VIAJE ASTRAL: LA MAESTRA HABASIS HAN-AMEC

         En las Escuelas del Conocimiento de Hab y Ssinia ( Etiopía ), daban a sus alumnos los alimentos adecuados para las enseñanzas que recibían, y así de la misma manera que un deportista se alimenta de un régimen para fortalecer aquello que necesita, allí se trataba de que los alumnos estuvieran en armonía en el  interior de su cerebro, por ello también les daban zumos de frutas y el agua que necesitaban, pero también carne y semillas, hojas de verduras frescas, frutos, cortezas y también aquellas raíces que tenían lo necesario para la vida.

    El hecho de estar en un sitio apartado, las montañas con lugares donde apenas podía llegar alguien que no fuera los que ellos mismos quisieran, les ponía dificultades para tener alimento para niños, comprendidos en edad de crecer, de los siete a once años y en un total de más de doscientos, por escuela y había cuatro de ellas, pero tenían resuelto el tema porque entre los Maestros había quien se dedicaba a hacer la compra es decir a materializar aquello que necesitasen.

VIAJE ASTRAL    

    Yo, Han-Amec quiero decir por escrito que doy testimonio de que todo lo que se lee es la verdad tal y como ocurrió y que si yo os la cuento ahora es por que así interesa, pues ocurrió hace ya mucho tiempo y que también sólo os cuento aquello que me interesa, y no la totalidad de las cosas, pues como sabéis siempre se hacen las cosas por un motivo, y este en muchas ocasiones no es rebelado.

    Tenía yo treinta y dos años cuando ocurrió lo que voy a contaros y fijaros que aunque parezca toda una imaginación, una irrealidad fue la verdad, vivida en un mundo que no es el físico, pero no por eso deja de ser una realidad.

    Yo había terminado el trabajo de la mañana, en un día de calor del verano y como sabéis y como es costumbre en el campo a determinada hora de la mañana se hace un espacio de tiempo para comer y también para descansar, luego se sigue como si nada hubiera pasado, pero ese tiempo es fundamental para el cuerpo físico y también para el cuerpo energético interior.

    Desde hacía mucho tiempo esa hora del descanso se hacía cuando el sol estaba en vertical que se suponía que era la mitad de la jornada que se empezaba antes de la salida del sol y se terminaba después de la puesta del sol, así que la mitad cuando está encima de nuestras cabezas, y la rama horario que se utilizaba no producía sombra ninguna.

    Es posible que los que hayáis vividos en el medio rural conozcáis estas cosas, pues se tiene que conservar ya que forman parte de la naturaleza, pero los del mundo urbano también es posible que nunca hayan escuchado el reloj de sombra que se hacía con un palo.

    Para empezar bien os diré lo siguiente, el jefe del lugar cuando iba una cuadrilla a trabajar en el campo, y era ese el caso que os estoy contando, en un lugar y delante de todos limpiaba un pequeño trozo de terreno lo alisaba y ponía en su centro un palo recto y limpio.

    Cuando el sol había salido, es decir que ya daba su luz directamente el jefe de la cuadrilla hacía una señal y así trascurría todo el día de tal manera que al final veíamos cómo la sombra de aquel palo se hacía la fuerza del trabajo, el palo llegaba a ser un poder,  el amo de todos, nosotros incluido el jefe de la cuadrilla, de tal manera que cuando el palo estaba en el otro extremo completo entonces el trabajo había terminado.

    Ocurría que si lo hacéis de otra manera, los días de verano que son más largos trabajáis más, mientras que si os guiáis a la regla del palo, cuando sale, da la sombra a un lado, y cuando se mete el sol da la sombra al otro lado, y así en medio de comer era cuando no tenía sombra, y alguno me dirá que claro que...

eso mismo ocurre cuando es verano y cuando es invierno, y yo le diré que si, pero a distinta hora se me olvidó decir, que el jefe de la cuadrilla cuando hacía la primera sombra dividía el redondel que había marcado en doce cuadrillas y así determinada cuando se tenía que terminar los tajos porque los mandaba por cuadrilla y también cuando se tenía uno que marchar, a otro lugar.

    Pero como veo que no todo ha quedado claro lo voy a aclarar, veréis hechas las divisiones que siempre como es natural saldría mal, sino se llevase una rueda con los aros bien reglados y en el centro de la rueda se situase el palo en vertical, veréis que cada cuadrilla era también un jornal, de tal manera que si se trabajaba mucho o poco se tenía que pagar el jornal, ya se que en algunos sitios los explotadores hacen lo contrario el trabajo a destajo, pero entre vecinos que quieren seguir conviviendo se hace a jornal, y si alguno no lo cumple bien, sabían que no se le llamaba para la próxima tarea.

