De adolescente mientras mis amigos se iban a jugar a
la pelota o salían de parrandas por las tardes, yo prefería aprovechar esos
momentos de soledad para tratar de dilucidar los misterios de la vida. Una de
las incógnitas que más me apasionaban, era el misterio del tiempo. Solía
imaginar como sería la paradoja de encontrarme conmigo mismo del futuro, si en
ese preciso momento, sentado bajo la sombra del viejo castaño de mi casa,
aparecía frente a mi, mi futuro yo, ya mayor, que me hablaba sobre los
misterios ya resueltos de la vida. ¿Cómo se repartiría la consciencia, si eso
fuera posible, entre el yo de hoy y el yo del mañana? ¿Cuánto tomaría ese viaje
en el tiempo para llegar a encontrarme? ¿Qué misterio sería el que pudiera
albergar dos consciencias de una vida al mismo tiempo? Estas y mil preguntas más
explotaban en mi mente hasta llegar al punto del crash o inspiración, que me
retornaba nuevamente a la realidad, o por lo menos, eso creía. En el artículo
anterior vimos fugazmente una introducción a los recuerdos del futuro, hoy
veremos en mayor profundidad la trama dimensional que permite que esto sea
posible. Si usted no logró hasta el momento cambiar sus paradigmas y arquetipos
por otros que permitan la expansión de su consciencia, no comprenderá este artículo,
pero no se preocupe, que algo en su interior le dirá que esto es posible, y su
consciencia artificial por un momento, se quebrará lo suficiente como para dejar
pasar la luz de la consciencia del Ser, que le permitirá empezar a comprender
la paradoja de la trama sagrada.
En ese momento de mi adolescencia, acostado a la
sombra del castaño, con la inspiración a flor de piel, y la mirada perdida en
el tupido follaje, la deducción lógica de mis pensamientos era la siguiente:
Yo, en ese entonces de quince años, veía aparecer a unos metros, a mi yo de
cincuenta y cinco años. Él se acercaba y manteníamos un corto diálogo antes que
volviera a partir hacia el...
futuro. Luego de este juego imaginativo, las
preguntas surgían involuntariamente.
1-¿Dónde se encontraría mi consciencia,
en el ahora o en el mañana?
2-¿Cuánto duraría el viaje a través del tiempo?
3-¿Tendría yo en esos momentos los recuerdos de toda
una vida que tenía él?
4-¿Por qué hablo de yo y de él, si soy el mismo?
5-¿Cómo se explica la paradoja de la doble
consciencia y existencia en el punto de encuentro mutuo?
Después de esta batería de preguntas comenzaban las
respuestas.
1-En ese momento mi consciencia se encontraría en el
ahora, o sea en mi yo de quince años. Cuando llegara el momento, dentro de
cuarenta años, mi consciencia se encontraría en el yo del futuro.
2-Para el yo del futuro, quizás unos momentos. Para
el yo del presente, cuarenta años, o sea que en definitiva el yo del futuro
tuvo que recorrer y esperar también cuarenta años para hacer el viaje al
pasado, así que también duró cuarenta años.
3-Posiblemente no, pero los tendría en cuarenta
años.
4-Porque no seré el mismo dentro de cuarenta años,
mi yo será otro.
5-Se explicaría por un cruce de líneas temporales de
distintas realidades.
Todas estas respuestas nunca me dejaron conforme,
hasta que descubrí muchos años después, la trama que forma la consciencia del
tiempo, y que permite obtener los recuerdos del futuro y los viajes dimensionales entre las líneas de la trama en
el tiempo.
Hay cinco puntos indispensables y fundamentales que
se deben saber y comprender para entender
correctamente como se desarrolla la trama. Estos son:
1º) Todo es energía, la materia es una ilusión de los sentidos.
2º) El Ser es adimensional, se encuentra fuera de toda dimensión.
3º) La unidad de carbono es multidimensional, habita varias dimensiones a la vez.
4º) La esfera de consciencia es pentadimensional, abarca hasta cinco
dimensiones.
5º) El caos de la singularidad rige al universo a través del orden de los
fractales.
