¿Qué crédito tienen los premios Nobel, premio P. de Asturias y otros internacionales?
¿Les podemos exigir que devuelvan los premios?
¿Podemos seguir respetando a los Jurados de estos premios y a quienes lo reciben?
¿Cuántas mentiras de alcance mundial, nos hemos tragado y no conocemos?
PREMIO NOBEL, PRINCIPE DE ASTURIAS Y OTROS...
El filósofo italiano Domenico Losurdo ha denunciado en nuestras columnas el uso manipulador que hace el jurado del premio Nobel de la Paz para apoyar la agenda ideológica del imperialismo. Un simple vistazo a los últimos ganadores laureados de este premio permite de darnos cuenta el carácter sistemático de esta manipulación.Los laureados del premio Nobel de la Paz después del 11 de Septiembre
2003
Shirine EbadiPara hacer subir la presión contra Irán 2004
Wangari Muta MaathaiPara hacer subir la presión contra Kenia y otros países africanos que buscan vínculos o se acercan de China 2005
AIEA et Mohamed ElBaradeiPor haber neutralizado Hans Blix y haber permitido la guerra contra Irak 2006
Muhammad Yunus y la Grameen BankPor haber financiarizado la pobreza prestando dinero a los extremadamente pobres y otras personas no solventes a una tasa de cambio dos veces más alta que la del mercado 2007
GIEC y Al GorePor haber inventadodefecto de software del año 2000 y para justificar el financiamiento de la ecología y la Bolsa de Valores y el negociado que resulta de los derechos de emisión de gases CO2 2008 Por haber hecho fracasar las negociaciones con la República de Serbia y haber justificado la guerra del Kosovo 2009
Barack ObamaPor haber dado un nuevo look a los EEUU continuando al mismo tiempo las guerras imperiales 2010
Liu XiaoboPor haber hecho subir la presión contra China
http://www.voltairenet.org/article167221.html
http://www.voltairenet.org/article167313.html
Domenico Losurdo
Ignorando las instrucciones que dejara el propio Alfred Nobel, el jurado del premio Nobel ya no está recompensando el coraje en el trabajo por la paz sino la utilidad mediática al servicio del imperialismo. La lista de los más recientes laureados con ese premio no es más que una...enumeración de personalidades que sirven de coartada a la aplicación de políticas coercitivas y de pretexto para justificar las guerras. El más reciente es el premio Nobel de la Paz de 2010, concedido a un «disidente» chino como medio de justificar la política de containement en contra de China, señala el filósofo Domenico Losurdo.
En un artículo publicado en Quartely Essay y del que se adelantaron algunos aspectos en el The Australian, Hugh White lanzó un llamado de advertencia sobre una serie de inquietantes procesos actualmente en marcha:
ante el ascenso de China, Washington está respondiendo con la tradicional política de containment (se puede traducir como política de contención), mediante el amenazante fortalecimiento de su potencial y sus alianzas militares.
El autor de esta advertencia está lejos de ser un don Nadie. Tiene en su aval una larga carrera como analista en cuestiones de defensa y de política exterior y forma parte, en cierta forma, del establishment intelectual. No por casualidad su artículo ha desatado un debate nacional, en el que también ha participado la primera ministra, Julia Gillard, quien ha reafirmado la necesidad del vínculo privilegiado con Estados Unidos.
China, Irán y Palestina
«China no sólo es un país que viola los derechos humanos. Es también un país que apoya y ayuda a numerosos regímenes que los violan, como los que están en el poder en Sudán, en Birmania, Corea del Norte, Irán…»
Agregó además que es un país responsable de la «gran explotación de los obreros». Por lo tanto, hay que boicotear «los productos chinos» y «limitar al máximo los intercambios económicos y comerciales con China» [1].
Entonces, ¿por qué se le otorgó el «Premio Nobel de la Paz» en 2003 a Shirin Ebadi? Se le dio ese premio a una señora cuya visión de las relaciones internacionales es maniquea. En su lista de violaciones de los derechos humanos no hay cabida para Abu Ghraib ni para Guantánamo, ni para los bombardeos y guerras desatados con pretextos falsos y mentiras, ni para el uranio empobrecido, ni para los embargos con características genocidas que desafían a la aplastante mayoría de los miembros de la ONU y de la comunidad internacional…
¿Quisieron acaso recompensar así a una activista que, no en el plano internacional pero sí al menos dentro de Irán, afirma ser una defensora de los derechos humanos?
