no habrá más rosas, cipreses, labios bermejos ni vino perfumado
No habrá más albas ni crepúsculos, ni penas ni alegrías.
El mundo no existirá mas.
Su realidad lo es tan solo en función del pensamiento.
¡Señor, Señor: respóndenos!
Nos diste ojos y permitiste que la belleza de tus criaturas nos deslumbrase.
Nos diste el don de ser felices
¿y pretendes que renunciemos al goce de los bienes terrenales?
¡Tan imposible es esto
como invertir un cáliz sin derramar el vino que contiene!
Bebo vino como la raíz del sauce bebe agua cristalina del arroyo.
Sólo Dios es Dios y Dios todo lo sabe
-¿dices?-
Cuando me creó, sabía que bebería vino.
Si me privara de beber, la ciencia de Dios fracasaría.
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