Imagine un punto
adimensional, el Ser, del cual parten una serie de rayos
o conexiones, más específicamente cuarenta y nueve, cada una conectada a
una
unidad de carbono del pasado, presente o futuro de forma simultánea. De
cada
unidad de carbono parten también una serie de rayos o líneas de tiempo,
cada
una conectada al pasado, presente o futuro del sujeto. De cada terminal
en el
pasado, presente o futuro, parten otros rayos o líneas, conectadas a
cada
inflexión posible dando como resultado realidades subjetivas o
multiversos
según las decisiones tomadas por la consciencia artificial del sujeto.
Toda
esta trama pueden visualizarla como si fueran las raíces de un árbol, o
para
los más entendidos y técnicos, como una cadena fractal de base
pentadimensional
o una red Eternet. Esas cuarenta y nueve unidades de carbono, son todas
sus
existencias (rencarnaciones) en distintas épocas de esta y otras
realidades,
cuarenta y dos tridimensionales “físicas” y siete pentadimensionales
“espirituales”, todas existiendo y conectadas al mismo tiempo, a su vez
cada
una de ellas coexistiendo en su línea temporal de pasado, presente y
futuro, y
recorriendo todas las realidades subjetivas posibles de cada universo,
de cada
decisión tomada en cada punto de inflexión de sus múltiples vidas. Esta
totalidad, es la consciencia del Ser, no el Ser, porque esta trama
también se
extiende hacia “arriba” (octava ascendente), siendo el Ser parte de la
trama de
la consciencia del tiempo que forma a su vez la consciencia del Do.
Ahora bien, la
esfera de consciencia es pentadimensional en esta realidad
3D, y hay una esfera por cada fractal existente de la trama, éstas
forman parte
de la trama de la consciencia del Ser. Su naturaleza pentadimensional le
da
acceso a tres dimensiones de la realidad subjetiva que habita, y a dos
dimensiones por arriba (futuro) o por debajo (pasado), o una por debajo y
otra
por arriba (pasado y futuro). Esto quiere decir que la esfera de
consciencia,naturalmente, tiene un margen de movimiento de dos vaet
(vector angular espacio temporal)
desde el punto de anclaje o centro de gravedad del sujeto. Cada esfera
está
entonces acotada en un desplazamiento dimensional de cinco vaet. Tengan
presente que estoy
hablando de la esfera de consciencia, no de la consciencia artificial o
de la
consciencia del Ser. Desde ahora llamaré vaet (-) negativo, al pasado y
vaet
(+) positivo, al futuro. Naturalmente tenemos acceso a los vaet (-) o
sea que
las dos dimensiones restantes de la esfera están orientadas con vaet (-)
al
cuadrado [vaet (-) * 2], teniendo acceso a los recuerdos del pasado
hasta dos
conexiones (rencarnaciones) anteriores, que en realidad están sucediendo
simultáneamente. Pero la esfera de consciencia tiene la capacidad
también, de
orientar los vaet (+) recordando de esta manera hasta dos conexiones
posteriores, futuras. Con esto no quiero decir que lo hagamos de forma
consciente, pero si de forma inconsciente. Solo somos conscientes de
nuestros
recuerdos inmediatos, de esta realidad, tanto de vaet negativo como
positivo. Cuando
uno recuerda su pasado, esta en vaet (-), cuando uno recuerda su futuro
por
alguna de las causas descriptas en el artículo anterior o cualquier
otra, está
en vaet (+), y cuando uno está en el presente, por ejemplo leyendo esta
nota,
está en vaet (0). Como el vaet (0) es el punto de equilibrio del centro
de
gravedad, la inclinación positiva o negativa depende exclusivamente de
las
energías que rodean a la esfera, si son negativas la orientan hacia el
pasado, recordando
lo que hizo ayer y olvidando lo que hará mañana, y si son positivas la
orientan
hacia el futuro, recordando lo que hará mañana y olvidando lo que hizo
ayer. Si
la orientación del vaet es (-/0/+) recuerda el ayer y el mañana en el
presente, y
usted se transforma en un sabio. Por lo general, estamos siempre en vaet
(-) y
olvidamos lo que hicimos mañana.
