BLOG Y RADIO EN ESTADO PURO PARA MENTES ABIERTAS, CREATIVAS Y LIBRES DE ETIQUETAS.
martes, 24 de enero de 2012
ETIOPIA: LOS DOS MILAGROS DE LALIBELA "LA JERUSALEM NEGRA"
Lalibela es un milagro. Un pueblo perdido en las tierras altas al norte de Etiopía
alberga uno de los conjuntos arquitectónicos más cautivadores del
mundo: una docena de iglesias talladas en roca viva en bloques únicos
bajo el nivel del terreno. Pero lo asombroso no es eso, a pesar de que
cuesta imaginarse a los artistas del antiguo imperio de Aksum, allá por
el siglo VII, cincelando toneladas de piedra volcánica hasta lograr que
brotaran monolíticas catedrales en profundas zanjas. Lo verdaderamente
milagroso es que Lalibela ha permanecido incomunicada hasta
hace una década. Lo fascinante es que sus templos siguen en activo como
el primer día, acogiendo inmutables los ritos, plegarias y salmodias
tal y como se desarrollaban en la época de Lalibela que, aclarémoslo,
no es un lepidóptero ni una hierba aromática sino el nombre de un rey
que se llevó injustamente la gloria, ya que el complejo estaba
prácticamente terminado cuando subió al poder en el siglo XII.
El mundo no tuvo noticias de Lalibela durante siglos. El primer relato llegó a Europa por boca del capellán de la Embajada de Portugal
en 1521, pero fue excesivamente discreto. Decidió quedarse corto en su
descripción convencido de que si se ajustaba a la realidad perdería
credibilidad. La ciudad santa de los ortodoxos etíopes siguió así
sumergida en su sueño histórico hasta mediados del siglo pasado, cuando
los investigadores repararon en ella. El camino lo abrió el arquitecto e
historiador italiano Monti Della Corte tras una cabalgada de 50 horas
en mula. En 1965 se crea el Fondo Mundial de Monumentos y elige la
restauración de las iglesias de Lalibela para su... proyecto inaugural. Los
cibercuriosos pueden ver el escaneado en tres dimensiones que hizo el
organismo el pasado año: www.wmf.org/video/3d-laser-scanning-churches-lalibela-ethiopia.
Las
iglesias se remozaron, pero solo para contemplación del puñado de
privilegiados que lograba romper el aislamiento. Hasta hace una década
no había una carretera asfaltada capaz de resistir los impulsos
destructores de la estación de las lluvias. Después se construyó un
pequeño aeropuerto que acoge a 120 viajeros al día, los que caben en el
bimotor turbohélice que hace el trayecto diario desde Addis Abeba.
Con el fin de los viajes
mulares, Lalibela se ha convertido en un secreto a voces. El goteo de
visitantes ha despertado a los perillanes. Y mientras la moneda etíope
se devalúa para alentar las exportaciones y propiciar que la economía
siga creciendo a ritmo de dos dígitos (todo un lujo para uno de los
países más pobres de la tierra), en Lalibela la inflación es
disparatada. Hace un año la entrada al complejo monástico costaba 200
birr. Ahora ya son 350. Hace un año, el guía quedaba satisfecho con 150
birr. Ahora nadie se despereza por menos del triple.
Las
buenas noticias llegan al calcular el cambio. Un euro equivale a 25
birr (así que la entrada sale por 14 euros) y se puede comer (alimentos
reconocibles) por menos de 4 euros y dormir por unos 20 (incluso menos)
en hoteles con agua y luz (siempre intermitente). Con 100 birr se
pueden tomar en las acogedoras cabañas-pub hasta 7 cervezas San Jorge
(marca que una vez fue propiedad de Haile Selasie, como tantas otras
cosas) o 25 bunnas, el exquisito café etíope, el principal cultivo del
país por delante del khat, la droga local (legal). Pero es preferible
beber menos cervezas y no escatimar en los servicios del guía, al que
vamos a necesitar para orientarnos por los laberínticos accesos a las
12 iglesias esculpidas en la toba volcánica, muchas de ellas unidas
entre sí por retorcidos pasadizos hundidos en el subsuelo y túneles
sumidos en total oscuridad.
Ninguna
es igual a otra y entre todas componen un excepcional catálogo de
estilos. Están talladas en bloques únicos, sin ladrillos, madera ni
argamasa. "Construidas por Dios", aclara uno de los sacerdotes para
ahuyentar cualquier tentación de pregunta técnica del visitante. Las más
conocidas son Biet Medhani Alem (Salvador del Mundo), la
iglesia monolítica más grande del mundo y cuyos muros rosáceos se
estiran desde un foso de 12 metros, y Biet Ghiorgis (San Jorge), un soberbio bloque en forma de cruz, muy reconocible desde el aire.
Santuarios
en activo como son, en sus lóbregos interiores se desarrollan vistosas
ceremonias celebradas en un idioma ininteligible incluso para los
feligreses, el ge'ez, la lengua litúrgica oficial, el milenario idioma
del imperio de Aksum. La vida en Lalibela no ha cambiado en siglos. La
gente sigue yendo a misa cada día envuelta en túnicas y turbantes de
algodón blanco para cantar, rezar y practicar un singular aerobic
místico.
Desde
las paredes de roca, decoradas con rotunda sencillez, miran con ojos
desorbitados las decenas de santos, ángeles y vírgenes de piel tostada y
expresión ingenua pintados por artistas antiguos. Una moqueta trata de
disimular inútilmente la irregularidad troglodita del suelo. Andar se
convierte en algo aún más complejo cuando, además de los baches, hay
que tratar de esquivar a las escuetas figuras de los devotos que pasan
las horas muertas tumbados en cualquier parte de ese ambiente de
reconcentrada espiritualidad.
Pero
curiosamente la presencia del turista y sus torpes pasos (descalzos,
eso sí) no importunan. Y eso sorprende hoy tanto como en 1881. Aquel
año, el tercer visitante de Lalibela del que se tiene noticias, el
alemán Gehrard Rohlfs, escribía: "La tolerancia de aquellos sacerdotes
era tan grande que mi sirviente musulmán y traductor pudo ir a todas
partes con nosotros". El cristianismo llegó a Etiopía
en el siglo IV y hoy sobrevive en su forma ortodoxa. El 60% de la
población lo profesa, y como ocurría en 1881, en plena tolerancia con el
islam del 30%. Y ese es el otro milagro.
Leer más en Las iglesias de Lalibela
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este blog ha sido creado basándose en contenidos propios y otros recopilado de blogs, webs, email recibidos de amigos y algunas otras fuentes escritas. Todo ello ha sido colocado de buena fe y no se intenta violar la propiedad intelectual o copyright de ninguna persona u organización y siempre citamos la fuente y el enlace para acceder al contenido original. En todo caso, si por alguna circunstancia ocurriera esto, ¡ por favor avisenos!, se realizarán las acciones necesarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario