Albert Einstein
PRINCIPIO DE LA VIDA
El conocimiento del origen de la vida, parece fundamental para todas las civilizaciones cuando han alcanzado un nivel cultural, lo mismo les pasó a los Hab-Baa-Ssi, que estudiaron con detalle el origen de la vida, y lo grabaron en una puerta y en el suelo de una sala.
Para los Hab-Baa-Ssi, es fundamental la vida y con ello también el origen y también el futuro, por eso mismo visionaron el futuro y vieron que este no era favorable para su pueblo en particular, y para la humanidad en general, todo el esfuerzo que habían acumulado durante milenios de cultura y de desarrollo cerebral, capacidades psíquicas y mentales, que les permita vivir sin trabajar, pues materializaban los alimentos, o no tener frío o calor pues tenían una capa energética a su alrededor que les protegía, o usar la mente para...
hablar entre ellos o trasladarse levitando y más cosas, sus descendientes lo perderían.
Esto les alarmó, y decidieron construir las Escuelas, no sólo como medio de enseñanza directa a sus hijos, si no también para que en el futuro, estos que estarían dispersos por todos los continentes, pudieran tener un despertar de la mente cuando se llegase a un momento de evolución, cuando hubiera mejores alimentos, menores enfermedades, y cuando el sol y las estrellas estuvieran en una posición, ellos que veían el futuro vieron el desastre y el remedio, y si ahora podéis leer esto, es por que es parte del remedio.
Un investigador se queda asombrado con lo que tiene delante físicamente, pero las enseñanzas que ellos dan, tan solo se pueden percibir cuando las personas van desarrollando sus facultades:
Para los Hab-Baa-Ssi, es fundamental la vida y con ello también el origen y también el futuro, por eso mismo visionaron el futuro y vieron que este no era favorable para su pueblo en particular, y para la humanidad en general, todo el esfuerzo que habían acumulado durante milenios de cultura y de desarrollo cerebral, capacidades psíquicas y mentales, que les permita vivir sin trabajar, pues materializaban los alimentos, o no tener frío o calor pues tenían una capa energética a su alrededor que les protegía, o usar la mente para...
hablar entre ellos o trasladarse levitando y más cosas, sus descendientes lo perderían.
Esto les alarmó, y decidieron construir las Escuelas, no sólo como medio de enseñanza directa a sus hijos, si no también para que en el futuro, estos que estarían dispersos por todos los continentes, pudieran tener un despertar de la mente cuando se llegase a un momento de evolución, cuando hubiera mejores alimentos, menores enfermedades, y cuando el sol y las estrellas estuvieran en una posición, ellos que veían el futuro vieron el desastre y el remedio, y si ahora podéis leer esto, es por que es parte del remedio.
Un investigador se queda asombrado con lo que tiene delante físicamente, pero las enseñanzas que ellos dan, tan solo se pueden percibir cuando las personas van desarrollando sus facultades:
El mínimo es tener la Intuición despierta, de forma que se pueda dialogar con ella de forma independiente del pensamiento, la Maestra Interior, y a través de ella y de las energías que se producen en nuestro cerebro cuando esta la Intuición despierta, se puede llegar al resto del conocimiento.
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Muchas personas creativas parecen tener una conciencia intuitiva de la distinción entre los lados del cerebro.
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Muchas personas creativas parecen tener una conciencia intuitiva de la distinción entre los lados del cerebro.
Por ejemplo, Rudyard Kipling escribió el siguiente poema,
titulado «Los dos lados del hombre», hace más de cincuenta años:
Mucho debo a la tierra en que crecí
Más aún a las Vidas que me nutrieron
Pero sobre todo a Allah,
Mucho debo a la tierra en que crecí
Más aún a las Vidas que me nutrieron
Pero sobre todo a Allah,
que me dio dos lados distintos en mi cabeza.
Mucho reflexiono sobre el Bien y la Verdad
en las fes que hay bajo el sol
Pero sobre todo pienso en Allah,
que me dio dos lados en mi cabeza, no uno.
los dos lados distintos de mi cabeza.
Antes me quedaría sin camisa ni zapatos,
sin amigos, tabaco o pan, que perder por un minuto
los dos lados distintos de mi cabeza.
Rudyard Kipling
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Con el modo de procesar la información usado por el hemisferio derecho, se producen llamaradas de intuición, momentos en los que «todo parece encajar» sin tener que explicar las cosas en un orden lógico. Cuando esto ocurre, uno suele exclamar espontáneamente «¡Ya lo tengo!» o «¡Ah, sí, ahora lo veo claro!» El ejemplo clásico de este tipo de exclamación es el exultante «Eureka» (¡lo encontré!) atribuido a Arquímedes. Según la historia, Arquímedes experimentó una súbita iluminación mientras se bañaba, que le permitió formular su principio de usar el peso del agua desplazada para deducir el peso de un objeto sólido sumergido.
Este es el estilo del hemisferio derecho: intuitivo, subjetivo, relacionador, holístico, intemporal. Es también el modo desmadejado, débil, izquierdoso, que nuestra cultura ha tendido a ignorar. Por ejemplo, la mayor parte de nuestro sistema educativo está dirigido a cultivar la parte verbal, racional y temporal del hemisferio izquierdo, dejando olvidado medio cerebro de cada estudiante.
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Con el modo de procesar la información usado por el hemisferio derecho, se producen llamaradas de intuición, momentos en los que «todo parece encajar» sin tener que explicar las cosas en un orden lógico. Cuando esto ocurre, uno suele exclamar espontáneamente «¡Ya lo tengo!» o «¡Ah, sí, ahora lo veo claro!» El ejemplo clásico de este tipo de exclamación es el exultante «Eureka» (¡lo encontré!) atribuido a Arquímedes. Según la historia, Arquímedes experimentó una súbita iluminación mientras se bañaba, que le permitió formular su principio de usar el peso del agua desplazada para deducir el peso de un objeto sólido sumergido.
Este es el estilo del hemisferio derecho: intuitivo, subjetivo, relacionador, holístico, intemporal. Es también el modo desmadejado, débil, izquierdoso, que nuestra cultura ha tendido a ignorar. Por ejemplo, la mayor parte de nuestro sistema educativo está dirigido a cultivar la parte verbal, racional y temporal del hemisferio izquierdo, dejando olvidado medio cerebro de cada estudiante.
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¡¡Impresionante el poema de Kipling ¡¡, me a dejado alucinada...
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