En 1981 una compañía llamada Sinneslöschen lanza al mercado en una consola de juegos arcade tradicional, el videojuego llamado “Polybius”,
se distribuyeron siete máquinas en algunos salones recreativos de los
suburbios de la ciudad de Portland, en el Estado de Oregón, EE.UU. El
nombre de la supuesta compañía creadora del juego era advertencia de lo
que se avecinaba: Sinneslöschen, un vocablo alemán que podría traducirse
como “pérdida de memoria” o “inhibición sensorial”. El juego consistía
en una combinación de sonidos, luces y gráficos vectoriales
estroboscópicos, con mensajes subliminales. Sus efectos eran demoledores
en el subconsciente humano: brotes epilépticos, mareos, pérdidas de
memoria, nauseas, alucinaciones, e incluso terribles pesadillas. Hay
quien habla incluso de intentos de suicidio propiciados por los
supuestos mensajes subliminales del juego, e incluso algunos aseguraban
ver caras demoníacas al mirar indirectamente la pantalla de juego que
desaparecían al fijar la mirada, oían voces ininteligibles, gritos
aterradores, quejidos de dolor o pánico y hasta voces femeninas diciendo
entre sollozos frases como: “¿por qué me haces daño?”.
El juego era
enormemente adictivo al principio, pero al poco tiempo despertaba en el
jugador, un odio irracional hacia él. Cuanto más se jugaba, más se
generaba en el jugador la incapacidad de recordar en qué consistía el
juego, hasta que el jugador prácticamente no llegaba a recordar nada del
mismo después de un tiempo. Se creía que Atari tenía contratos
secretos con el gobierno y que la supuesta compañía alemana
Sinneslöschen era una empresa fantasma bajo la que se escondía la propia
Atari. Una pantalla para enmascarar un experimento secreto llevado a
cabo por el gobierno sobre el sector más joven de la población.
Transcurrido tan sólo un mes desde la colocación de las máquinas, un
niño de 13 años murió de un ataque epiléptico mientras jugaba al juego.
Al día siguiente, empleados de la compañía, vestidos de negro, como
usualmente se presentaban a chequear y tomar notas de la opinión de los
jugadores, acudieron a todas las salas en donde se había instalado el
juego y desmantelaron todas las unidades, haciéndolo desaparecer para
siempre.
Esta historia
que raya lo fantástico es una de las más populares leyendas urbanas del
mundo de los videojuegos. Se han oído todo tipo de historias, pero la
más repetida, y seguramente real, es que se trató de un experimento del
ejército americano, en plena Guerra Fría, como ensayo en métodos de
control mental. Más allá de la realidad o la ficción, el juego existió y
fue retirado al poco tiempo del mercado de las consolas de videojuegos,
por causas desconocidas. Mi opinión, la prueba de campo, de la primera
etapa del tercer nivel de control mental, la hipnosis social.
No casualmente
en el artículo anterior dije que es hora de pasar a un tercer nivel en
el juego, porque desde este momento pasamos a la etapa más difícil de
todas, intentar despertarlos del trance hipnótico inducido en que se
encuentran sumergidos, que no les permite ver la realidad de la
realidad. Será una batalla no solo de su espíritu sino de su mente,
donde tendrán que luchar para lograr ver lo que no ven porque han sido
hipnotizados. Será una etapa donde la interacción y la imaginación serán
la base del trabajo, muy similar al artículo “el juego”,
con la diferencia que daré información de alto contenido, digamos,
“antisocial”, que producirá fuertes choques mentales, y que ustedes
tendrán que trabajar para ver más allá de la hipnosis. Tienen la
capacidad, tienen las herramientas, tienen los materiales, ahora veamos
si tienen la voluntad y la fuerza para verse desnudos ante los demás y
no desfallecer en el intento. Comencemos pues el despolybius level 3.
El noventa y
ocho porciento (98%) de todo el contenido multimedia está destinado a
producir en la ciudadanía un estado de hipnosis endémico que la mantiene
idiotizada a tal punto, que puede pasar cualquier cosa delante de sus
narices y no darse cuenta. Este porcentaje es un término variable y
depende directamente del primer paquete de datos que transmití:
"El
noventa y ocho por ciento (98%) de la población mundial tiene instalado
un obsoleto sistema operativo , Windows 95, imposible de procesar
datos; del dos por ciento (2%) restante, el noventa y cinco por ciento
(95%) tiene instalados Windows 98, XP o Vista, con posibilidades de
procesamiento de datos; del cinco por ciento (5%) restante la mayoría
tiene instalado Windows 7, sin ningún problema de procesamiento; y un
porcentaje indefinido dispone de un sistema operativo no conocido por el
hombre"
Según en que porcentaje se encuentre usted
ubicado, la variable disminuirá hasta cifras imperceptibles. El secreto
está en que conocido el truco, se pierde la magia. Aunque el porcentaje
sea del 100%, no le influenciará en lo más mínimo, porque verá al conejo
escondido en la galera.
