de las semillas”. Ambos coinciden en pedir a los políticos que sean sensibles a la hora de regular la planta, por muy alucinógena que sea.
Fuente: ELPAIS
SALVIA DIVINORUM
Descripción
Extraido de Wikipedia: Salvia divinorum tiene grandes hojas de color verde, ovales (a menudo también dentadas ), con un tono amarillo que alcanza de 10 a 30 cm de largo. Las hojas no tienen pelos en las superficies, y poco o nada de peciolo. La planta alcanza más de 1 metro de altura, con tallos huecos cuadrados que tienden a romperse o rastreros que enraizan en el suelo muy fácilmente en los nudos y los entrenudos.
Las flores, que florecen rara vez, crecen en espirales en inflorescencias con cerca de seis flores en cada verticilo. Las flores son blancas, curvadas y cubiertas de pelos, con un cáliz violeta pequeño que está cubierto de pelos y glándulas. Cuando florece en su hábitat nativo, lo hace desde septiembre hasta mayo.
Los primeros autores cometieron un error en la descripción de las flores como corolas de color azul, según Epling y la descripción de Játiva. El primer material vegetal se recibió en seco, por lo que la base del color de la flor, en una descripción errónea por Hofmann y Wasson, que no se dio cuenta de que sus "flores de color azul, coronadas con una cúpula blanca" eran en realidad cálices violetas sin abrir con corolas blancas.
Historia
En Occidente, se habló por primera vez de la Salvia divinorum, llamada también “ska pastora”, “ska María”, “hierba María”, "hierba de los dioses", en 1939, cuando un antropólogo mencionó la existencia de una infusión de esta hierba, de características visionarias, usada por los chamanes para la adivinación en la mayoría de los pueblos maya en (México). En 1962 fueron llevadas muestras a Europa, identificándose así la nueva especie, miembro muy raro de la familia de las salvias o las mentas cultivada por el pueblo de los mazatecos. Posteriores investigaciones dieron a conocer su utilidad ritual y terapéutica.
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Salvia Divinorum |
La planta, que crece casi en cualquier sitio con la facilidad de las hierbas salvajes, puede conseguirse sin mucha dificultad en mercados y a través de Internet.
La regulación de su uso afectaría de lleno a un buen número de pueblos indígenas que utilizan la planta en sus rituales chamánicos. En Huatla de Jiménez, Oaxaca, un pueblito al sur del país, la salvia divinorum se considera sagrada.

De ese lugar era María Sabina, una curandera mazateca que se hizo célebre por su poder curativo con los hongos (a los que llamaba “niños santos”) y las plantas. Los Rolling, los Beatles y Jim Morrison peregrinaron hasta el pueblo. A día de hoy siguen llegando creyentes de este tipo de poderes y turistas curiosos que quieren someterse a estos cultos que se han transmitido los nativos de generación en generación.
La hierba, conocida allí como La Pastora, se utiliza como alternativa a los hongos, disponibles solo en verano. Por su carácter sagrado no todo el mundo puede cultivarla y solo unos cuantos líderes comunitarios tienen esa potestad.
Los chamanes mazatecos no entenderían que la utilización de uno de sus principales productos de repente fuese ilegal. “Para nosotros es sagrado y lo empleamos para curarnos de diferentes enfermedades. Por supuesto que no es una droga”, se indigna Magdaleno Flores, el experto en tradiciones y costumbres del Ayuntamiento de Huatla. Defiende que los indígenas que...
emplean la planta lo hacen con la sabiduría heredada de sus ancestros y que se trata de una alternativa para los habitantes de la región que no tienen dinero ni transporte para acudir a un médico común.
“Debe ser respetada esta tradición”, repite Flores, consciente de que la medida afectaría también económicamente al pueblo.
