Los medios corporativos cuentan la misma mentira a los trabajadores en Irlanda, Portugal y España, así como a los trabajadores en... Alemania, cuyos ingresos se han reducido, y hacen algo similar en losEE.UU. para la gente trabajadora de la quebrada ciudad de Detroit.
Esta mentira debe ser desafiada políticamente en todos los frentes para que la gente entienda que sus modestas ganancias no son la fuente del problema.
El sistema capitalista y sus crisis inevitables son el problema.
EL GASTO MILITAR
Los banqueros lo saben muy bien, pero no le cuentan a los trabajadores cuál es el principal culpable de la deuda griega.
Un artículo del 19 de abril 2012, en el periódico británico The Guardian explicó el impacto económico de tantos años de compra masiva de armamento:
De acuerdo con el Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz, desde 2002 a 2006, Grecia fue el cuarto mayor importador mundial de armas convencionales. Ahora es el décimo país.
Según Dimitris Papadimoulis, que ahora representa a Syriza en el Parlamento Europeo:
“En proporción al Producto Interior Bruto, Grecia gasta el doble que cualquier otro miembro de la UE en materia de defensa. Después del inicio de la crisis económica, Alemania y Francia aún estaban tratando de sellar acuerdos muy lucrativos para venderle armas a Grecia, mientras a la vez nos estaban empujando a hacer profundos recortes en áreas como la salud”
Durante muchos años, Grecia fue el mayor cliente Europeo para las corporaciones militares alemanas y también es un importante comprador de armas francesas. Estos son los dos países que mantienen la mayor parte de la deuda griega.
Los contratos para la compra de estas armas y para las décadas de compras de suministros y piezas para realizar su mantenimiento, son proporcionados por los préstamos bancarios de los países proveedores de estas mismas armas, es decir, principalmente Alemania, Francia y Estados Unidos.
Los enormes incentivos que ofrecen estas enormes compras innecesarias de armamento, conforman una red de sobornos por parte de las corporaciones militares, especialmente dirigidos a los generales y a los principales líderes políticos de Grecia.
Angelos Filípides, un prominente economista griego, explicó que:
Durante mucho tiempo, Grecia destinó un 7% de su PIB a defensa cuando otros países europeos gastaban un promedio del 2.2%. Si sumaramos este excedente de gasto del 5% desde 1946 hasta hoy en día, en Grecia no habría ningún tipo de deuda.
(Según un artículo de The Guardian, del 19 de Abril de 2012):
“Si Atenas hubiera recortado los gastos de defensa a niveles similares a los de otros Estados de la UE en la última década, los economistas afirman que habría ahorrado alrededor de 150 mil millones de euros, más que su último plan de rescate. En cambio, Grecia dedica hasta 7 mil millones de euros al año para gastos militares y en 2009 llegó a invertir un máximo de 10 mil millones de euros”
“Desde la invasión de Chipre en 1974, Grecia ha gastado 216 mil millones de euros en armamento”, afirma Katerina Tsoukala, experta en seguridad con sede en Bruselas.
Esta cantidad es mucho mayor que la deuda griega en el momento en que se destó la crisi de 2008. Las compras incluyen submarinos alemanes, aviones de combate Mirage franceses y aviones F-16 de los EE.UU. así como 1.300 tanques.
De hecho, según las estadísticas del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), a pesar de que el gasto militar griego ha disminuido desde el inicio de la crisis, Grecia sigue siendo el segundo mayor inversor en defensa, en relación a su PIB, entre los 27 países de la OTAN, solo después de los EE.UU.
EL PASADO RÉGIMEN MILITAR EN GRECIA
Desde el comienzo de la Guerra Fría entre Occidente y la Unión Soviética, el ejército griego ha jugado un papel extremadamente privilegiado y totalmente reaccionario en el mantenimiento de la dominación capitalista y en el mantenimiento de Grecia dentro de la alianza militar de la OTAN, dirigida por Estados Unidos.
Con el apoyo total de EEUU, de los imperialistas británicos y de los fascistas griegos, los militares griegos se enfrentaron en una violenta guerra civil (1945-1949) contra los trabajadores organizados por el Partido Comunista de Grecia (KKE).
De hecho, partisanos dirigidos por los comunistas habían expulsado a las fuerzas de ocupación alemanas al final de la Segunda Guerra Mundial.
El presidente estadounidense Harry Truman, en 1947, en lo que se conoció como la Doctrina Truman, prometió apoyo militar ilimitado para derrotar los crecientes movimientos de trabajadores de todo el mundo después de la Segunda Guerra Mundial y de la derrota de la Alemania nazi. Esta política facilitó golpes de estado brutales y décadas de represión militar en Grecia, Turquía e Irán. En Grecia, en 1947, los comunistas fueron derrotados militarmente y fueron ilegalizados.
En 1967, mediante un plan estratégico de la OTAN, un grupo de coroneles griegos tomaron de nuevo el poder y establecieron una junta de gobierno, que controló Grecia hasta 1974.
El ejército se levantó en 1967 para detener al Partido Socialista de George Papandreou, desde que asumiera el cargo con una coalición de centro-izquierda . Esta junta militar brutal, llamado el Régimen de los Coroneles, gobernó el país bajo la ley marcial, provocando detenciones masivas, torturas y desapariciones. El partido de extrema derecha fascista, Amanecer Dorado, aparecido actualmente en Grecia, tiene sus orígenes en las unidades policiales que operaban con impunidad durante el gobierno de la junta militar.
Aunque fueron derrocados por una movilización masiva en 1974, las estructuras de la jerarquía militar y de la policía han permanecido básicamente intactas desde entonces, excepto por la persecución de un puñado de líderes golpistas.
FUENTE CONSTANTE DE CORRUPCIÓN
Los contratos militares griegos siempre han sido una inmensa fuente de corrupción, sobornos, comisiones ilegales y secretismo en el país helénico.
El soborno por parte de las grandes corporaciones militares infecta a todos los niveles de las fuerzas armadas griegas. Los escándalos continuos respecto a contratos militares han sacudido a prácticamente todas las administraciones griegas pasadas.
El escándalo de sobornos más notorio implica el pago de miles de millones de euros pagados durante más de 12 años y miles de millones de euros más pendientes de pago por seis submarinos alemanes que todavía no han sido entregados. El ex ministro de Defensa Akis Tsochadzopoulos fue declarado culpable en 2013 por aceptar 8 millones de euros en sobornos relacionados con estos submarinos.
Dado todo este historial previo, resulta aún más desesperanzador, que debido a los pactos políticos que han permitido gobernar a Syriza, se haya adjudicado el Ministerio de Defensa al Partido de la Independencia griega, un partido marcadamente derechista que dados sus contactos, implicará que los últimos préstamos militares y los onerosos pagos secretos no sean adecuadamente sancionados.
A los trabajadores griegos les queda, pues, una enorme batalla por delante.
Quizás el primer paso para empezar a arreglar la situación Griega, deba llegar a través de una mayor agitación política y de demandas claras dirigidas a los generales, enredados en sus oscuros negocios con los banqueros de la UE que se han enriquecido en la trampa de la deuda griega.
Los trabajadores de Grecia, deben saber quién es su auténtico enemigo y quién los ha hundido en esta situación de precariedad y miseria.
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