mujeres, diosas, estrellas, conversando con plantas y animales, en el siguiente grado del aprendizaje de diseño de universos. Ser es crear.
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miércoles, 24 de octubre de 2012
2012: El Apocalipsis existe, pero está dentro de Tí.
Fanatismo, psicosis, profecías, sectas,
movimientos new age, apocalipsis... son algunas de las palabras que no
sin razón enjuician desde un punto de vista racional y bien argumentado,
una versión más de los hechos que anticipan un acontecimiento
interpretado por unos y otros desde muy diversas perspectivas...
"El Fin del Mundo, TAL Y CÓMO LO CONOCEMOS AHORA"
Sólo las palabras son apocalipticas en sí
mismas...el lenguaje refleja el estado mismo de las "cosas". Todas
nuestras creaciones, un escrito, un dibujo, una fotografía...son
reflejos de nuestro propio Ser.
Comparto este post porque me ha encantado
darle rienda suelta a mi razón, y reflejar la duda en el camino,
comprobando como mi intuición independientemente de todo lo demás, sabe
cómo llegó hasta aquí, avanzando por una senda ajena a todos estos
movimientos revolucionarios que anticipan el cambio de paradigma de una
nueva era.
Sin embargo, a medida que avanzaba, me topé
en el camino con esta otra realidad...a la que no tuve más acceso que el
que mi propia voluntad quiso. Si nos guiamos por la verdad que habita
en nuestro corazón, sabiamente iremos haciendo el camino personal que
cada uno va forjando mientras camina..., dónde habita la "Verdad" que no
tiene nombre, ni dueño, ni un único camino....La verdad está contenida
en cada uno de nosotros, producto y resultado de una mente, un corazón,
alma y espíritu...y varios cuerpos conscientes, cuando lo son... Todo
ello nutre y construye mi realidad en un espacio/tiempo definido aquí y
ahora.
La búsqueda es presencia y esencia, porque
sin necesidad de buscar encuentras. La automaestría es el único
movimiento que no puede ser tachado de sectario más allá de la
donminación por parte de nuestro propio Ser, que se encarga de lidiar
con la personalidad y el ego, para aprender un nuevo modo de
relacionarse con lo más esencial del Sí mismo. No se trata de
psicologizar la búsqueda, ni de divinizarla, ni de dogmatizarla...Se
trata de llegar a concluisiones por uno mismo...mientras los "misterios"
te asaltan al paso...
Y sí....en ese sentido me encantó la conclusión a la que llega el autor de este espléndido artículo: "El Apocalipsis existe, y está dentro de Tí..." Detras
de tantas etiquetas, cuestionamientos, movimientos, dudas, estás Tú, y
Tú eres pura energía en movimiento, Amor...La Evolución significa tomar
conciencia de lo que Somos, y para qué estamos aquí...Si en tu interior
hay caos, el apocalipsis se manifiesta; Si en tu interior hay Amor, el
Amor te llevará a descubrir lo que hay dentro de tí, en tu Universo,
allí está el paraíso, y la tierra prometida se alcanza aquí, sólo
debemos elevar nuestra consciencia por encima de todo aquello que nos
habían contado y enseñado..."En eso consiste, espiritualizar la
materia...VIVIR...".
Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga.
Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito.
Nada debes aceptar, sin previo discernirlo.
Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no.
¡Investiga!
Nada REAL puede ser amenazado.
Nada IRREAL existe.
En eso radica la Paz de Dios.
(“Un Curso en Milagros”)
Estamos en el 2012 y muchas personas apuestan todo a
la transformación del planeta y la conciencia:
El Apocalipsis existe, pero está dentro de ti
Publicación: 02/10/2010. Autor: Aleph de Pourtales. Twitter del autor: @alepholo
No es
la primera vez que el mundo vive una fiebre apocalíptica. La historia
como un fractal recurrente se repite en la psique, con sus relativas
variaciones. Tampoco, aunque a veces pareciera, la anticipación del
Apocalipsis es solamente el terreno del fanatismo religioso y de las
“masas ignorantes”.
