El templo dedicado al Dios del Sol Nocturno ha maravillado no solo por
su imponente estética sino que podría también jugar un papél de gran
relevancia para el estudio de esta cultura
Un equipo de arqueólogos guatemaltecos y estadounidenses ha descubierto
en el norte de Guatemala un templo que certifica el culto que los
antiguos mayas profesaron hacia el sol.
El 'Templo del Sol Nocturno' fue hallado debajo de la impresionante
Pirámide de El Diablo, que fue creada con la intención de “Mirar y Ser
Visto” y consta de una decoración sublime.
Según los arqueólogos, el Templo del Sol Nocturno “anuncia” su presencia
cuando el Sol sale por el este y se hunde en el horizonte, y representa
una danza, una “coreografía” con el Sol.
Se encuentra en el sitio arqueológico ‘El Zotz’ ( que según los expertos
significa "cueva de murciélagos" ), ubicado en el departamento de
Petén, a unos 500 kilómetros al norte de la capital guatemalteca, cuna
de la ancestral civilización maya y en la iconografía del templo se
contempla “la glorificación al sol” por parte de los mayas, ya que el
astro rey se representa en las fases de salida, esplendor y puesta del
sol, explica Edwin Román de la Universidad de Austin (Texas) que trabajó
en el proyecto.
El majestuoso Templo data del Clásico Temprano, aproximadamente entre
los años 350-400 d.C. y se ubica a 190 metros sobre el punto más bajo en
el valle de Buena Vista, y a 160 metros sobre el nivel de la plaza
principal de El Zotz, tiene trece metros de altura, y presenta múltiples
niveles que preservan la estructura interior del agresivo clima de la
selva tropical, explica el Thomas Garrison, un arqueólogo estadounidense
que trabajó en el hallazgo.
El valle de Buena Vista fue una de las rutas más importantes de comercio
entre las zonas este y oeste de la región maya de Petén, conocida
además como una ruta de conflicto dinástico, ya que está región actuó
como “amortiguamiento” entre los antiguos reinos de Tikal y Waka’.
Las
investigaciones fueron realizadas por expertos guatemaltecos y
estadounidenses, quienes afirman que el descubrimiento es sumamente
relevante por sus características.
Arqueólogos guatemaltecos y estadounidenses hallaron un templo que demuestra el culto que los antiguos mayas tuvieron hacia el sol.
El “Templo del Sol Nocturno“, fue descubierto en el sitio arqueológico El Zotz, el cual se localiza en el departamento de Petén, a 500 kilómetros al norte de la capital de Guatemala.
Durante la presentación del hallazgo en el Palacio Nacional de la Cultura de la capital guatemalteca, el arqueólogo estadounidense, Thomas Garrison, explicó:
“El Templo del Sol Nocturno es una subestructura de la pirámide de El Diablo. Se trata de una escultura increíble por su arte y función para honrar al sol“.
Además de la participación de Garrison,
de la Universidad de California (EE.UU.), en las actividades
arqueológicas contaron con el trabajo de Stephen Houston de la Brown University y Edwin Román de la Universidad de Austin (Texas).
El experto detalló que el templo
se ubica a 190 metros sobre el punto más bajo en el valle de Buena Vista
y a 160 metros sobre el nivel de la plaza principal de El Zotz,
cuenta con trece metros de altura y posee múltiples niveles que
preservan la estructura interior del clima de la selva tropical.
Es sabido que el valle de Buena
Vista fue una de las rutas más importantes de comercio entre las zonas
este y oeste de la región maya de Petén, esta vía se conoce
como una ruta de conflicto dinástico, pues el área funcionó como
“amortiguamiento” entre los antiguos reinos de Tikal y Waka.
Por su parte, Román explicó que en la iconografía del templo se contempla “la glorificación al sol” de lado de los mayas y muestra cuatro fases del astro.
En la primera etapa el sol está representada por un pez, el cual aparece en el horizonte, en la segunda fase el sol del mediodía fue plasmado como “él que bebe sangre” mientras que en la tercera, el sol nocturno es identificado como un “jaguar feroz“.
Esas fases coinciden con lo hechos descritos en el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas.
“Esta pirámide fue creada con la intención de mirar y ser visto, esta pintada en un saturado rojo y desde la cual se puede observar las cresterías de los templos de Tikal“, agregó el científico.
Los trabajos de exploración arqueológica en El Zotz, (palabra que significa “cueva de murciélagos“), se ubican a 23 kilómetros de Tikal y fueron iniciados en 2006, financiados por distintas universidades estadounidenses.
Fuente: Sexenio
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