El espectro de cobertura del Estado
de vigilancia debe evolucionar junto con las sociedades que espera
mantener bajo control. En un documento del 2011 editado por la Agencia
de Seguridad Nacional de Estados Unidos (de libre acceso en línea), se detallan numerosos términos que podrían poner bajo alerta a las fuerzas del orden.
Además de las amenazas propias del
entorno web (como ciberterrorismo, hacker, DDOS, etc.), la lista de los
términos de búsqueda contiene cientos de palabras que activan una alerta
en alguna remota oficina de Langley. Tal vez sea demasiado paranoico
ponerlo en una imagen como la anterior, pero no cabe duda que pasar
desapercibido en Internet no sólo es difícil, sino que puede que haya
alguien observando del otro lado de la pantalla.
Algunos de los términos de búsqueda que se enlistan en el manual incluyen los siguientes:
Agencias gubernamentales
Escribir los nombres o las siglas
Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Agencia Central de
Inteligencia (CIA), Administración Federal de Aviación y el Buró Federal
de Investigación (FBI), así como de otras decenas de instituciones del
gobierno, son sólo algunos de los términos de búsqueda.
Seguridad doméstica
Términos que pueden poner en alerta a
los agentes del orden son: policía, administración de desastres,
prevención, respuesta, “dirty bomb”, milicia, choque, bomba, seguridad
nacional, incidente, instalación, rehén, muerte, evacuación, así como
todo lo que tenga que ver con tiroteos y pandillas.
Armas nucleares
Tendrás a los investigadores revisando
tu TL si escribes cosas como anthrax, gas, infección (o evento)
biológico, epidemia, ricin, sarin, Corea del Norte, instalación nuclear,
radiación y fuga.
Asuntos sanitarios
Mejor tratar de mantener fuera de
circulación palabras como bacteria, H5N1, H1N1, gripe aviar, plaga,
tuberculosis, listeria, síntomas, resistencia, antiviral, onda,
pandemia, infección, cuarentena, E. Coli (una poderosa bacteria) y
fiebre hemorrágica viral.
Guerra contra el narcotráfico
México tiene su propio índice de
términos de búsqueda, los cuales tienen que ver con el tráfico de
drogas, armas y personas a través de la frontera norte de nuestro país.
Además de los nombres de drogas (cocaína, marihuana, heroína, etc.), los
agentes prestan especial atención a los nombres de...
narcotraficantes muy
visibles, como Arellano-Félix, Beltrán-Leyva, o bandas como Barrio
Azteca, MS13 y Los Zetas. Del mismo modo todas las palabras que puedan
hacer referencia a situaciones de violencia (tiroteo, ejecución,
decapitado, secuestro, etc.) están en la lista.
La lista de términos de búsqueda se
completa con un vocabulario de situaciones de desastre, terrorismo,
extremismo, además de los países con los que los Estados Unidos
mantienen tensas relaciones, como Somalia, Nigeria, Yemen o Pakistán.
También los nombres de organizaciones radicales y terroristas están
enlistadas, yendo desde la ETA (Euskadi ta Askatasuna, FARC (Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia) o Hezbollah, además de otras menos
cercanas al espectro mediático, como Al Shabaab o los Tigres de Tamil.
[HSA]
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Una presentación de Power Point marcada como Top Secret describe
el modo en que la Agencia de Seguridad Nacional puede acceder a
información de servicios de Internet como Google, Hotmail, AOL y PalTalk
sobre usuarios precisos –incluso sin conocimiento de las propias
compañías.
En una extraña filtración de material
clasificado, el periódico inglés The Guardian tuvo acceso a un documento
de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (ASN), el
cual describe, en una serie de diapositivas, un programa de vigilancia
electrónica del gobierno de EU llamado PRISM, el cual afirma que la ASN
cuenta con acceso directo, unilateral e irrestricto a los sistemas de
Google, Facebook, Apple, próximamente Dropbox y a las bases de datos de
otros proveedores de servicios de Internet.