Es posible que el Apocalipsis sea una parte arquetípica de la conciencia humana.
A poco más de dos años de la ominosa fecha cifrada en el solsticio de invierno del 2012 como un conjuro planetario, pesadilla o tal vez sueño lúcido colectivo,
vemos cada vez más las manifestaciones psicosociales del milenarismo
que rayan en la paranoia, el delirio místico y el wishful thinking (aunque
siempre existe la posibilidad de que entre todo esto haya una
irradiación de clarividencia, de la evolución acelerada como fruto de la
conciencia de que creamos la realidad a través del consenso (o
conspiración de los sentidos).
Ante la
parafernalia —real o ficticia— escatológica, algunas personas planean
irse a vivir a cuevas, búnkeres, bosques, lejos de la corrupta Babilonia, guareciéndose del gran cataclismo del clima espacial; establecer nuevos sistemas de intercambio (esto hay que celebrarlo) y sinergia con la naturaleza.
Otros
aguardan la llegada del Nuevo Orden Mundial, el tatuaje cibersatánico
del ganado humano, la computarización del alma humana: la destrucción
del mundo (la alimentación de la divinidad de Lucifer como su
fulminación) a través del simulacro o del hoax hiperrealizado. No son
los menos los que ven ya una intervención de hermanos de las estrellas
—pleyadianos, arturianos, sirianos, etc.—, oscilando entre dimensiones,
aparcados entre los mundos, con sus naves de conciencia, extendiendo su
mano entre la bóveda azul como un guardián del futuro (los otros
nosotros, en la noósfera galáctica) y anticipan su heraldo blanco para
elevarnos a una esfera plusdimensional, la fraternidad galáctica de la
luz o su versión teosofista previa, la gran fraternidad blanca,
boddhisatvas en Shambhala, con sus rayos violetas, humanos iluminados,
conectados con el centro de la galaxia y sus rayos cósmicos.
La historia como teleología de este momento cúspide: el regreso de Jesucristo, parusia prometida, el edén del gen activado por la espiral danzante.
Otros rebeldes del New Age ven en el mesianismo la mano del mass media,
mano masónica, Maia. ¿Cristo será un extraterrestre? ¿Un holograma?
¿Una bandera falsa que agrupe al mundo bajo la tiranía velada de los
reptiles, arcones, controladores, seres inorgánicos y cualquier otro
nombre que se les da estos vampiros programadores y succionadores de la
Matrix? Según una de las versiones más interesantes de la nueva
mitología cósmica, la cuántica, el mundo se bifurcará (se está ya
bifurcando), algunos seguirán viviendo esta alucinación tridimensional,
como si nada hubiera pasado, solo que condenados a la prisión de su poca
percepción; otros se bifurcarán a un jardín trastemporal que podría ser
el paraíso en comunión con la Diosa Gaia Sofia,
la divina madre Tierra. Vivirán en una orgía espiritual, de regreso al
origen, copulando con...
mujeres, diosas, estrellas, conversando con plantas y animales, en el siguiente grado del aprendizaje de diseño de universos. Ser es crear.
mujeres, diosas, estrellas, conversando con plantas y animales, en el siguiente grado del aprendizaje de diseño de universos. Ser es crear.
(Creer es Crear...)
Todo esto parece ser un cóctel extraordinario de creencias y proyecciones en el espejo neuroplástico de la realidad. No se puede negar que es extraordinario, particular al tecnomomento de la humanidad. La
(des)información circula como nunca, Internet es el terreno más fértil
para la construcción de sistemas de creencias, para viralizar memes y
crear sectas (algunas de ellas
podrían ser puertas ciertas, pero ¿quién puede estar seguro?). ¿Hasta
qué punto los cambios que vemos en el planeta son únicos en su historia?
¿Hasta qué punto son una burbuja de propaganda con agenda incluida? Es difícil decirlo.
