© Pawel Kuczinsky
¿Cuál es el estado de la Humanidad?
Podemos contestar sin temor a equivocarnos que la Humanidad se encuentra en un estado de profunda hipnosis. El ser humano duerme. No suele ser consciente de la realidad en la que vive. Su percepción está basada en un adoctrinamiento que proviene de un sistema regido por normas que distan mucho de tener relación alguna con la verdadera naturaleza humana y de lo que puede ser beneficioso para la Humanidad en particular, y el planeta que habita en general.

El encanto superficial, las bellas palabras en realidad vacías, la necesidad continua de estímulos - ocio, cine, deportes, TV-, la mentira, el engaño y la manipulación, la carencia de empatía - comprensión - hacia los demás, el culto al ego y al cuerpo - cánones estereotipados de belleza y comportamiento -, el consumismo y el materialismo; la incapacidad de mirarse interiormente a uno mismo, la nula autocrítica, la falta de pensamiento crítico - discernimiento -, el autoengaño, el comportamiento gregario... Estos y muchos más, son aspectos que conforman la estructura social. Podemos observar que la mayoría de las características sociales expuestas responden a la sintomatología que describe a un psicópata, o son derivados de la misma.

Este sistema, en todas sus vertientes y variedades, que objetivamente van por el mismo camino aunque a simple vista puedan parecer distintas, está compuesta por una serie de "valores" asimilados desde la más tierna infancia, integrados y llevados a formar parte de la estructura psíquica de los niños. La gran mayoría de dichos "valores" provienen de un sistema compuesto de supuestas normas morales y éticas que rigen la forma de vivir de las sociedades, y que Andrew Lobaczewski denominó paramoralismos.

Los Paramoralismos

Para aportar una definición clara de lo que es un paramoralismo, acudiremos a las palabras del QFG (Quantum Future Group):
Un paramoralismo es un dispositivo lingüístico de persuasión. Se trata de un argumento o razonamiento que se lanza con el fin de dar la impresión de que es impulsado por las preocupaciones éticas, aún bajo el escrutinio de que no puede demostrarse completamente como tal y es, de hecho, impulsado por el interés propio o por la adhesión a un sistema de reglas en que los asuntos de conciencia no son considerados. Un ejemplo de uso general sería: ruptura del "espíritu de la ley", con el fin de adherirse a la "letra de la ley". [parábola del buen samaritano]

Un paramoralismo es un fenómeno psicológico contagioso: la persona en el extremo receptor es vulnerable a atribuir erróneamente un principio o motivación (con el que fácilmente se identifica) el argumento dado, y de ese modo se identifica erróneamente con este viciado argumento. De este modo, un individuo bien intencionado puede ser engañado involuntariamente en apoyar una causa o propagar una ideología con la que su propia conciencia no está de acuerdo.

El uso generalizado de paramoralismos en la sociedad es un rasgo definitorio de una patocracia.
Los paramoralismos son frases o argumentos falaces y persuasivos que a primera vista pueden parecer hechos morales y rebosantes de ética, pero realmente son conjuntos de palabras utilizadas para conseguir el beneficio del que las pronuncia.

Para ejemplificar lo que son los paramoralismos haremos un pequeño análisis de algunos tópicos que solemos oír en nuestro día a día, y que incluso usamos nosotros mismos. Evidentemente, en el mundo de la política los paramoralismos son tan comunes como los peces en el mar; la doble moral, las...