Todo esto conlleva un riesgo, que es la doble carga del vaet. Esto sucede
por un ingrediente extra muy común en nuestro tiempo, y que los oscuros manejan
a la perfección, el miedo. Si usted se encuentra en vaet (-) y le suma la carga
del miedo, se transforma en vaet (-/-) y usted vive atormentado por su pasado,
sus errores, desgracias, rencores y hasta los recuerdos de un tiempo mejor, solo
sirven para amargarlo día tras día. Si usted se encuentra en vaet (+) y le suma
la carga del miedo, se transforma en vaet (+/-) y usted vive pendiente y
preocupado por el mañana, por lo que vendrá, por lo que tiene que hacer, por su
futuro incierto, por la muerte. Mantenerse en el presente, en vaet (0) y sin
miedo, es la forma más segura de evitar estas influencias y manejar el vaet
positivo o negativo de forma correcta.
Todo este aparente caos de la singularidad del tiempo, está perfectamente
ordenado por los fractales u octavas, que acomodan magistralmente el
funcionamiento de la trama a nivel energético, para que usted no enloquezca y
el universo no colapse por su propia complejidad. Retomando entonces las preguntas iniciales,
podríamos ahora intentar responderlas de forma correcta.
1º-¿Dónde se encontraba mi consciencia , en el ahora o en el mañana?
Mi
consciencia artificial se encontraba en el ahora, mi esfera de consciencia se encontraba
en vaet (+) en las dos realidades a la vez.
2º-¿Cuánto duraría el viaje a través del tiempo?
Nada,
porque todas las realidades coexisten en forma simultánea en el ahora.
3º-¿Tendría yo en esos momentos los recuerdos de
toda una vida que tenía él?
Sí,
porque estaría recordando mi futuro mientras coexistieran las consciencias.
4º-¿Por qué hablo de yo y de él si soy el mismo?
Porque
soy inconsciente de la multidimensionalidad de la unidad de carbono y de la
pentadimensionalidad de la esfera de consciencia.
5º-¿Cómo se explica la paradoja de la doble
consciencia y existencia en el punto de encuentro mutuo?
Por
la trama sagrada que forma la consciencia del tiempo del Ser, y sus múltiples conexiones simultáneas.
Si nosotros recordamos el
futuro correcto, nuestra
esfera de consciencia se orientará automáticamente hacia la realidad
subjetiva,
de la línea de tiempo, del universo alternativo correspondiente a la
esfera de
consciencia del sujeto recordado, o sea usted en otra realidad. Si usted
se recuerda
en un mundo perfecto, tendrá un mundo perfecto, y si se recuerda en un
mundo de
caos, tendrá un mundo de caos. Y no hablo de imaginar o visualizar,
hablo de
recordar, como cuando usted recuerda un sueño o un olor, si usted
imagina o
visualiza, solo puede llegar a atraer circunstancias de la misma
realidad, pero
no realidades de universos diferentes. Si usted recuerda está
proyectando la realidad del universo que recuerda. Esto llevado a la
realidad general, da
como resultado los cambios de octavas a nivel planetario, donde la
humanidad
completa cambia de Matrix, que no es otra cosa que una de las realidades
de la
consciencia del Do. El Do está recordando su futuro en este preciso
momento,
está recordando la Matrix 15.64, pero también ahora mismo, mientras lee
este
artículo, se está produciendo un cruce de líneas espacio-temporales
alternativas,
generadas de forma artificial por el LHC del CERN, en un último intento
de los
oscuros, de manipular el recuerdo del futuro correspondiente a esta
Matrix 7.82
para llevar a la humanidad al universo que desean, el universo del pacto
de
Baphomet y su reinado de terror. Es hora de que recuerde, recuerde su
futuro
con todas sus fuerzas, recuerde que es libre, recuerde que es feliz,
recuerde
que es justo, recuerde que es luz, recuerde que es amor, recuerde que es
paz y
sobre todo, recuerde que puede recordar que ganamos la batalla, porque
el
futuro existe y ya pasó. Usted es la trama sagrada, usted tiene el
poder, usted
y solo usted tiene la llave que abrirá la puerta para conducirnos a la
realidad
deseada. Sea consciente, recuerde y no la pierda.
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