"A relaxing café con leche" es un hit
Cabía esperar que lo de Madrid y el sueño olímpico fuera como esa pareja que siempre está volviendo: cuantos más fracasos acumula el binomio, menor es la empatía que genera entre el público. Pero eso solo no explica la épica que se empezó a escribir en las redes sociales el jueves, cuando Ana Botella, autoproclamado icono de la tercera intentona de Madrid por albergar unos Juegos Olímpicos, se coló en la lista de lo más comentado en Twitter, donde...
permaneció casi ininterrumpidamente hasta el domingo. Hace falta añadir otro factor al infausto furor que ha convertido a la candidatura madrileña en uno de los acontecimientos del año en las redes sociales españolas, y es la desazón de un no pequeño y desencantado grupo de la población española que ha visto en la decisión del Comité Olímpico Internacional la confirmación que menos necesitaba escuchar: que los que están fuera ven España igual que los que están dentro.
La cosa empezó en broma el viernes cuando un vídeo realizado por el programa El intermedio, de La Sexta, subrayó las dificultades de Ana Botella con el idioma. El documento recogía la serie de catastróficas desdichas que acontecieron a la alcaldesa de Madrid, que se ponía los casos para escuchar la traducción del español al inglés pero no para escucharla del inglés al español, y convirtió en eslógan uno de los traspiés más graves de una figura pública española con el idioma de Shakespeare: el No listen the ask, que el presidente del Comité Olímico Español, Alejandro Blanco, dirigió a un periodista, acaso la versión más desafortunada y macarrónica del I can't hear your question que pretendía decir.
Ana Botella, tras presenciar la presentación de Tokio, le dijo a uno de los miembros del COI: "What a level, Maribel!", y se carcajeó muchoEl asunto del inglés se volvió más azaroso el sábado, cuando Ana Botella defendió la candidatura de su ciudad con un discurso memorizado fonéticamente en el que se resaltaba que Madrid no era solo confortabol (comfortable, por agradable, en ese contexto) y tenía una biutiful arquitecchur (beautiful architecture, por bonita arquitectura), sino que la capital es fan (fun, divertida). Cabe suponer, y esto no es una afirmación científica, que de si algo está harto ese grupo poblacional que se siente asfixiado por la corrupción, el desempleo y los recortes es, precisamente, de ser un país divertido. Oírlo en un discurso que exponía al mundo entero la llaga abierta del idioma, interpretado con gestos forzados rayanos en lo ingenuamente infantil, viniendo de alguien a quien el ojo público no suele vincular con la calle madrileña, no sentó bien.
— Quique Peinado (@quiquepeinado) September 8, 2013
Ana Botella se olvidó de decir al final de su discurso I'M MUZZY!!!...
— Ignatius Farray (@IgnatiusFarray1) September 8, 2013
-Hola, soy Ana Botella. ¿Aquí enseñan inglés? -If, if, between, between. #clásicosEntre las incomparables ventajas de Madrid estaba, según el discurso, la posibilidad de saborear "a relaxing café con leche in Plaza Mayor": no hubo forma más efectiva de representar todo lo que había irritado al público de ese discurso que con esa visión buenista, simplista, macarrónica y bienintencionada de la vida madrileña. No es descabellado pensar que si el resto del contexto hubiera sentado mejor -si la imagen pública de Botella hubiera permitido apreciar mejor su esfuerzo, si Madrid no fuera simplemente fan-, el guiño hubiera funcionado. Pero para un grupo de habilidosos españoles no funcionó y el hecho de que no funcionara lo convirtió de inmediato en un resumen de todo cuando había de inverosímil en las apiraciones olímpicas españolas. El volumen de bromas que ha dado de sí no se conocía desde el #findelacita de Rajoy.
— ¡Jaime Rubio! (@JaimeRubio) September 8, 2013
¿Tomar una relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor? A ver si Ana Botella va a ser de Gibraltar y no lo sabe...El discurso no tiene, lógicamente, ni la mitad de efectividad por escrito, como suele pasar con gran parte de las bromas que se propagan en Twitter, de lo que oído, con su entonación, con el sublime todo de tensión en la voz de quien lo pronuncia, con la musicalidad de toda perorata bien aprendida. De ahí de que las versiones más exitosas hayan sido las remezclas de la voz de Botella con el bombo a negras de fondo, como la maravillosa:
— Arezno (@Arezno) September 8, 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario