todo lo creado, incluso los Demiurgos, obedecen a un plan definido y ejecutado antes de la existencia de la singularidad inicial, por lo cual toda acción tomada por los Demiurgos o nosotros, sea correcta o no para nuestra percepción, tiene una lógica coherente para el “Do”.
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jueves, 28 de junio de 2012
EL ERROR QUE NO LO FUE
Cuando
uno transita el camino de la cinta de Moebius, y se interna más y más
en las profundidades de la realidad, muchas veces se enfrenta a paradojas
que al principio parecen infranqueables e ilógicas que frenan el
camino. Esto sucede cuando un acontecimiento multidimensional, es
analizado desde una perspectiva tridimensional, convirtiéndose entonces
en una paradoja. Para flanquear este problema racional, el cerebro tiene
que trabajar en niveles que generen un pensamiento cuántico
que rompa esa limitación, para que la paradoja tenga una explicación
lógica y coherente para el observador situado en la realidad subjetiva
tridimensional. Una de las paradojas más grandes es la del error que no
lo fue.
Creo que ahora estamos preparados para hablar de esta paradoja
que antes dejé pasar por su complejidad. Trataré de desarrollar y
explicar de una forma comprensible, porque el error del Demiurgo de
atrapar al Ser en la materia sin su conocimiento, en realidad no lo
fue, o más precisamente lo fue y no lo fue.
En el artículo introducción a la realidad general dije que “La
realidad general se comporta como sus sueños, con una lógica diferente,
la lógica del “Do”. Es el alma de todo, por consiguiente es todo y nada
a la vez, son infinidad de universos coexistiendo en el mismo espacio,
es el universo de lo cuántico, la semilla donde nace la realidad
subjetiva, el núcleo del átomo divino. Cada universo existe en el protón
de cada átomo de hidrógeno existente, y estos cohabitan en un átomo
primordial que la filosofía oriental conoce como la respiración de dios,
el gran péndulo de la existencia.”
Las paradojas existen y se
mueven en ese universo de la realidad general, y el error del Demiurgo
sucedió en ese terreno de lo posible dentro de lo imposible. El universo
de la materia comenzó según la ciencia por una explosión inicial
llamada Big Bang, o gran explosión.
Según la teoría del Big Bang, el
Universo se originó en una singularidad
espacio-temporal de densidad infinita, matemáticamente paradójica. Esta
paradoja inicial para la ciencia es tal porque no fue un Big Bang, sino
una “Great Projection”, una gran proyección holocuántica del “Do” en
cuya densidad infinita espacio-temporal se encontraba la naturaleza
multidimensional de la realidad general, proyectada a la realidad
subjetiva. ¿Qué quiero decir con esto? Que el universo material conocido
es producto directo de una proyección holocuántica de la mente del
“Do”, por consiguiente...
todo lo creado, incluso los Demiurgos, obedecen a un plan definido y ejecutado antes de la existencia de la singularidad inicial, por lo cual toda acción tomada por los Demiurgos o nosotros, sea correcta o no para nuestra percepción, tiene una lógica coherente para el “Do”.
todo lo creado, incluso los Demiurgos, obedecen a un plan definido y ejecutado antes de la existencia de la singularidad inicial, por lo cual toda acción tomada por los Demiurgos o nosotros, sea correcta o no para nuestra percepción, tiene una lógica coherente para el “Do”.
Cuando el Demiurgo comete el error de atrapar al Ser en la
materia sin su consentimiento, estaba cumpliendo sin saberlo, un plan
preestablecido o designio divino, necesario para la evolución del
Demiurgo, de nosotros y del universo mismo. La reacción esperada del
Demiurgo ante la acción del error, era perdonarse, porque de esta manera
se reconocería como individualidad y generalidad a la vez rompiendo la
ilusión de los opuestos, pero al no producirse, se cumple lo previsto
dentro de la paradoja inicial, la dualidad de los opuestos por
proyección holocuántica de una generalidad.
Como ejemplo de lo que
quiero decir, tomemos al agua (H2O)
como una generalidad, si a esta la separamos por un proceso de
electrólisis en Hidrógeno y Oxígeno, tendremos una dualidad de dos
elementos de un mismo componente, los opuestos, y ésta es la única forma
de que pueda ser usada para otros propósitos que no sean los conocidos
para el agua, o sea por ejemplo, que pueda ser respirada en vez de
bebida.