El cultivo y la venta de otras plantas, como el famoso peyote, está penado en México como si de cualquier otro tipo de droga se tratase. Sin embargo, pueblos indígenas como el de los Wirikuta pueden utilizarlo en su territorio apelando a sus usos y costumbres. Robert Bye, botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), necesita un permiso especial para estudiar la planta. “La salvia tiene una importancia cultural similar al del peyote. Penalizarla por completo no tiene mucho sentido. Lo ideal es concienciar al público de que no la utilice como droga recreacional”, sostiene Bye. Tercia en el mismo sentido la doctora Hilda Flores, del Herbario Nacional: “Tiene su origen prehispánico y su uso es importante en comunidades indígenas, pero lamentablemente sí se conocen las propiedades narcóticas de las semillas”. Ambos coinciden en pedir a los políticos que sean sensibles a la hora de regular la planta, por muy alucinógena que sea.
En una página web que distribuye salvia por toda la república se
explica que existen cinco niveles de intensidad de aplicación de la
planta, en función de si uno quiere realizar un descubrimiento personal o
un viaje visionario al más allá o incluso al infinito. Cuentan que
obtienen las hojas directamente de los indios mazatecos, que la cultivan
desde hace siglos y le atribuyen cualidades divinas y visionarias, y
que su uso es legal en México y Estados Unidos, aunque otros países como
Australia, Dinamarca o Italia la prohíben. La empresa utiliza un método
que considera seguro y efectivo para procesarla, con los gramos
“adecuados” de salvia en cada dosis. “Es más adictiva que la marihuana y
no se puede considerar un medicamento”, abunda el comisionado por el
contrario.
En el laberinto en el que se convierte el mercado de Sonora a medida
que se avanza por sus pasillos hay división de opiniones. Sergio,
experto en rituales celtas, considera que no debe utilizarse ningún tipo
de planta para iniciar los rituales mágicos. “La energía, lo místico
tiene que brotar del interior, no lo debe producir ninguna hierba. Eso
es droga”, sostiene. Un mago africano de cabeza rapada y reluciente de
un par de puestos más allá le lleva la contraria: “Es otra forma de
ponerse en contacto con los espíritus”. La bruja Lukzero Agakhan, de
cejas pintadas, ofrece sus servicios de magia negra, lectura de cartas y
caracoles, pero si alguien quiere saber su opinión hay que abonar una
hora de consulta. Eso sí, al ver la bolsa de salvia, como si hubiese
tenido de repente una visión, sacude la cabeza, sin decir nada, y acto
seguido se esconde tras un mostrador. Le espera el almuerzo.Fuente: ELPAIS

SALVIA DIVINORUM
Descripción
Extraido de Wikipedia: Salvia divinorum tiene grandes hojas de color verde, ovales (a menudo también dentadas ), con un tono amarillo que alcanza de 10 a 30 cm de largo. Las hojas no tienen pelos en las superficies, y poco o nada de peciolo. La planta alcanza más de 1 metro de altura, con tallos huecos cuadrados que tienden a romperse o rastreros que enraizan en el suelo muy fácilmente en los nudos y los entrenudos.
Las flores, que florecen rara vez, crecen en espirales en inflorescencias con cerca de seis flores en cada verticilo. Las flores son blancas, curvadas y cubiertas de pelos, con un cáliz violeta pequeño que está cubierto de pelos y glándulas. Cuando florece en su hábitat nativo, lo hace desde septiembre hasta mayo.
Los primeros autores cometieron un error en la descripción de las flores como corolas de color azul, según Epling y la descripción de Játiva. El primer material vegetal se recibió en seco, por lo que la base del color de la flor, en una descripción errónea por Hofmann y Wasson, que no se dio cuenta de que sus "flores de color azul, coronadas con una cúpula blanca" eran en realidad cálices violetas sin abrir con corolas blancas.
Historia
En Occidente, se habló por primera vez de la Salvia divinorum, llamada también “ska pastora”, “ska María”, “hierba María”, "hierba de los dioses", en 1939, cuando un antropólogo mencionó la existencia de una infusión de esta hierba, de características visionarias, usada por los chamanes para la adivinación en la mayoría de los pueblos maya en (México). En 1962 fueron llevadas muestras a Europa, identificándose así la nueva especie, miembro muy raro de la familia de las salvias o las mentas cultivada por el pueblo de los mazatecos. Posteriores investigaciones dieron a conocer su utilidad ritual y terapéutica.
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