Por Amanda Scherker
Publicado en HuffPost
Nuestra vida está repleta de actos banales en los que ya apenas reparamos. Sacamos la llave, la introducimos en la cerradura y la puerta se abre. Forma parte de una lógica que apenas nos molestamos en interpretar.
Sin embargo, muchos de los actos más mundanos se convierten en acontecimientos cuando descubrimos cómo se llevan a cabo. Ya verás...
1. Lo que hace que tu ordenador sea tan inteligente.
Aquí tienes un microchip visto con un aumento de 10x.
2. Lo que se produce antes de un rayo.
La luz no puede golpear dos veces en el mismo sitio, pero tú si puedes ver hasta la extenuación esta ráfaga a cámara lenta una y otra vez.
3. Entrando en casa.
Así se abre la puerta de casa, uno de los mejores momentos del día.
4. El mundo desde dentro de tu cabeza.
Estos rayos X muestran lo que verías si tuvieras literalmente un ojo en la mente.
5. La clave de tus pantalones.
Algo tan habitual como subirte la cremallera de los pantalones representa una acto de máxima precisión.
6. Lo que permite que vivan los mosquitos.
Este primer plano demuestra que los mosquitos tienen corazón. Si tienen alma es...otro debate que no abriremos aquí.
7. Riña de gatos
Son lindos, pero cuando se enfadan dan miedo. Y vuelan.
8. La metamorfosis de un grano de maíz en una palomita...
... Parece el nacimiento de un extraterrestre, ¿o no?
9. Lo que permite levantarte.
10. Un archienemigo de cinco años.
He aquí la resonancia magnética de un pedazo de brócoli.
11. El engaño de las lentes de una cámara.
El mismo gato visto con varias lentes de una cámara de fotos. ¡Intenta conseguir el mismo efecto con Instagram!
12. Una gota de agua.
De lo más grande a lo más pequeño.
13. Descifrando el cubo de Rubik.
Así se mueve, aunque casi siempre hayas estado más preocupado en conseguir caras del mismo color.
14. Un hombre perdiendo su dignidad.
Y nunca fue tan fascinante.
15. La fracción más pequeña de una tormenta de nieve.
Un copo de nieve visto de cerca. Si lo miras muy fijamente se puede derretir.
16. Grillos cantando a capella
¡Un coro celestial? No, simplemente el cri-cri de los grillos a baja velocidad.
17. Una copa hecha añicos.
Y ahora toca recoger los pedazos.
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