Durante la experiencia, después de finalizar el experimento, uno de sus asistentes, Andreas Cunaeus,, trató de desconectar la cadena del agua que contenía la botella, y recibió una fuerte descarga al aproximar su mano a la varilla que sostenía la cadena, sufriendo una sacudida eléctrica que lo dejó inconsciente. Aunque no tuvo la trascendencia que obtuvo Musschenbroek, el inventor alemán Ewald Georg von Kleist, el 10 de Octubre de 1745, desarrolló simultáneamente en Alemania el mismo aparato (botella de Leyden), con un experimento que obtuvo resultados extrañamente similares en acontecimientos y sucesos.
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lunes, 25 de febrero de 2013
LOS BIOCAPACITADORES
En el
siglo XVIII, más precisamente en 1745 en Leyden, Holanda, el físico Pieter van
Musschenbroek, que trabajaba en la Universidad de Leyden, experimentando
con las cargas eléctricas sobre los animales y personas, efectuó un experimento
para comprobar si una botella llena de agua podía conservar cargas eléctricas.
Esta botella, llamada posteriormente botella de Leyden, consistía en un
recipiente de vidrio con un tapón, al cual le atravesaba una varilla metálica
que quedaba sumergida en el líquido. La varilla tenía una forma de gancho en la
parte superior al cual se le conectaba una cadena o conductor cargado
eléctricamente. Para ello se sostenía la botella en una mano mientras la carga
procedente de un generador electroestático era conducida hasta el agua de la
botella por medio de la cadena o conductor.
Durante la experiencia, después de finalizar el experimento, uno de sus asistentes, Andreas Cunaeus,, trató de desconectar la cadena del agua que contenía la botella, y recibió una fuerte descarga al aproximar su mano a la varilla que sostenía la cadena, sufriendo una sacudida eléctrica que lo dejó inconsciente. Aunque no tuvo la trascendencia que obtuvo Musschenbroek, el inventor alemán Ewald Georg von Kleist, el 10 de Octubre de 1745, desarrolló simultáneamente en Alemania el mismo aparato (botella de Leyden), con un experimento que obtuvo resultados extrañamente similares en acontecimientos y sucesos.
Durante la experiencia, después de finalizar el experimento, uno de sus asistentes, Andreas Cunaeus,, trató de desconectar la cadena del agua que contenía la botella, y recibió una fuerte descarga al aproximar su mano a la varilla que sostenía la cadena, sufriendo una sacudida eléctrica que lo dejó inconsciente. Aunque no tuvo la trascendencia que obtuvo Musschenbroek, el inventor alemán Ewald Georg von Kleist, el 10 de Octubre de 1745, desarrolló simultáneamente en Alemania el mismo aparato (botella de Leyden), con un experimento que obtuvo resultados extrañamente similares en acontecimientos y sucesos.
Actualmente existe un desacuerdo sobre quién fue el verdadero inventor
de la botella de Leyden, la cual pasó a la historia como uno de los grandes
descubrimientos de la ciencia. Podemos resumir y definir entonces a un
capacitor, como un dispositivo que almacena cargas eléctricas para luego
entregarlas cuando se necesitan.
En el
estudio y manejo de las energías, es fundamental primero conocer ciertos
procesos y sistemas internos de la unidad de carbono, para luego proceder a su
manejo y desarrollo, logrando movilizar primero las energías más fundamentales
y después ir avanzando hasta el manejo de las energías más profundas y sutiles.
Como habrán apreciado, si “leyeron” correctamente el escrito de Cemec333 del artículo
anterior (copiado más abajo), pareciera que hay cierto tipo de energías que la UdC puede
economizar o desperdiciar según sea el caso. Estas energías que yo llamo
“energías de arranque” (Ea) porque son las utilizadas primordialmente para que
la máquina (unidad de carbono) arranque y funcione, son las energías más toscas,
las de la primera destilación, las que se usaron para cargar la botella de
Leyden. Igual que en el experimento de Musschenbroek, las cargas energéticas
son acumuladas en nosotros en “aparatos internos” o Bio-Capacitores (BC), que
Gurdjieff llamó en su momento, acumuladores, pero que prefiero llamar
capacitores, por sus características, funciones y...
capacidades, que sobrepasan
las de un acumulador o batería. Podríamos decir que la UdC es un capacitor
formado por una serie de capacitores pequeños, cada uno alimentando a un sector
o componente de la máquina. Un capacitor central, mayor o principal (Cp) y una
serie de capacitores periféricos, menores o secundarios (Cs) conectados al
bio-capacitor central (BC) por medio de canales nerviosos.
En el
artículo lacinta de Moebius dije: “…Este proceder me llevó a convertirme en un
autodidacta sin el condicionamiento de la enseñanza tradicional. Una de las
cosas que observé gracias a esto, y que era norma inviolable en la naturaleza,
era la conservación de la energía. Ningún organismo usa más que la necesaria y
sin embargo funciona correctamente y evoluciona de forma natural. Esto me llevó
a pensar, ¿No sería entonces la clave, en el ser humano, la acumulación de la
energía para un uso posterior determinado?...”, y de aquí partiremos para
comprender el funcionamiento de los capacitores internos. La ubicación de los
mismos es ahora irrelevante, pero necesariamente es fundamental comprender como
funcionan, y para ello tenemos que remitirnos al artículo elsecreto de las octavas (I) “…La octava también tienen una participación
importante en el proceso de producción de energía en la unidad de carbono, los
alimentos comida, aire y sensaciones o impresiones, carbono(C), oxígeno(O) y
nitrógeno(N), "choque", que producen la energía hidrógeno(H) de base
(x), trabajan directamente con las octavas, por eso manipulando la octava se
puede bajar o subir el octanaje (x) de la energía producida…”, y en elsecreto de las octavas (II) “…La energía producida por las emociones del
choque es percibida por la unidad de carbono como impresiones, estas son
procesadas por el centro emocional y se combinan con el oxígeno (Ox) y el
carbono (Cx) que tienen una energía inicial de hidrógeno (Hx), estos
producen un nitrógeno (Nx) cuyo octanaje es modificado por la impresión
recibida que se combina con la octava en curso, y logrando en este caso, bajar
la calidad de la energía (octanaje) hidrógeno (Hx) final. La unidad de carbono
digamos que “vibra” a una frecuencia (Hz) más baja de la que debiera por el
hidrógeno (Hx) producido de baja energía, funcionando ineficazmente y lista
para ser manipulada…”, que recomiendo volver a leer. Luego de este proceso
ya explicado en su momento, la energía (octanaje) del hidrógeno (Hx) final, es
acumulada o guardada en los acumuladores en forma de nitrógeno (Nx) para ser
utilizado cuando haga falta.
Estos
acumuladores son los encargados de alimentar con energías las funciones físicas,
pero también de proveer a otro tipo de componente, que son los encargados de la
“destilación energética”, para sustentar las funciones mentales y el correcto
funcionamiento de los centros de control. Un ejemplo del uso automático del
centro motor de estos capacitores, es cuando se realiza una exigente actividad
física, en un momento de esta continua labor, se pierden todas las fuerzas y el
cansancio nos vence, si en ese justo momento, se realiza un esfuerzo extra de
voluntad, de golpe se sentirá que se recuperan todas las fuerzas como si recién
se comenzara con la tarea, esto durará por un tiempo limitado, suficiente para
terminar la actividad iniciada, luego será imposible recargar nuevamente la
energía si no se descansa. Lo que sucede es que el capacitor pierde toda
su carga, consumida por la extenuante labor, y por un momento es
recargado de nuevo por el capacitor central, absorbiendo la energía de los
demás capacitores, para recargar el capacitor vacío que exigía el esfuerzo extra,
interpretando que es una cuestión límite de supervivencia, y logrando en
algunos casos y por unos instantes, capacidades super-humanas.
Si se
desperdicia la energía en cosas triviales, sean físicas o mentales, se está
limitando la capacidad del cuerpo, de utilizar esas energías sobrantes en
mecanismos de destilación, para producir un octanaje superior que pueda ser
utilizado en procesosenergéticos más sutiles. Esto nos lleva nuevamente a la cinta de Moebius
teniendo ahora sentido lo expuesto en su momento, “…Lo que no pude prever
fue que la energía acumulada se direccionaba naturalmente a la esfera de
consciencia. Sin darme cuenta estaba alimentando la consciencia del “ser”. No
había que buscar un momento indicado porque no existía, automáticamente la
energía era usada donde correspondía. La luz se fue dando como el amanecer, no
era necesario ningún esfuerzo, ninguna receta preestablecida, ningún confuso
trabajo interior más que el de estar atento. Los centros superiores se fueron
activando y la comprensión fue natural, sin esfuerzo, sin intelectualización,
solo se comprendía, se sabía, como sabe un pájaro como construir su nido o
emigrar en invierno, como sabe una planta como florecer en primavera. El
espíritu se manifestó, y aunque la consciencia del Ser no era total, transmitía
la información de forma correcta, y la duda dio paso a la certeza. Comencé a
recorrer el camino de la cinta de Moebius, lo que decía el espíritu tenía que
estar reflejado en la materia, y lo que reflejaba la materia tenía que estar
avalado por el espíritu. Fue fácil discernir entre la paja y el trigo, la
ilusión y la realidad, la verdad del hombre y la verdad del “Do”. Los opuestos
se fusionaron, los polos se invirtieron, la verdad particular pasó a formar
parte de la verdad colectiva, y la verdad colectiva parte de la verdad del
“Do”. Todos teníamos la verdad, porque era particular de cada uno y general a
la vez, cada uno tenía la verdad que quería y debía tener, y todas ellas eran
valederas para su universo. Porque era la que le correspondía, la horma de su
zapato, su bosón de Higgs particular...”
Si pueden
comprender, mejor dicho, sentir, estas energías de las que hablo, será el
primer paso para comenzar a sentir las energías de lo que callo. Todo está en
ustedes, en sacrificar lo que no sirve pero gusta, para adquirir lo que sirve
pero disgusta, el compromiso de la responsabilidad de sus pensamientos,
palabras y actos ante ustedes y los demás.
En este hilo que ha propuesto Carro, basado en el artículo de Morféo EL ENTRENAMIENTO,
se trata de “sentir energías”, aunque Morfeo va más allá con el manejo
de esa energía, pero Carro tiene razón, para poder manejar una cosa,
primero hay que percibirla, ser consciente de ella y cito de EL
ENTRENAMIENTO “Donde antes sólo escuchaban y leían palabras, frases e
intenciones, ahora sentirán energías. Donde antes veían actos, acciones y
reacciones, ahora verán energías. Donde antes percibían emociones que
muchas veces los dominaban, ahora percibirán energías que podrán manejar
porque comprenderán su causa y razón”.
Dejando a un
lado el tema de las Octavas, que pertenece a Morfeo, sí puedo aclarar
algunas cosas sobre la energía y exclusivamente en esto me voy a
centrar, aunque esté íntimamente relacionado.
Ya sabéis todos
que la energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma. Esto
lo dice la física y esta energía de la que está lleno a rebosar el
Universo está en continuo movimiento, de aquí para allá, de un lado
hacia otro, pero ¿qué es lo que hace que la energía no se escape y se
vaya a otro lugar? Algo que ya he mencionado en diversas ocasiones: la
Impecabilidad.
Al igual que existen personas que ahorran dinero y otros que lo
despilfarran, en el mundo hay dos tipos de personas, los que malgastan
la energía y los que la ahorran. La mayoría de las personas dedican su
vida a preocuparse por las cosas materiales, están más interesados por
el “tener” que por el “ser”. Y al final de la vida (cuando se ha perdido
casi toda la energía o está al borde de la muerte) se da cuenta que ha
tenido la oportunidad más grande de la vida: el ser totalmente libre y
consciente y que la ha desperdiciado.
El ahorro de energía comienza con un solo acto que tiene que ser
premeditado, preciso y continuo. Si ese acto se lleva a cabo por un
periodo de tiempo largo, uno adquiere un sentido de intento inflexible
que puede aplicarse a cualquier cosa. Si se logra ese intento inflexible
el camino queda despejado. El problema está en que para comenzar este
camino se necesita convencernos de que existe un poder escondido dentro
de nosotros mismos y que podemos alcanzarlo, algunos lo llaman fe, otros
creer, el término que se emplee no importa.
Una vez que uno se convence de que es capaz de alcanzar ese poder,
empieza el trabajo diario con uno mismo y con todo lo que nos rodea, ya
que la energía se puede escapar por cualquier sitio.
Se puede ahorrar mucha energía con simplemente no hacer las cosas a las
que se está acostumbrado, como quejarse, sentir lástima de uno mismo o
preocuparse por cosas que no tienen remedio.
Una vez que lo alcanzamos, el poder
mismo hará uso de esos inaccesibles campos de energía. Empezamos
entonces a "ver", es decir, a percibir algo más, no como una cosa de la
imaginación sino como algo real y concreto. Y después comenzamos a saber
de manera directa, sin tener que usar palabras. Y lo que cada uno de
nosotros haga con esa percepción acrecentada, con ese conocimiento
silencioso, dependerá de nuestro propio temperamento.
Esto no termina aquí.
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