Cuando sucedió el ataque el 17 de julio del vuelo MH17 provocando la muerte de 298 muertos, el Vaticano lamentó, por supuesto, lo ocurrido y presentó sus condolencias a todas las víctimas, pero se guardó bien de llamar a la Comunidad internacional (ONU) que haga una encuesta independiente y transparente para que se conozca los verdaderos autores de este crimen. No hizo nada para denunciar las acusaciones que hacían sin pruebas algunas de Rusia y de las milicias ucranias del Sur-este los responsables de este atentado, mientras que Rusia y muchos otros pueblos reclamaban una encuesta independiente y transparente bajo la autoridad de las Naciones Unidas.
¿Quién no recuerda de los 280 camiones de ayuda humanitaria que mandó Rusia para los damnificados de la guerra en Ucrania y que fueron detenidos mas de una semana en la frontera antes de tener el visto bueno del gobierno para llevar esta ayuda humanitaria a una población al limite de la sobrevivencia? No hubo ni una palabra de parte del Vaticano para que apuren el visto bueno y que esta ayuda humanitaria llegue el mas rápido a la gente que la necesita de urgencia.
En todo este proceso de guerra, ni una palabra del Vaticano para poner de relieve los esfuerzos del presidente Putin para que se llegue a un cese de fuego entre los Ucranios y a un dialogo entre las partes para conseguir la paz. Ayer, el 5 de septiembre, se firmó un acuerdo de cese de fuego, y es el actual presidente de Ucrania quien afirmó que eso fue posible gracias a la intervención del presidente Putin.
Se nota a través todos esos comportamientos que el Estado del Vaticano actúa como si fuera parte de la OTAN. En este sentido no le conviene poner de relieve las acciones positivas del presidente Putin y de Rusia, y tampoco le conviene denunciar la desinformación de la cual Rusia y las milicias de Sur-Este son objetos y víctimas a la vez.
¿Cómo entender que una Iglesia que se dice "católica" sea representada por un Estado que esta pendiente de este Occidente político y militar y que no tiene nada de "católico"? Este ultimo actúa según sus intereses, los cuales no tienen nada que ver con el humanismo y aun menos con la la universalidad de los evangelios y de la Iglesia. Para ellos cuenta los recursos, la dominación y el militarismo.
En todo casos, hay que reconocer que gracias al presidente Putin se logró que el acuerdo de cese de fuego sea firmado por las partes en conflicto dentro de Ucrania: el presidente del gobierno central de Kiev y los dos representantes de los Estados proclamados independientes. Estos dos últimos, como dicen los enemigos de la paz, no son terroristas sino representantes de comunidades que tienen sus características propias. Se trata del respeto de esas características y de eso tendrán que discutir dentro de un plan de paz.
Comentario: Que el vaticano no haya condenado en ningún momento las ultra-evidentes acciones imperiales y criminales de EE.UU., Israel, la UE, o la OTAN, no debería sorprendernos; ¡esto no es nuevo! La Iglesia Católica tiene un largo historial de servilismo a los intereses de los grandes poderes que gobiernan el mundo a través de una posición y un discurso complaciente hacia los amos del imperio, o lo que es peor aún, a través del silencio y el ocultamiento.
Cada vez que Putin ha actuado a favor de la paz, el vaticano ha permanecido en silencio. Cada vez que Occidente ha actuado a favor de la guerra cometiendo atrocidades increiblemente inhumanas, el vaticano poniendo piloto automático ha soltado su clásico discurso "pacificador" llamando a las partes al diálogo o rezando por la paz.
Si alguien está esperando algún tipo de ayuda desde el Vaticano nuestra recomendación es que se consiga una silla muuuuyyyyyyyy cómoda
No hay comentarios:
Publicar un comentario