De ser esa la intención de los señores de Oslo, habrían tenido que darle el premio Nobel a Mohamed Mosadegh, el hombre que, a principios de los años 1950, se comprometió a construir un Irán democrático pero que, por atreverse a nacionalizar la industria petrolera, fue derrocado mediante un golpe de Estado organizado por Gran Bretaña y Estados Unidos, los mismos países que hoy se erigen en campeones de la «democracia» y de los «derechos humanos».
¿Por qué le dieron entonces el «Premio Nobel de la Paz» a Shirin Ebadi en 2003?
Atribuir un reconocimiento a una militante palestina hubiese sido una verdadera contribución a la causa de la distensión y de la paz en el Medio Oriente.
Es difícil calificar de «no violento» a Obama, el líder de un país que está metido en varias guerras a la vez y que gasta en armamento, él sólo, tanto dinero como todos los demás países del mundo juntos.
En todo caso, en Palestina no escasean los «no violentos», y son no violentos todos los militantes que desde todo el mundo llegan a Palestina para defender a sus habitantes contra una abrumadora violencia y que han sido incluso aplastados por los tanques o los buldózeres del ejército ocupante.
Luego de la consagración y la transfiguración de Liu Xiaobo, el presidente estadounidense intervino rápidamente, y pidió la liberación inmediata del «disidente».
¿O por qué no presiona al menos a favor de la liberación de los innumerables palestinos, que a veces son apenas adolescentes, encarcelados por Israel, como reconoce incluso la prensa occidental, en espantosos complejos carcelarios?
Los señores de Oslo, Estados Unidos y China
La administración estadounidense se apresuró inmediatamente a bloquear la difusión de más detalles y, sobre todo, de las fotos.
- Theodore Roosevelt, el mismo que estimaba que el único indio «bueno» era un indio muerto;
- Henry Kissinger, el protagonista del golpe de Estado en Chile y de la guerra de Vietnam;
- James Carter, el promotor del boicot contra los Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980, y de la prohibición de exportar trigo a la URSS cuando la intervención en Afganistán contra los freedom fighters musulmanes; y
- Barack Obama, quien ahora interviene contra los freedoms fighters –convertidos entretanto en terroristas– y utiliza contra ellos una monstruosa maquinaria de guerra.
en 1989, le entregaron el «Premio Nobel de la Paz» al 14º Dalai Lama, quien abandonó China hace ya 30 años;
- en 2000 le dieron el Nóbel de literatura a Gao Xingjan, escritor que ya por entonces era ciudadano francés;
- en 2010 le otorgan el «Premio Nobel de la Paz» a otro disidente que, después de haber vivido en Estados Unidos e impartido clases en la Universidad de Columbia, regresa a China «rápidamente» [2] para participar en la revuelta (ciertamente no pacífica) de la Plaza Tiananmen.
«Nosotros los chinos, tan brutales» [3]. O sea, para los señores de Oslo la causa de la paz está representada por un país (Estados Unidos) que se cree a menudo investido de la divina misión de guiar el mundo, que ha instalado y sigue instalando amenazadoras bases militares a través de todo el planeta.
recordemos que las guerras del opio fueron elogiadas en su época por J. S. Mill como una contribución a la causa de la «libertad» y del «comprador» además de la del vendedor (de opio), mientras que Tocqueville la presentaba como una contribución a la causa de la lucha contra el «inmovilismo» chino.
Por muy nobles que sean sus intenciones, el comportamiento real de los señores del «Premio Nobel de la Paz» sólo merece hoy en día el Nóbel de la guerra.
Domenico Losurdo
Filósofo e historiador comunista, profesor en la universidad de Urbino (Italia). Última obra publicada en francés: "Nietzsche philosophe réactionnaire: Pour une biographie politique".
Original: http://www.voltairenet.org/article167219.html
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