Susana Díaz promete ser fiel a sus votantes y seguir adelante con la corrupción
¡Voy a seguir robándote y lo sabes!
Tras el escándalo de los ERE, el PSOE vuelve a ganar en Andalucía. No se veía a alguien robar con tanta clase desde Lupin (el ladrón más elegante, que se pueda imaginar).
Susana Díaz ha conseguido 47 escaños, igualando los resultados que consiguió Griñán en las elecciones de 2012. 47 escaños tras casos y casos de corrupción. En los 80 fue el intento de pelotazo de Costa Doñana, en los 90 las comisiones del caso Ollero, en los 2000 fueron los chanchullos de los hermanos Chaves y en los pasados años, los ERE, UGT y el Caso Malaya. ¡Maldita sea! ¡¿Qué tiene que hacer un socialista para dejen de votarle en Andalucía?! ¡¿Orinar sobre la bandera verdiblanca, dibujarle un pene con rotulador en la mejilla a la Virgen de la Macarena, hacer campaña rapeando… en catalán?!
Por su parte, el PP se ha dado un morrazo que ha temblado hasta el suelo de Génova. Aun así, sigue siendo la segunda fuerza más votada. Podemos y Ciudadanos ya se estaban repartiendo las... llaves del gobierno. Habían introducido el cadáver del bipartidismo en el ataúd, cavado un hoyo en el cementerio del pueblo y arrojado el féretro dentro. Pero antes de que pudieran ir a celebrarlo, antes siquiera de la hora de la siesta, una mano emergía de la tierra y le agarraba un tobillo a Pablo Iglesias, otra mano rompía el féretro y aprisionaba la pierna de Albert Rivera y, como un resorte, el zombie bipartidista se levantaba de la tumba para volver de entre los muertos y gritar unas palabras aterradoras: «¿Ande va, kiyo? ¡Amoh a tomá una cañitah!»
Decía Julio Anguita que “la gente que vuelve a votar a los ladrones es responsable de lo que está pasando”. Pero bueno, Julio Anguita también creía que Stalin tiraba pedos de arcoíris. En cualquier caso, da miedo pensar que, tal vez, el problema no sea la casta, sino los que la eligen.
.png "English"){kind=small}
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario