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Juan Manuel Moreno Bonilla |
La prensa de la derecha fiel, reparte "estopa" a Rajao:
Jaime González lo dice alto y claro:
“Varapalo al PP”. Para este columnista, el resultado del PP “es un rotundo fracaso” y cualquier variable numérica sirve de argumento: 17 escaños perdidos y la fuga de un tercio de votos”.
“Ese 26% cosechado por el pobre Moreno Bonilla, hechura de los sorayos, arenos, moragos, arriolos y marianolos, es la birria que le dan al PP todas las encuestas de intención de voto nacional, añade, antes de advertir que “el PP va a presentarse a las generales con pocas esperanzas de igualar el número de escaños de la derecha antes de Aznar: los 105 escaños de Fraga y 12 o 13 de UDS-CDS.
Afirma que Rajoy andará ahora diciéndole a los suyos “que las cosas mejorarán a partir de ahora, conforme vaya calando en la opinión pública la percepción de la bonanza económica, y que, bien mirado, el bipartidismo ha salido de la contienda mejor librado de...
lo que algunos esperaban (…) Ese es Rajoy: el fumador de habanos que camina, de sonrisa en sonrisa, hacia la debacle final”.
da la estocada a Rajoy: “La gran cuestión que deben dilucidar en Génova y en Moncloa, consiste en qué hacer para que las municipales y autonómicas de mayo no sean el Waterloo del PP y se lleven por delante a Mariano Rajoy, conduzcan a un Congreso extraordinario y a un nuevo candidato a la presidencia del Gobierno. Es decir, y en otras palabras, en muy poco tiempo, el PP debe resolver la siguiente cuestión: cómo llegar a las generales del mes de noviembre -si son en noviembre- sin que Rajoy tenga que dimitir antes. Porque después de lo que ayer se vio en Andalucía, todo podría suceder el 24 de mayo próximo. Hay veces que las decisiones drásticas en política o las tomas o te las toman. Ayer, el diario La Razón explicaba a doble página cómo Rajoy no dimitiría en ningún caso y sería a toda costa el candidato popular. Excusatio non petita, accusatio manifesta”.
también ‘acribilla’ a Rajoy. “El PP recibió un primer aviso en las elecciones europeas, que nadie en la calle Génova quiso leer como la advertencia que era. Nada cambió, ni en los hechos ni en la forma de contarlos. Los meses transcurridos desde entonces han sido más de lo mismo, fiándolo todo a una recuperación que la mayoría apenas percibe en su casa y a la agitación de un fantasmagórico frente popular que no parece producir los efectos deseados. El escrutinio andaluz ha hecho sonar el segundo toque de corneta. Si el inquilino de la Moncloa continúa emulando a don Tancredo, jugando a ganar tiempo al tiempo, las Municipales y Autonómicas pueden sacarle del ruedo, arrastrando con él al paro a una gran parte de su cuadrilla”, afirma San Sebastián.
“Ha perdido la decepción generada por el modo en que se ha gestionado la mayoría absoluta en España”, espeta la columnista de ABC.
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