Gibraltar.
TARTESSOS EN EXTREMADURA: EL PALACIO SANTUARIO DE CANCHO ROANO
Foto Emilio
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Foto Emilio
Al final de la Edad del Bronce las poblaciones del sudoeste de la Península Ibérica se enriquecen y empiezan a dar muestras de su capacidad de atesorar bienes y de dominar sus territorios. El contacto con los fenicios a partir del siglo IX a. C. impulsa su evolución cultural e introduce el estilo orientalizante en sus manifestaciones artísticas. Cádiz fue la principal colonia fenicia en la fachada atlántica, fundada por mercaderes procedentes de Tiro, y la clave de transformación de las regiones de su entorno que entre las comunidades fenicias y tartésicas.
plataforma de piedras con paredes de adobe. La fachada principal se retranquea y, justo delante, el pavimento se realiza mediante mármol de color azul. Esta zona ha dado gran cantidad de materiales cerámicos, entrada a el área de sacrificios y ofertas. Hay una crujía central, con dos muros de carga y un pilar que sustenta gran parte de la techumbre. Dicha crujía sería el espacio sagrado del edificio (el adython).
Para leer más del Santuario Tartessico de Cancho Roano:
http://www.extremaduraclasica.com/arqueologia/cancho_roano/index.html
La principal duda que puede surgir respecto al mundo Tartéssico era hasta que punto se puede considerar la cultura orientalizante u oriental. Pasaremos a analizar a continuación diversos aspectos que nos pueden plantear dudas sobre esto.
Uno de los hechos que nos plantea esta duda es la descripción de cómo tiene que ser un templo que encontramos en Ezequiel 45:
Ezequiel 45
1.Cuando os repartáis por sorteo esta tierra en heredad, reservaréis como ofrenda para Yahveh un recinto sagrado de la tierra, de una longitud de veinticinco mil codos por una anchura de veinte mil. Será sagrado en toda su extensión.
2. De aquí se tomará para el santuario un cuadrado de quinientos codos por quinientos, alrededor del cual habrá un margen de cincuenta codos.
3. También de su área medirás una longitud de veinticinco mil codos por una anchura de diez mil: aquí estará el santuario, el Santo de los Santos.
4. Será el recinto sagrado de la tierra, destinado a los sacerdotes, que ejercen el ministerio del santuario y que se acercan a Yahveh para servirle. Para ellos será este lugar, para que construyan sus casas y como lugar sagrado para el santuario.
5. Un terreno de veinticinco mil codos de largo por diez mil de ancho será reservado a los levitas, servidores de la Casa, en propiedad, con ciudades para vivir.
6. Y como propiedad de la ciudad fijaréis un terreno de cinco mil codos de ancho por veinticinco mil de largo, junto a la parte reservada del santuario: esto será para toda la casa de Israel.
7. Al príncipe le tocará, a ambos lados del recinto de la parte reservada para el santuario y de la propiedad de la ciudad, a lo largo de la parte reservada para el santuario y de la propiedad de la ciudad, por el lado occidental hacia occidente, y por el oriental hacia oriente, una longitud igual a cada una de las partes, desde la frontera occidental hasta la frontera oriental
8. de la tierra. Esto será su propiedad en Israel. Así mis príncipes no oprimirán más a mi pueblo: dejarán la tierra a la casa de Israel, a sus tribus.
Como se puede ver esta descripción coincide con la descripción del templo de Cancho Roano, surgiendo la pregunta de cómo es posible que una descripción de un templo de Israel se pueda encontrar en Extremadura:
1. Me llevó a la entrada de la Casa, y he aquí que debajo del umbral de la Casa salía agua, en dirección a oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia oriente. El agua bajaba de debajo del lado derecho de la Casa, al sur del altar.
2. Luego me hizo salir por el pórtico septentrional y dar la vuelta por el exterior, hasta el pórtico exterior que miraba hacia oriente, y he aquí que el agua fluía del lado derecho.
3. El hombre salió hacia oriente con la cuerda que tenía en la mano, midió mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta los tobillos.
4. Midió otros mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta las rodillas. Midió mil más y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta la cintura.
5. Midió otros mil: era ya un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido hasta hacerse un agua de pasar a nado, un torrente que no se podía atravesar.
6. Entonces me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?» Me condujo, y luego me hizo volver a la orilla del torrente.
7. Y a volver vi que a la orilla del torrente había gran cantidad de árboles, a ambos lados.
8. Me dijo: «Esta agua sale hacia la región oriental, baja a la Arabá, desemboca en el mar, en el agua hedionda, y el agua queda saneada.
9. Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra esta agua lo sanea todo, y la vida prospera en todas partes adonde llega el torrente.
10. A sus orillas vendrán los pescadores; desde Engadí hasta Eneglayim se tenderán redes. Los peces serán de la misma especie que los peces del mar Grande, y muy numerosos.
11. Pero sus marismas y sus lagunas no serán saneadas, serán abandonadas a la sal.
12. A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda clase de árboles frutales cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán: producirán todos los meses frutos nuevos, porque esta agua viene del santuario. Sus frutos servirán de alimento, y sus hojas de medicina.»
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