Los detalles de la filtración no han
sido dados a conocer, pero el diario afirma haber corroborado la
autenticidad del documento de PRISM. Este programa permitiría que
cualquier agencia del gobierno recolecte información de los usuarios,
incluyendo historiales de búsqueda, contenido de emails, transferencias
de archivos y chats de voz –solicitudes de información que aumentaron
27% durante el 2012, lo que deja claro que este programa está en
operación desde hace tiempo.
No se trata de un programa de vigilancia de metadatos, como se dijo hace poco,
ni siquiera de un programa exclusivo para los Estados Unidos: PRISM
facilita la vigilancia profunda de las comunicaciones en tiempo real así
como de la información almacenada de usuarios o empresas incluso fuera
de EU, o de las comunicaciones de los estadunidenses con personas fuera
de EU. Los datos más recientes de las diapositivas datan de abril de
este año.
El documento describe el tipo de la
información que las agencias de vigilancia pueden recabar: emails, chats
de voz y video, fotografías, videos, VOIP (protocolo de comunicación
como el que usa Skype), chats de texto, transferencias de archivos,
interacciones en redes sociales y más.
El teórico Douglas Rushkoff había dicho
que los alcances de la ASN respecto a la vigilancia de datos se
limitarían a conocer los metadatos, es decir, la estadística sobre qué
tipo de persona habla con quién y cuáles son los potenciales riesgos de
ello; pero la filtración del programa PRISM deja ver que la ASN no va
por los metadatos, sino que tiene la prerrogativa de vigilar
unilateralmente –e incluso sin conocimiento por parte de los proveedores
de servicios, quienes como Google o Apple han negado toda relación con
la agencia– a individuos particulares sin que medie aviso de ningún
tipo.
La participación de las compañías
enumeradas en un principio en el programa PRISM, seguido del debate por
la cooperación de Verizon, hace necesario pensar nuevamente el alcance
de la vigilancia que los servicios de inteligencia llevan a cabo; a
diferencia de lo dicho previamente –que la ASN estaba interesada en las
comunicaciones pero no en sus contenidos–, la realidad a la que nos
enfrentamos es la de que la agencia de vigilancia más grande del mundo
puede obtener información de usuarios precisos incluso sin la
autorización o el conocimiento de los mismos proveedores de servicios, y
sin ningún tipo de orden legal.
Como dijo Rushkoff, “es desalentador y
desilusionante saber que nuestro gobierno conoce cada cosa digital que
hacemos o decimos. Pero ahora, al menos, sabemos que lo saben.” Y es que
parece que lo que antes era solamente una sospecha –la de que el
Internet está hecho de una sustancia porosa que hace ventanas en las
paredes– es nada menos que el estado de vigilancia en pleno despliegue,
afilando sus herramientas y sacrificando nuevamente libertad en pos de la esquiva seguridad.
[Guardian]
La fuente que filtró el espionaje masivo, desde Hong Kong: “No voy a esconderme”
La documentación fue facilitada por Edward Snowden, de 29 años, exempleado de la CIA
El joven dice que pedirá asilo en "algún país que crea en la libertad de expresión"
La fuente que filtró a The Guardian y a The Washington Post
los programas de vigilancia masiva de las comunicaciones por parte del
Gobierno de EE UU ha revelado su identidad en una entrevista publicada el domingo por la tarde en la edición digital del diario británico.
Edward Snowden, de 29, antiguo asistente técnico de la CIA y que en la
actualidad trabaja para una empresa subcontratada por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA),
reconoció ser el autor de las filtraciones y asegura que facilitó la
información porque no le parecían correctas las prácticas de la
Administración y quería que los ciudadanos supieran cómo se atentaba
contra su privacidad. Snowden dio a conocer su nombre un día después de
que el máximo responsable de la inteligencia nacional, James Clapper, anunciara que iba a pedir al Departamento de Justicia una investigación criminal sobre el responsable de las filtraciones.