En el plan dentro de la singularidad estaba previsto esta
decisión tomada por el Demiurgo, por ello los Seres que ingresan o mejor
dicho que se conectan a la materia, deciden junto con su protector el
hacerlo, y cumplen la paradoja del error que no lo fue, olvidando
quienes son y que lo hicieron por decisión propia, sometiéndose al
revertimiento de la esfera de consciencia que le da la seguridad al
Demiurgo y la posibilidad al Ser, de que se cumpla el encierro sin su
consentimiento, es una trampa consentida, como los trucos de los video
juegos, para que el Ser experimente la dualidad y el olvido, y a la vez
se cumpla el error del Demiurgo.
¿Por qué es necesario experimentar algo
que supuestamente ya tenemos por formar parte de la singularidad
inicial?
La respuesta tal vez no les guste. Por los oscuros, y los hijos de las sombras.
Si ellos son el hidrógeno irrespirable, nosotros somos el oxígeno
reparador. Para mantener intacta la singularidad es necesario mantener
sus elementos en perfecto equilibrio, como el agua, si perdiera un solo
átomo de hidrógeno ya no se podría restablecer como tal y perdería la
generalidad. Pero eso es otra historia, otra paradoja, otra verdad
detrás de lo aparente.
Hace aproximadamente veinte años, mientras estaba recibiendo mi
instrucción, después de volver de una clase de cosmogénesis avanzada del
Ser, donde se trató el tema del sufrimiento, vi una película, que
extrañamente no recuerdo, que disparó en mí la activación del centro de
consciencia universal, sintiendo por unos momentos el dolor y el
sufrimiento de toda la humanidad, cada Ser, cada persona del planeta
estaba dentro de mi esfera de consciencia, fue tal el dolor de mi
espíritu por el sufrimiento de esos Seres, que lloré, lloré como un
niño hasta quedarme dormido. De repente me encontré en el espacio, a
millones de kilómetros de la tierra, solo, sin nadie más que yo, sin
cuerpo, una esfera de luz en la inmensidad del universo.
En ese momento
sentí la soledad del “Do”, el único de su especie, que paradójicamente
era yo mismo, y a la vez sentí la compañía y el amor del universo
entero, que también era yo. Fui por un instante una singularidad y una
paradoja que recién comprendí años después, cuando el primer acto consciente
del perdón se manifestó. En ese momento cuando me perdoné todos mis
errores, me di cuenta que estos no lo habían sido, igual que el del
Demiurgo, solo el perdón une los opuestos y arma nuevamente la
singularidad de la paradoja, comprendiendo que el error que no lo fue
del Demiurgo, fue también nuestro error que no lo fue. Cuando todos nos
hayamos perdonado, el Demiurgo se habrá perdonado, y el agua, por fin,
volverá a ser agua que todos beberemos, y será, de la misma fuente.
Por Morféo
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Gracias Morfeo, tu explicación me hace sentir que se acerca a lo que yo he sentido sobre esta existencia tan inmensa, tan grandiosa. Quizá mis palabras, seguro mejor dicho, no hubieran sido las tuyas, pero he pensado y, así cada vez lo veo con más claridad que nada de lo que sucede tiene desperdicio, nada, aún las situaciones más dolorosas, quitando el sufrimiento que ya sabemos que es un engaño de la mente, mientras que el dolor es, aparte del físico, de nuestra alma. Cada acto nuestro, tiene una acción contraria, de nosotros depende elegir una u otra, pero si entendemos que nuestra acción cuanto más bondadosa sea, es decir, salirse de nuestro yo egoísta, más se adentra uno en ese todo o en ese universo en el que entiende que forma parte de él porque lo modifica.
ResponderEliminarSi por el contrario uno elige otra acción distinta, además de tener la opción de revertirla de inmediato (la comprensión), es posible que no se den cuenta en un principio, pero percibirán más tarde o más temprano que sus actos tuvieron un sentido de Amor, aunque de forma equivocada lo aplicaran y, ese es el perdón.
Igualmente pensé en que nuestra función en esta existencia va en esos dos sentidos: hacia afuera y hacia dentro, como la respiración. Hacia dentro es hacía uno mismo; conseguir la alquimia interior, descubrir qué somos y, hacia afuera para modificar con nuestras acciones la incomprensión del Amor o lo que es lo mismo, la comprensión de la Vida.
Un saludo cordial.