Cuando estás enfermo*, tienes más tiempo para pensar. La enfermedad, no nos permite seguir el ritmo de vida normal y nos apea de la vida cotidiana, nos deja a un lado, como en la cuneta, mientras la Vida sigue su frenética velocidad y tú no puedes seguirla.
Cuando estás enfermo, piensas sobre todo en ti y en el proceso de la enfermedad que estás pasando, no quieres sentir el dolor y los síntomas que produce el desequilibrio corporal por e...l mal que estas sufriendo y te preguntas ¿Por qué habré enfermado? ¿Qué he hecho mal? ¿Dónde he adquirido la enfermedad? ¿No tendré algo malo?... y así sin parar, un montón de preguntas y terminas cuestionándote, si estás viviendo de manera sana, si tu alimentación es lo suficientemente sana, etc.…
En realidad lo que ocurre es que rechazamos la enfermedad, rechazamos el dolor… y tratamos de esquivarlo con terapias y tratamientos inmediatos.
Pero en realidad más que hablar sobre la Enfermedad, me gustaría hacerlo sobre algo que se está perdiendo en nuestra sociedad y cada vez tiene menos valor y me refiero al RESPETO.
Si, Respeto (en primer lugar a ti mismo) a tus familiares, amigos y vecinos a todas las personas en general, cuando estás enfermo.
Si porque, aunque las modas de comportamiento social actualmente dictan, un contacto muy cercano no solo ya entre familiares y amigos, sino también...
entre personas recién conocidas o desconocidas, me refiero a chocarse las manos, besarse y abrazarse; cuando estamos enfermos*, estas prácticas son una gran falta de respeto hacia los demás, si le estas mostrando al saludarlo con contacto físico, amabilidad, afabilidad, educación, pero por otro lado con tus manos, tus besos, o al hablar cerca de ellos, les estás transmitiendo tu enfermedad a través de los microorganismos infecciosos, de los que eres portador, le estas dando “Un regalo envenenado”.
Cuando sabemos que estamos enfermos, tenemos que aislarnos en nuestro hogar hasta recobrar la salud y no salir a la calle o a lugares públicos o de trabajo y tampoco recibir visitas, porque podemos provocar que otros enfermen y en eso es, en lo que consiste el Respeto hacia los demás. Quiero decir, que somos irrespetuosos con un niño si nos acercamos a él, cuando tenemos una infección vírica; por la enorme posibilidad de contagio y en un niño el virus que tú portas puede ser mucho más dañino, porque su sistema defensivo (inmunológico) está en proceso de formación y es más débil que el de un adulto. La misma actitud de respeto debemos tener con personas ancianas y enfermos crónicos.
En este tema los occidentales, deberíamos aprender de las costumbres orientales, que son más respetuosas con el contacto físico entre personas, sobre todo fuera del ámbito intimo y familiar.
Emilio José
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