Lo que
sí parece inapelable es que la tecnología está cerca de llegar a un
punto singular, en el que se pone en juego la continuación de la especie
o su mutación. Estamos al borde de poder manipular nuestro propio
código, nuesta álgebra existencial, burlar la decadencia del cuerpo,
aumentar nuestra inteligencia, rediseñar nuestra genética, al mismo
tiempo que apuntamos a un abismo de inconciencia egocéntrica que
coquetea con la aniquilación. ¿Pero tiene esto una contraparte
galáctica? ¿Es el resultado de una pauta cósmica que se refleja en el
planeta, que nos coloca entre el cielo y el abismo, en un punto único y
sin retorno?
El ex bajista de la banda Blonde, Gary Lachman, se ha convertido en un escritor relativamente notorio en el ocultismo y en el new age, defendiendo una postura sobria y escéptica.
Lachman sostiene que en varias ocasiones la humanidad ha esperado el Apocalipsis: «El
deseo de cruzar el límite de las condiciones de vida de una vez por
todas parece estar embebido en la psique y es una forma de impaciencia
histórica o evolutiva».
Lachman, sin embargo, advierte, sobre los niños de la luz de Acuario y el poder de las flores: «Expectativas
exoribitantes pueden llevar a profundas depresiones y, en un sentido
macrocósmico popular, en algunos años el amor y la paz abrazados sin
reserva por la generación hippie se volvieron ‘el sin futuro’ de los
punks».
¿Qué hacer cuando no llegue el Apocalipsis? Por lo pronto lo más sensato parece tomarlo con calma.
La
escatología muestra que existen numerosos momentos de anticipación
apocalíptica. Por ejemplo, en el año 156, el frigio Montanus declaró que
era la encarnación del Espíritu Santo, acorde al cuarto evangelio, y
que revelaría la llegada de reino de Cristo, quien descendería de forma
física del cielo (¿en un OVNI?) para transformar Frigia en una Tierra de
santos. Miles de cristianos emigraron a Frigia en espera de la llegada
del Mesías. Asimismo, como se sabe, en el año 999 se generó el primer
evento de milenarismo masivo, en el que una parte del cristianismo
anticipó el fin del mundo. También cerca del 1200 la hermandad del
Espíritu Libre, una comunidad de cristianos radicales, crearon una de
las primeras comunas hippies rechazando la propiedad privada y se
dedicaron al amor libre y al hedonismo, todo porque esperaban la
inminente llegada del fin del mundo (¿cómo saber que el Apocalipsis no llegó para los que lo buscaban?).
En 1666 el judío turco Sabbatai Zevi abandonó su autoproclamación como
mesías cuando tenía ya un enorme grupo de seguidores ante la amenaza del
Sultan Mehmet IV de hacer anatema de su doctrina.
En
el albor del siglo XIX el mago británico Aleister Crowley, después de
utilizar a su esposa como médium en un acto de magia sexual para
canalizar a un espíritu extraterrestre, anunció la llegada de un nuevo
eon, el de Horus. Un par de décadas después Alice Bailey, la continuadora de la teosofía de Helena Blavatsky, canalizando a un espíritu ascendido de la Gran Frat Blanca, dio cuerpo a la visión de una nueva era. Por esos tiempos el filósofo Walter
Benjamin, en sus ensayos “Crítica de la Violencia” y el “Carácter
Destructivo”, abogaba por la necesidad de un vehemente evento conclusivo
que restaurara el paraíso en el mundo caído. Benjamin entiende que la energía creativa es también destructiva, que la muerte es vida.
En 1974
el Apocalipsis entró en la imaginería popular con el cometa Kohoutek.
Un grupo cristiano llamado los Children of God, que estaba a favor de
“hacer el amor de forma revolucionaria”, repartió panfletos anunciando
el fin del mundo en enero de ese año.
En 1987 Jose Argüelles, el autor de un nuevo calendario maya, organizó eventos mundiales en torno a la Convergencia Armónica, una alineación astrólogica que encauzaría a la humanidad hacia la asención planetaria en diciembre del 2012.
