"¡Feliz 5128,76!"un nuevo ciclo en el calendario Maya, equivalente a 394 años terrestres, exactamente igual a un cambio de milenio
Mientras unos aprovecharon para hacer turismo, bromas y
reírse de la vida, otros hicieron su agosto extendiendo la idea de una
inexistente profecía maya que supuestamente auguraba para hoy un
armagedón global
La Tierra, vista en positivo.
Lo hemos intentado una vez, y otra, y otra, y así
en decenas de ocasiones en las que el ser humano ha demostrado que parece tener
muchas ganas de que llegue el final de los finales,
el armagedón total, el final de los tiempos, el fin para el mundo. Hoy,
21 de diciembre de 2012, todo estaba preparado para que se cumpliera la
profecía del calendario maya que auguraba que la humanidad perecería
tras un cataclismo total. El problema es que
esa profecía nunca existió y de hecho los agoreros
ni siquiera se han puesto de acuerdo sobre los acontecimientos que provocarían tremenda hecatombe.
Varias
y muy diferentes han sido las predicciones que los 'expertos' en fin
del mundo apuntaban para hoy. La lista incluye un cambio en nuestro
sistema solar debido a alineaciones galácticas que provocarían que la Tierra desviara su trayectoria directamente hacia el Sol. O la explosión de una supernova que nos fulminaría en un segundo. También, una reversión geomagnética
en el planeta que provocaría una explosión de su núcleo interno, lo que
derivaría en terremotos, tsunamis y la erupción de todos los volcanes a
nivel global. Sigue con una colisión del mitológico planeta Nibiru
que directamente impactaría contra la Tierra provocando que el oxígeno
en la atmósfera desapareciera instantáneamente. Sin duda, la mejor es la
que apunta a una invasión extraterrestre al más puro estilo hollywoodiense.
Pero lo único cierto es que
para los mayas
se trata sencillamente del inicio de un nuevo ciclo. En su calendario,
esta civilización que destacó precisamente por sus conocimientos
matemáticos y astronómicos en los que produjeron observaciones de astros
de gran precisión (sus cálculos de la duración del año solar y sus
diagramas de los movimientos de la Luna y los planetas son superiores a
los de cualquier otra civilización ancestral), se señalaba esta fecha
como el
comienzo de un nuevo baktún, pero no describía profecía alguna.
Los mayas cuentan series de veinte años que llamaban katún y series de 20 katunes que son los...
baktún
¿Y qué es un
baktún?
Al igual que nuestra civilización cuenta los años por lustros, décadas,
siglos y milenios, los maya cuentan series de veinte años que llamaban
katún y así también series de 20
katunes que son los
baktún. De acuerdo con esta singular contabilidad, este 21 de diciembre de 2012 supone el primer día tras su decimotercer
baktún. Vamos, que para ellos hoy es un "
¡Feliz 5128,76!". Nada más que un nuevo ciclo en su calendario, equivalente a 394 años terrestres, exactamente igual a un cambio de milenio.
Pero
la ignorancia y/o la ingenuidad
de muchos han alzado esta simple anécdota de almanaque a las más altas
cotas de incertidumbre y paranoia social. En todas partes del mundo,
desde Guatemala hasta China, pasando por Turquía o Francia,
miles de personas se han preparado de una o de otra manera para recibir este punto final para la raza humana.
Unos se han querido congregar en diversos puntos del planeta para
formar parte de una catarsis grupal y recibir el fin del mundo entre
cánticos y rezos, como cualquier secta que se precie. Otros han
preferido aprovechar la situación y hacer un excéntrico viaje de turismo
rural (a 2.000 euros la habitación con vistas a la pista de aterrizaje
de los
'raticulianos') o simplemente hacer una fiesta, adelantando las juergas de fin de año.
Tal ha sido la locura desatada por estos locos mayas que
la comunidad científica ha considerado que tenía que actuar para
desmentir cualquier mensaje catastrofista. La misma semana en que con sólo poner
"es ve..." en Google ya se autocompletaba la frase con un
"es verdad lo del fin del mundo",
a la NASA se le escapaba un vídeo
donde la agencia espacial estadounidense explicaba con testimonios de
numerosos científicos por qué el mundo no iba a terminar.
Un mensaje que llevan repitiendo de forma recurrente desde hace varios años, mientras florecen sin parar
cientos de libros que hablan sobre el cataclismo del 21/12/12, que incluso fue llevado al cine en
una película protagonizada por John Cusack en 2009.
Lejos de predecir finales para el mundo los mayas han hecho es aportar mucho conocimiento a la astronomía
Más cerca, el científico del
CSIC Manuel Mandianes explicaba esta semana
que los mayas proyectaban en su calendario sus vivencias pasadas. Así,
si durante una estructura estelar concreta se producía una mala cosecha
o enfermaban los animales, en la reiteración de esa estructura en otro
ciclo del calendario consideraban que tales "catástrofes" podían
reproducirse. Pero Mandianes insiste en destacar que las observaciones
de los mayas, lejos de predecir finales para el mundo lo que han hecho
es aportar mucho conocimiento a la astronomía, pese a que sus
descendientes
hoy en día siguen ignorados.
Sin embargo, a medida que la fatídica fecha se iba acercando, los seres humanos entraban en
panic mode. En
México,
Guatemala,
Honduras,
El Salvador o
Belice, los llamados países maya, se han construido búnkeres para sobrevivir al cataclismo. En varias ciudades
chinas se
han agotado las velas para hacer frente a la "oscuridad total" en la
que se supone que estará inmerso el planeta, mientras la Policía
detenía a más de un millar de personas por ‘agoreros'. En
Argentina las autoridades se temían
un suicidio masivo en el cerro Uritorco,
por lo que se cerraron los accesos al lugar, asociado a actividades
esotéricas y de avistamiento de ovnis. Más cerca, en localidades de
Francia y Turquía algunos ‘profetas' aseguraban que se salvarían del
cataclismo. En
Francia,
el monte Bugarach sigue hoy cerrado
para impedir una avalancha de turistas del apocalipsis. En círculos
esotéricos se considera que ese pico de los Pirineos franceses será el
único lugar en el que se sobrevivirá al cataclismo. Algunos llegan a
asegurar que este monte servirá de pista de aterrizaje o despegue de
naves nodrizas que salvarán a los humanos que allí se encuentren. Y
el pueblo turco de Sirince, en la provincia de
Esmirna,
amanecía hoy tranquilo al saberse que sería la única localidad del
planeta que se salvaría del apocalipsis vaticinado para este viernes.
Menos mal que la mayoría
se lo ha tomado en broma.
Pero
el día amaneció, como siempre primero en el Pacífico, en el meridiano
180º y después el Sol ha seguido iluminando los despertares de
diferentes puntos del planeta. Y el invierno llegó,
soleado y con nubes en casi toda España,
mientras de este asunto lo único científicamente comprobado ha sido que
este 'fin del mundo que no ha sido' es un fenómeno promovido por
Internet, Youtube y las redes sociales. Y mientras las próximas citas
para un nuevo final serán en
2027 y
2060, de momento aquí seguimos... aunque al día aún le quedan unas cuantas horas.
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