Publicado por:
Jorge Ramos
Un estudio científico elaborado conjuntamente por la Universidad de
Bristol y la de Bath, exponen literalmente la trama de ocultación del
fenómeno extraterrestre y su relación con las campañas educativas de la
ciencia-ficción.
Parece increíble, pero es cierto. Para aquellos que aún consideren que
hablamos de una cuestión en la que existe transparencia absoluta a nivel
científico, lo cierto es que no existe esa transparencia, al menos en el campo de la investigación.
Las razones hay que buscarlas en el miedo de los gobernantes a no poder
controlar las reacciones del público en general, pero sobre todo a no
poder reconocer la falta de soberanía sobre el espacio, algo que desde
la década de los 40, comenzó como una curiosidad, se convirtió
posteriormente en un asunto de seguridad nacional en los 50 del que no
conviene hablar. Al menos no de forma directa y transparente hasta hoy
día.
Y es que en esta ocasión no hablamos de rumores, ni de avistamientos, sino
de un reconocido documento científico publicado en la primavera de 2011
con cumplido acceso a expedientes, testimonios, documentación y
evidentemente un trabajo académico digno de elogio. La cuestión, una
vez más es la difusión relativa de este tipo de trabajos que una vez
más, apenas alcanza la difusión necesaria para llegar al público. (1).
El Paper, lleva por título:
Del análisis del documento, se desprenden cuestiones relativas a la
intervención doble del papel del Departamento de Defensa (DoD) en
relación a la cooperación y bloqueo simultáneo de determinados programas y películas de difusión sobre el fenómeno,
así como las cuestiones relativas al informe cometa que en 1999,
determinaron la realidad del fenómeno, afectando a su difusión popular.
Por así decirlo, el difícil equilibrio entre la no negación y el no
reconocimiento como una política de censura de las evidencias, y al
mismo tiempo una cuestión educativa correspondiente a la
Ciencia-Ficción, en la que determinados temas, determinadas evidencias y
cuestiones debían utilizarse para educar al público en base a un
determinado arquetipo de las “inteligencias extraterrestres”. (2)
El estudio científico y sociológico sobre la exposición de evidencias y
las posiciones dobles de los responsables de su custodia examina las claves del problema con expresa mención de los documentos del encubrimiento, así como la consigna de mordaza en los medios,
de manera que únicamente se podían mostrar algunos expedientes o casos
aislados previamente seleccionados del total existentes, algo que
sorprendía a los propios productores de los medios en la elaboración de
los reportajes. Adicionalmente, los productores eran conscientes de esta censura
y el límite entre la divulgación del fenómeno y la documentación
posible que podían presentar era casi siempre determinado por los
propios responsables de la DoD (Departamentos de Defensa) que ponían los
límites tanto en los testimonios, documentos y cualesquiera
entrevistas, en las que se pudiera cruzar la sutil línea entre la
incógnita o el misterio y la evidencia. (3)
El mismo documento hace referencia al famoso informe Cometa que se emitió en Europa en 1999, y que constituye el
reconocimiento del fenómeno desde un punto de vista científico y
analizado desde una perspectiva seria a la luz de informes, testimonios y
dictámenes técnicos de más de 30 expertos con un cumplido detalle,
en el que se concluye que el fenómeno debe ser despojado de su carga
irracional, ya que...
En línea con lo anterior, la investigación realizada comienza por
analizar diferentes casos de programas, y en concreto comienza por un
célebre programa de la CBS en 1958 denominado Enigma en los cielos, en
el que tras interesantes afirmaciones, existió un corte súbito del
programa con un extraño giro que dejó a los espectadores literalmente
con la expectación. Y en aquél programa estaba representado el
vehemente escéptico Donald Menzel junto con los testimonios del Coronel
Spencer Whedon que ocupaba un puesto en el ATIC, el Centro Técnico de
Inteligencia Aeroespacial, así como el Mayor Donald Keyhoe, ya retirado
de su puesto en el ejército pero ejerciendo como Director del Comité
Nacional de Investigaciones de Fenómenos Aéreos (NICAP).(5) Según el
paper, los testimonios y documentos de los participantes en el programa
estaban previamente pactados, cuando llegó el turno de Keyhoe, dijo
textualmente: ”Y ahora voy a revelar algo que hasta ahora nunca se había desvelado….” y el micrófono de Keyhoe quedó en silencio, con lo que no pudo desvelarse. Nueve años más tarde la CBS reconoció que la razón del corte fue instrucciones de censura oficial. (6) En tal sentido la CBS se pronunció al respecto como respuesta a las innumerables cartas que llegaban de los lectores.
A partir de ese momento, la censura previa estaba presente en todos y cada uno de los programas sobre la materia, ya que el fenómeno se consideró como un asunto que afectaba a la Seguridad Nacional.
Con independencia de la cumplida información sobre los eventos
correspondientes al incidente de Kenneth Arnold en 1947, que también es
tratado con detalle en el informe Graham y Alford
el siguiente punto de referencia ha sido la desclasificación en algunos
países como Francia, Canadá, Dinamarca, Rusia, España y Nueva Zelanda,
que desde la emisión del Informe Cometa, fueron progresivamente
desclasificando sus expedientes concernientes al fenómeno. (7)
La conclusión de Graham y Alford por tanto, es que la existencia de las evidencias de Inteligencia extraterrestres entre nosotros son incuestionables,
pero constituyen un asunto que ha sido sacado de la ciencia civil y de
la investigación externa a las instancias que tienen que ver con la
Defensa. En este sentido sigue en vigor el informe Proposed Studies on the Implications of Peaceful Space Activities for Human Affairs, de 1961, por el cual se considera necesario mantener el aislamiento del fenómeno, recurriendo si es preciso a técnicas de persuasión, amonestación y descrédito social de aquellos que lo investiguen. (10)
Nos encontramos ante el estudio más documentado, mejor referenciado
que actualmente existe sobre el fenómeno de la Inteligencia
Extraterrestre y las razones antropológicas que han impedido el
reconocimiento oficial de una evidencia empírica, que simplemente se
ha sacado de la ciencia por razones de seguridad, pero sin duda alguna,
supone un gran precedente respecto de futuros estudios.
— Notaciones sobre el documento —
(1). El abstract, expone literalmente:
“Our paper shows that the US government (principally the Pentagon) saw
the explosion of interest in UFO sightings in the 1940s as not merely a
public relations problem, but something that initially raised serious
questions about national security, which therefore affected the way that
it chose to work on related film projects. It documents numerous cases,
most apparent between the 1950s and 1970s, where it has altered scripts
and otherwise refused to cooperate with major screen entertainment
productions for these reasons. It also highlights an aberrant film,
UFO’s: Past, Present and Future (1974) that inexplicably received
extensive Pentagon support despite being a documentary that was highly
sympathetic to the UFO/extra-terrestrial hypothesis, which therefore
suggests that the government has had mixed and non-transparent motives
when it comes to media cooperation over this issue.“
(2). Ver curiosa aseveración en el documento en el que claramente se expone que:
“It also highlights an aberrant film, UFO’s: Past, Present and Future
(1974) that inexplicably received extensive Pentagon support despite
being a documentary that was highly sympathetic to the
UFO/extra-terrestrial hypothesis, which therefore suggests that the
government has had mixed and non-transparent motives when it comes to
media cooperation over this issue.”
Es decir, que existía una aparente doble posición, en la que por un
lado parecía existir disposición a la colaboración, y de otro una
resistencia a la transparencia respecto de los medios masivos. Es como
un extraño juego entre mantener la atención del público y al tiempo,
nunca llegar al fondo del asunto.
(3). En tal sentido el documento establece todo un detalle de eventos
que tuvieron lugar en la práctica totalidad de reportajes y
documentales desde la década de los 70, así como los posteriores, tanto
como, programas de radio, TV, etc…
(4). Ver prólogo del Informe Cometa en Español. Cuya
lectura recomendamos. En él se analiza de forma extensa toda la
casuística del fenómeno, concluyendo que reviste un asunto de especial
atención y una evidencia empírica que afecta a todas las
naciones incluida la hipótesis del origen extraterrestre.
“In a letter to a disgruntled viewer dated 31 January, 1958, CBS director of editing, Herbert A. Carlborg, stated:
This program had been carefully cleared for security reasons. Therefore,
it was the responsibility of this network to insure performance in
accordance with pre-determined security standards. Any indication that
there would be a deviation might lead to statements that neither this
network nor the individuals on the program were authorized to release.”
(7). Literalmente y tomando las referencias originales de desclasificación, tenemos tal y como Graham y Alford Citan:
Operating within the framework of the French national space agency
(CNES) the Group for the Study of Information on Unidentified Aerospace
Phenomena (known as GEIPAN) is generally recognised as the most
scientific and efficiently organised official UFO investigations body in
the world, having operated continuously for over thirty years. See: http://www.cnes-geipan.fr/
In 2010, The New Zealand government declassified approximately two
thousand pages of UFO sighting reports collected by its military between
1954 and 2009. See “New Zealand Releases UFO Government Files,” BBC
News, Asia-Pacific, 22 Dec., 2010, accessed on Jan 30., 2011 at: http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-pacific-12057314
(8). En informe añadía literalmente:
“Anthropological files contain many examples of societies sure of their
place in the universe, which have disintegrated when they had to
associate with previously unfamiliar societies espousing different ideas
and different life ways; others that survived such an experience
usually did so by paying the price of changes in values and attitudes
and behavior.”
Ver: Brookings Institution, Proposed Studies on the Implications of
Peaceful Space Activities for Human Affairs, Washington: National
Aeronautics and Space Administration, 1961, 216, accessed on Jan., 31,
2011 at: http://www.nicap.org/papers/brookings.pdf
(9). En informe Graham y Alford, ver notación 69 que se refiere al
comentario de la página 12: Habitualmente diferentes Productoras, en
especial Walt Disney cooperaban documentalmente en esta línea apuntada.
En concreto podemos leer textualmente en la notación 69:
“Stanton Friedman, “Re: The UFO/Disney Connection,” email to researcher
Grant Cameron, 17 Mar., 2000. Friedman was present when Kimball revealed
the story and confirmed to Grant Cameron that: “It was at the Saturday
Night program of the July, 1979, MUFON Symposium in San Francisco.
Kimball spoke first, then Allen Hynek [former chief scientific
consultant to Project Blue Book], and then me.” Incidentally, Kimball’s
enduring fascination with UFOs was well known during his later years.
His involvement in space-themed educational films for Disney and the
political significance of these is also well established. See: http://history.msfc.nasa.gov/vonbraun/disney_article.html
(10). En esa línea, cabe destacar textualmente la emisión de
propósito respecto de la Administración de Defensa, que se señala en la
notación 90 del informe Graham y Alford que asevera textualmente:
“It is clear that the Pentagon has had, and probably still has, the
greatest interest in concealing, as best it can, all of this research,
which may, over time, cause the United States to hold a position of
great supremacy over terrestrial adversaries, while giving it a
considerable response capacity against a possible threat coming from
space. Within this context, it is impossible for them to divulge the
sources of this research and the goals pursued, because that could
immediately point any possible rivals down the most beneficial avenues.
Cover-ups and disinformation (both active as well as passive) still
remain, under this hypothesis, an absolute necessity. Thus it would
appear natural in the minds of U.S. military leaders, secrecy must be
maintained as long as possible.”
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