“No tengo ninguna intención de esconderme porque sé que nada de lo que he hecho es incorrecto”, dijo Snowden a The Guardian
en una entrevista realizada desde Hong Kong, donde se encuentra, de
acuerdo con el diario, el responsable de las filtraciones. En la
entrevista, Snowden reconoce que fue hace tres semanas, mientras estaba
trabajando en las oficinas de la NSA en Hawai, cuando terminó de
preparar toda la documentación que luego remitió a los periódicos y que,
acto seguido, le indicó a su superior que necesitaba tomarse dos
semanas de vacaciones por problemas de salud. The Guardian asegura que ha sido el propio Snowden quien ha pedido revelar su identidad.
Snowden ha afirmado a The Guardian que eligió Hong Kong como
lugar de refugio por su "vivo compromiso por la libertad de expresión y
por el derecho a la discrepancia política". Al contrario que el resto
de China continental, Hong Kong, una antigua colonia británica, tiene un
tratado de extradición firmado con Estados Unidos desde la
transferencia del territorio en 1997. Según el diario hongkonés South China Morning Post,
este tratado permite a Hong Kong rehusar la extradición "si están
involucradas la defensa, los asuntos exteriores, la política o el
interés público esencial de la República Popular China".
El 'gran hermano' de Obama
Registro de llamadas telefónicas. El 5 de junio, The Guardian
publicó una orden emitida por el Tribunal de Supervisión de
Inteligencia Extranjera, que exigía a la compañía telefónica Verizon la
entrega a la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) del registro de
decenas de millones de llamadas de sus clientes. El mandato no
autorizaba a conocer el contenido de las comunicaciones ni los titulares
de los números de teléfono, pero sí permitía el control de la duración y
el destino de esas llamadas.
Acceso a servidores de empresas de Internet. El 6 de junio, The Guardian y The Washington Post
desvelaban la existencia del programa secreto de vigilancia PRISM, que
autorizaba a la NSA y al FBI a acceder a los servidores de nueve de las
empresas de Internet más importantes de EE UU, entre ellas Microsoft,
Google, Facebook o Apple. Mediante esta práctica, instaurada en 2008, el
Gobierno podía acceder a archivos, chats, audios, vídeos, correos
electrónicos o fotografías de sus usuarios. La Administración aseguró
que únicamente se investigaron los datos relativos a extranjeros que
residían fuera de EE UU. Varias de las compañías niegan tener
conocimiento de ese programa y haber cedido datos al Gobierno.
Directiva de ciberataques. El 7 de junio, ambos diarios
desvelaban una directiva de la Casa Blanca por la que el presidente
ordena a sus agencias de inteligencia establecer una lista de posibles
países susceptibles de ser ciberatacados por EE UU. El Post
indicaba que EE UU había comenzado a colaborar con países vecinos a
Irán ante la potencial amenaza para la seguridad informática que suponía
el país asiático.
Catálogo de información del extranjero. El pasado sábado, The Guardian
filtraba la existencia de otro programa que permite a la NSA clasificar
los datos que recopila en función del origen de la información. Esta
práctica está orientada al ciberespionaje en el exterior y sólo en el
mes de marzo permitió recopilar 3.000 millones de datos de ordenadores
en EE UU. El mayor volumen de información obtenido por este mecanismo
proviene de Irán, seguido de Pakistán, Jordania y Egipto.
La semana pasada, The Guardian y The Washington Post
fueron desgranando la existencia de varios programas secretos que
demostraban la extensión de la vigilancia de las comunicaciones de
millones de ciudadanos por parte del Gobierno de Estados Unidos. La
primera filtración denunciaba el registro de miles de llamadas de una compañía telefónica. En las horas siguientes se dio a conocer un programa secreto para acceder a los datos de los servidores de las principales empresas de Internet
del país, entre ellas Microsoft, Facebook, Google o Apple, con su
connivencia. Durante el fin de semana, ambos periódicos han ido
revelando otros programas de ciberespionaje y vigilancia de las
comunicaciones en países del resto del mundo.