Todo lo que
usted, su familia o sus hijos consumen, sea TV, música, radio, videos e
internet, es basura destinada a mantener su estado de hipnotismo social,
manteniéndolos en un eterno sueño de estupidez. Viven por impulso,
consumen por impulso, opinan por impulso, piensan por impulso, protestan
por impulso, se quejan por impulso, se visten por impulso, buscan por
impulso, encuentran por impulso y creen por impulso. Por consiguiente el
98% de sus necesidades, opiniones, gustos, ideas, moral,
espiritualidad, deseos, etc, etc, es falso, producido por su estado de
hipnosis endémico. Hace unos días subí un video muy representativo de la
hipnosis social y su consecuente estupidez, “
El gobierno explicado”
donde un ciudadano le intenta explicar a un extraterrestre que es el
gobierno, y este le hace ver, o por lo menos analiza de forma coherente,
la estupidez del hombre y su ridícula organización política. Este
ejemplo es valedero para todo el conjunto social, incluidas las
religiones, ciencias, educación, moral, medicina, etc, etc, etc. Usted
ve una propaganda que le dice, que consumir un determinado lácteo, con
determinadas propiedades es bueno para su colesterol, o ritmo
intestinal, o calcio para sus huesos, o el sistema inmunológico de sus
hijos, y sale como un zombi al...
supermercado más cercano a comprar la
basura que terminará por enfermarlo. Usted ve otra propaganda donde un
odontólogo le dice que use determinada pasta dental porque es bueno para
prevenir sus caries, y la usa cuatro veces por día, y claro, es bueno
para sus caries porque las produce, el flúor y otros componentes le
destruyen el esmalte dental y los odontólogos bailan en una pata. Usted
escucha que tiene un (x)% de descuento en piringundines si los compra
con su tarjeta de crédito, y por las dudas compra piringundines para
usted, sus hijos y sus nietos, sin contar que usa su ridícula tarjeta de
crédito porque es cómoda, da estatus y ahorra dinero, sin saber que le
sale cien veces más caro por los intereses y mantenimientos que le
cobran en un año, además del control de gustos, nivel de vida,
económico, movimientos, viajes, etc, etc, que obtienen de usted por
medio de su uso. Un grupo de descerebrados saca un tema musical donde
hacen apología del delito, la droga, el sexo y la bebida, y a la semana
está sonando en toda radio, reproductor, mp4, cinco, y todo lo que tenga
sonido, sin siquiera darse cuenta que le están grabando un programa a
sus hijos en el subconsciente para que mañana delinca, se drogue, se
prostituya y se alcoholice, porque lo ve normal, lógico y de onda.
Mientras por un
lado está sumergido en la búsqueda de la verdad, el despertar, el
cambio de era, de realidad, de Matrix, de saltos de octavas, de 21 de
diciembre de 2012, y solo usted sabe que cantidad de “imaginaciones”
más, sigue sumergido en todo lo que el sistema le impone, porque no lo
ve o no quiere ver su patética existencia y manipulación, permitiendo
que lo sigan hipnotizando o idiotizando a usted y los suyos, una y otra
vez. Le voy a dar un ejemplo muy claro de hipnotismo social. Las dos
marcas más conocidas de gaseosas, Coca-Cola y Pepsi, se las venden como
competencia, pero en realidad Coca y Pepsi son de la misma empresa, de
los mismos dueños (Grupo Rockefeller) y tienen los mismos componentes
cancerígenos, adictivos e inhibe-receptores del sistema nervioso
central, además de producir todo lo explicado en el artículo “Conociendo como funciona el engaño”.
Si yo le doy a tomar Pepsi en una botella de Coca, usted no notaria la
diferencia de gusto y sabor, porque es la misma fórmula embotellada de
distinta manera y la diferencia de gusto se la da su mente a través del
hipnotismo social. Lo importante es que usted consuma, sea de la forma
que sea, porque después entran en juego los laboratorios cuando usted se
enferma. Todo es una gran máquina que funciona en base a que usted siga
hipnotizado y consumiendo todo tipo de mercadería innecesaria, social,
económica, ideológica, política, espiritual, etc, etc, etc.
Dicen que no se
puede hacer una tortilla sin romper los huevos, y es completamente
cierto. Primero tiene que romper para después armar. Le dijeron que
necesitaba y usted creyó que necesitaba, le dijeron que no podía y usted
creyó que no podía, le dijeron que era un ciudadano y usted creyó que
era un ciudadano. Usted no necesita, usted puede, usted no es un
ciudadano, usted es un Humano, y nadie puede decirle que necesita, que
puede y que es, porque usted es la creación, usted es la vida, usted es
el Ser, usted es el Do manifestado, igual que todos sus congéneres, y
puede vivir sin nada o por lo menos con lo mínimo indispensable. Basta
de bancos, de cheques, de tarjetas, de consumos innecesarios, de autos
último modelo, de celulares de última generación, de la ropa de moda, de
la música que se escucha, de lo que dice el estúpido de turno en la
radio o televisión, de lo que opina el corrupto político, de programas
basura, de seguir a la manada, de vivir hipnotizados por infinidad de
Polybius a la vuelta de la esquina y distribuidos en cada medio. Todo
esto es paradójico, porque falta poco tiempo y a la vez una eternidad, y
usted tiene nada y todo para deshipnotizarse, porque aunque usted ahora
no lo entienda, está dentro del mismo juego de Atari que en 1981
pusieron a funcionar en siete consolas arcade, en Portland, Oregon,
Estados Unidos.
Si le interesa ser manipulado, puede descargar una versión reconstruida del juego Polybius desde aquí bajo su exclusiva decisión y responsabilidad.
Por Morféo
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