    En aquella ocasión pues, yo estaba trabajando en el campo con una cuadrilla compuesto de hombres y mujeres, pues cuando hacía falta no había ninguna distinción de personas, todos éramos igual y cuando el jefe de la cuadrilla que normalmente era el más anciano y también al que todos respetaban ya que el campo era de todos, y había sido plantado por todos, pues éramos una Comunidad, el jefe de la cuadrilla o de los vecinos como queráis llamarlos, había dicho que se tenía que descansar, era el tiempo de calor.

    Cuando hace calor el cuerpo tiende a sentirse extraño pues lo natural es que funcione bien dentro de unos límites de temperatura, pero cuando esta sube más de esos límites el cuerpo  empieza a sentirse cansado y con ganas de estar tumbado, y a la sombra y donde corre el aire, y también con un botijo (como vosotros lo llamáis) al lado para reponer el agua que se va por el sudor.

    Habíamos comido todos juntos, entre corros pues había bastante gente y yo como mujer que vivía sola pues era viuda y mi hijo en aquellos momentos no se encontraba con nosotros en la Comunidad, pues estaba de viaje por tierras lejanas que vosotros conocéis como la India.

    Comimos, nos refrescamos un poco, hablamos y luego buscamos un sitio entre algunos arbusto que no dieran sombra para descansar un poco del sueño que siempre entra después de la comido en  verano y en el campo así fue como yo me aparté unos metros y encontré un lugar que para mi era un sitio ideal, pues la experiencia que tuve fue desde luego motivado en parte por el lugar que me encontraba.

    Cuando me acosté notaba un agradable olor que salía de los vegetales que me rodeaban y me quedé dormida y no se cuantos minutos habrían transcurrido  cuando me encontré levantada, estaba de pie y todo era hermoso y los vegetales tenían un color distinto, salía un ligero resplandor de ellos y miré y me asusté había una mujer en el lugar donde yo había estado durmiendo y mirándola  con cuidado me di cuenta de que era mi propio cuerpo físico, y entonces me miré a mi misma y me vi, resplandeciente, mas guapa, más joven, más fuerte, más alta, y con el pelo más largo, era mi cuerpo energético que había salido.

    Aquello me asustó pues aunque algunas veces si conocía a alguien que había contado alguna experiencia similar, y  no las había creído, ver que el Cuerpo energético que todos tenemos dentro va a salir del cuerpo físico, se va a dar una vuelta y volver luego, aquello a mi me había sonado a cuento de hoguera.

    Pero yo me encontraba fuera, estaba totalmente espabilada y me encontraba perfectamente de salud, intenté hacer algo que todos tenemos por costumbre cuando tenemos algún tipo de problema de realidad, pellizcarme y lo intenté, pero no lo conseguí, no tenía cuerpo físico y esa costumbre era física.

    Ocurrió que miré en todas direcciones y pensé y en ver a mis compañeros,  sin saber cómo me vi trasladándome en dirección a donde estaban y atravesando los arbustos que allí había, y que normalmente me hubiera tenido que agachar en varias ocasiones para no ser herida por las ramas.

    Estaba delante de mis compañeros, y los veía desde arriba un poco y me miré a los pies y me vi que estaba como a medio metro por encima del suelo y mis compañeros estaban unos durmiendo, otros a medias y más lejos había unos cuantos que estaban hablando de dormir, y me acerqué a ellos en el acercar yo creía que iba caminado, pero en realidad iba volando, mis piernas no se habían movido y mis pies no tocaban el suelo.

    Cuando me encontré delante de mis compañeros traté de dirigirles la palabra pero esta no me salía, ellos no me veían y aunque lo intenté no pude hacer que se dieran cuenta de mi presencia, lo cual debía haber sido imposible de estar física entre ellos.

    Entonces pensé en subirme a un árbol, no sé por que, eso es una de las cosas que se tiene de la juventud pendientes en tu mente, subir a algún sitio para ver desde esa altura a los demás, y sin saber cómo, (en aquel momento no sabía que lo único que tenía que hacer era pensar para que se cumplieran las cosas),  me encontré encima de uno  de los árboles que había en aquellos contornos, no tocaba el árbol con mis pies y me mantenía derecha y no sentía ningún miedo de caerme, era como si ya me diera cuenta de que nada me podía hacer daño.

    Desde allí miré y vi muchas cosas eran magníficas, las personas que estaban rodeando el campo en donde estábamos trabajando, vi al fondo un pequeño riachuelo seco, al cual acudíamos y cavando en el fondo arenoso del río encontrábamos agua, y estando mirando sentí una sensación de peligro y desee acudir a donde estaba físicamente, y en el momento me entré dentro de él, había presentido o sentido de alguna forma que no sé explicar, que se acercaba uno de los hombres al lugar donde me encontraba durmiendo.

    El hombre al parecer buscaba un sitio para hacer lo mismo que estaba haciendo yo durmiendo o sus necesidades, pero al verme durmiendo, cambió de dirección sin molestarme, y así la sensación de peligro que había sentido y que me había hecho volver instantáneamente según lo pensé, pasó.

    Esto me tranquilizó, sabía que si esto lo confirmaba en otra ocasión, cuando alguien se acercara a mi cuerpo físico, esta sensación me avisaría y volvería rápidamente antes de que el peligro llegase, ignoro si es que cuando el cuerpo energético está fuera del cuerpo físico, en éste se pone en marcha algún sistema de detección de peligro que normalmente no se tiene activado, pero es así, lo he confirmado varias veces.

    Ocurrió que sentí la necesidad de volver al cuerpo físico, y así sin pensarlo, me encontré abriendo los ojos del mismo, estaba dentro y era totalmente consciente, no estaba adormilada como ocurre en algunas ocasiones en verano cuando se queda con el sueño de después de comer.

    Era la hora de volver a trabajar y me había levantado y despertado por mí misma, y al poco, el Jefe de la cuadrilla nos llamó a todos para seguir el trabajo, pues la sombra había marcado ya otro doceavo y había que seguir.

    En un principio pensé que todo había sido un sueño, cuando el hombre que se acercó a mí, me dijo que me había visto cuando estaba dormida, pues buscaba un sitio apartado y casi me pisa, aquello me dejó con dudas y le pregunté que me explicase que había ocurrido, y él dijo, nada no tiene importancia, buscaba un sitio reservado y cuando entré entre los matorrales, te vi durmiendo, seguí y nada más.

    Aquello era exacto a lo que recordaba pero que recordaba con todo detalle lo que había visto, y el jefe de la cuadrilla me llamó diciendo que fuera a despertar a dos que al parecer no lo habían hecho y me acerqué y vi que eran los que yo mismo había visitado antes, y sabía donde estaban y eso no podía ser, pues una de las primeras en retirarme había sido yo. ¿Cómo sabía donde estaban?, y cuando los vi y loa reconocí, pues los durmientes podían haber sido cualquiera.

    Aquello me llenó de dudas y sólo al cabo de unos cuantos días  se volvió a repetir la experiencia si es que así se puede llamar, pero en esta ocasión fue completa larga y sin problemas, habíamos terminado el trabajo del campo y teníamos un día de descanso para el cuerpo físico y el  energético, y aquel día ya habíamos hecho por el cuerpo físico con el baño, y la comida y ahora teníamos que dejarlo descansar y es el momento de hacer lo correcto por el cuerpo energético.

    Me encontraba en mi cabaña y me tumbé y me quedé dormida y al poco tiempo de estar dormida, me encontré otra vez fuera de mi cuerpo y en esta ocasión como ya había ocurrido antes fue mucho más fácil, pues la experiencia enseña, y ocurrió que me di cuenta de que no tocaba el suelo, y tampoco podía tocar mi propio cuerpo aunque cuando lo intenté sentí un cosquilleo, como si una pequeña descarga de energía surgiera entre mi mano y el cuerpo, pero esto ya es otra historia.

    Quiero exponer que cuando uno sale de forma natural es una maravilla, pero algunos quieren hacerlo siendo ellos los conductores de la experiencia, y entonces es peligroso, pues ellos si están viendo y sintiendo fuera lo que ocurre no están cuidando el cuerpo físico, y tampoco conocen los peligros de las energías  para poderse defender, cuando es natural, los instintos funcionan y evitan todo peligro.

EL NIÑO VOLADOR

    Un niño se encontró volando fuera de su cuerpo, y sintió tanta felicidad que tan solo hacía que disfrutar, y así subía y bajaba y pasaba cerca de las cosas, pero llegó un momento en que entendió que aquello no era natural y que sería mejor poner las cosas claras, y pensó en sus padres y al punto los vio, y fue tremendo pues estaban muertos en la carretera, y vio su cuerpo a su lado destrozado, y sintió miedo, pero alguien le puso la mano en el hombro y le dijo te buscábamos nos vamos, deja los cuerpos físicos, ahora viviremos como seres de luz, y los padres y él subieron al lugar donde ahora viven