“La NSA ha construido una infraestructura que le permite interceptar
prácticamente cualquier tipo de comunicación. Con estas técnicas la
mayoría de las comunicaciones humanas se almacenan sin un objetivo
determinado”, explica Snowden a The Guardian.
El presidente de EE UU, Barack Obama, defendió la legitimidad y eficacia de los programas de vigilancia desvelados por Snowden asegurando que “habían prevenido muchos ataque terroristas”. En un acto celebrado horas antes de reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping
en el rancho Mirage en California, el presidente fue tajante a la hora
de señalar que ninguna de esas prácticas habían puesto en peligro la
privacidad de los ciudadanos estadounidenses –recalcó que el registro de
llamadas telefónicas no incluía el contenido de las comunicaciones, y
que, en el caso del acceso a los servidores de los gigantes de Internet,
únicamente se recopilaban datos de extranjeros en el exterior-, que en
todo momento se había cumplido con los parámetros de la ley y que habían
sido autorizados por el Congreso. “No se puede tener el 100% de
seguridad y el 100% de privacidad”, dijo el presidente.
Este domingo, el presidente del comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers,
tachó las filtraciones de “muy peligrosas” y aseguró que han podido
costar la vida de muchos estadounidenses. Su homóloga en el Senado, la demócrata Dianne Feinstein, aseguró, por su parte, que apoyará la decisión de Clapper de procesar al responsable de desvelar la información a la prensa.
Snowden no espera poder regresar a EE UU sin ser detenido. “Cuando
decidí hacer esto, acepté el riesgo de acabar en prisión”, reconoce a The Guardian.
“No puedes enfrentarte al país más poderoso del mundo y no tener en
cuenta esta posibilidad. Si te quieren pillar, lo van a hacer”, asegura.
No obstante, Snowden tiene claro que “no piensa esconderse” y que no va
a “dejarse intimidar por el Gobierno de EE UU y su justificación de que
lo que ha revelado es contrario al interés público”. “Pienso pedir
asilo en alguno de los países que creen en la libertad de expresión y se
oponen a minar la privacidad a nivel mundial”, señala.
The Guardian presenta a su fuente como una persona cuyo
patriotismo e ideales se vieron seriamente defraudados por la constancia
de la actuación del Gobierno hacia sus ciudadanos. Ese conflicto es el
que le determinó a dar a conocer esas prácticas. "Yo no quiero vivir en
una sociedad que permite este tipo de actuaciones”, dice Snowden. El
extécnico de la CIA asegura que Obama está defendiendo “lo
injustificable” cuando apela a la efectividad y legitimidad de las
prácticas que él ha denunciado y confiesa sentirse decepcionado por la
actitud del presidente. Snowden reconoce que él ya tenía conocimiento de
estos programas antes de que Obama accediera por primera vez a la Casa
Blanca, “Mucha gente votó por él, yo lo hice por un tercer partido pero
creí en sus promesas. Iba a desvelar esta información entonces, pero
esperé porque fue elegido. Pero continuó con las mismas políticas de su
predecesor”, se lamenta.
Pese a todo, Snowden sostiene que lo que ha hecho ha valido la pena. “
Me siento muy satisfecho y no tengo ningún remordimiento”, reconoce. El
analista cree que el revuelo que han provocado sus filtraciones va a
servir para cambiar la política actual. “Creo que ya han empezado a
cambiar las cosas. Ahora todos son conscientes del grado hasta el que
han llegado las cosas y están hablando de ello. Los ciudadanos tienen el
poder de decidir si quieren sacrificar su privacidad a favor de la
vigilancia del Estado”. Un debate que también ha aceptado el presidente.
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