Del blog de rtve:
por Gabriel Herrero
el 10 Dic 2009 URL Permanente
Obama, el Comandante en Jefe, ha defendido la guerra "justa" al recibir el Nobel de la Paz. Es lo que los ingleses llaman un oximorón. Una contradicción flagrante en pocas palabras. Una incoherencia que pone de manifiesto el desprestigio en el que ha caído el premio. No hacen falta tantas florituras para pasar el mal trago. Los romanos, un pueblo práctico, lo resumían con absoluta crudeza: si vis pacem, para bellum. Si quieres la paz, prepara la guerra.
El adjetivo justo es como el chicle. Depende de quién lo masca y se puede estirar tanto como venga en gana. ¿Es justa la guerra de Afganistán ahora? ¿Es el último recurso para la autodefensa? Comprende Obama que la guerra sea impopular, pero defiende que "la creencia en que la paz es deseable, rara vez es suficiente para conseguirla". ¿De veras? ¿No será que se prostituye por otros intereses? ¿Lo desea el complejo militar industrial? ¿Es honrosa la retirada sin victoria?
Cita el Comandante en Jefe a Luther King y Gandhi. King, que también recibió el Nobel, decía que "la guerra nunca trae una paz permanente". Gandhi fue más lejos: predicó siempre la no violencia. Y con ella ganó la independencia del Imperio Británico. Pero Obama asegura que ese credo no siempre es posible o práctico. Quizás por eso él recibe el Nobel y a Gandhi nunca se lo dieron, aunque fuera nominado cinco veces.
"No hay camino para la paz, la paz es el camino",
decía el Mahatma.
Pero no queda sitio para las almas grandes. Nuestro tiempo sólo alienta las pequeñas. Y así nos va. Con la cabeza gacha.
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