El etnobótanico y superestrella psicodélica, Terence Mckenna, en un
viaje de hongos en la década de los setentas, habría entrevisto el
final, el escatón, un extraño atractor, punto omega, que magnéticamente
llameaba como una puerta violeta al final de la historia. Mckenna,
combinando el I Ching con matemáticas fractales, marcó el 2012 como la
fecha cumbre y luego adaptó su previsión al 21 de diciembre de 2012, en la que aparentemente acaba el calendario maya. Día, también, en el que existe, según John Major Jenkins, una nueva alineación con el centro de la galaxia, Hunab Ku, que simboliza el renacimiento:
como en el juego de pelota, el sol atraviesa el vórtice uterino de la
madre galáctica. Luego vino el 2000, el Y2K y un fuego de petate en el
cielo.
Todo
esto nos introduce a una posibilidad, que a mi juicio es aún más
interesante que el cumplimiento de una profecía o de una manipulación
histórica. Que el Apocalipsis existe en la mente. Como un drama cósmico que se reactúa. Que el 2012 es justo lo que llama Argüelles en su calendario “el encantamiento del sueño”. Un sueño entrañable en el mandala de la humanidad: la gran ficción que se amalgama con la realidad.
Consideren esta teoría:
Tal vez
la noción o deseo de revelación de Apocalipsis (to pop an Apocalypse, a
pill, a rabbit, an angel), que genera tanto fanatismo y psicosis sea
consustancial a la percepción del universo, justamente la penetración
del velo (la fulminante desnudez de Isis).
No porque el Apocalipsis esté escrito en una fecha futura, profética, escritura celeste, sino
porque es una transmutación de la la eternidad, un asomo de la
inexistencia del tiempo o presente perpetuo que encierra, como un
fractal, la historia entera del universo; una irradiación del paradisíaco jardín hiperespacial entrevelado en cada átomo del universo.
No porque el Apocalipsis nos aguarde en el futuro, como un extraño atractor, sino porque todos los instantes son el Apocalipsis. ¿Es
posible que más allá de los ciclos naturales de la galaxia, del Sol, de
la Tierra y del mismo ser humano, y sus diferencias cualtitativas, el
mítico retorno de la Edad de Oro sea la representación del vislumbre de
la eternidad?
El fin del mundo ya sucedió, verlo, como ver el espíritu en todo su esplendor en el cuerpo que muere, es la edad dorada:
porque
vemos que morimos y nos damos cuenta de que seguimos vivos:
redescubrimos que ya somos todo (el Uno y el Otro) y nunca podríamos
dejar de serlo.
“El
chamán es alguien que ha visto el final”, dice Terence Mckenna, y por
eso toma su lugar sin ansiedad, mientras la trama se desenvuelve. No existe ansiedad en la visión del final, no solo por saber qué va a pasar, sino por saber que el final es el principio. La serpiente Ouroboros también tiene en la cola el Logos.
El
Apocalipsis es el eterno retorno del Big Bang en el fractal del
universo: el hombre, y en ese sentido es deseable, como rueda cósmica de
creación. De conciencia que nosotros creamos el universo. Fuiste tú.
El acto de destruir el mundo
sucede en el mismo instante de crearlo
Y
sin embargo, cuando no llegue el Apocalipsis, hay que celebrar: que
seguimos aquí, que aunque no nos hemos convertido en el director de la
película, al menos los guionistas no nos han matado en el primer acto
dramático presionados por los ejecutivos para insertar pirotecnia y
persecuciones. La trama cada vez se vuelve más compleja e interesante,
los personajes se vuelven multidimensionales. Los guionistas empiezan a
aceptar nuestras recomendaciones, se retroalimenan de nosotros, nos
dejan improvisar los diálogos.
Celebrar:
porque puedes tener tu propio Apocalipsis (tu joystick, tu joyride a la
velocidad de la luz) y no el que creías tenían pensado para ti. Es tu
derecho divino: decidir, diseñar y poetizar conforme a los prinicipios
estéticos del cosmos la forma en la que despiertas del sueño.
"Dentro del corazón, se encuentra la verdad. Y la verdad es Luz"
Gracias a la página amiga: http://lasendadebaraka.blogspot.com.es/2012/06/2013-el-apocalipsis-existe-pero-esta.html
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