Hospital San Juan de Dios (Sevilla)
Mientras cientos de africanos llevan muriendo meses con nuestra total indiferencia por el terrible brote de Ébola, resulta que en cuanto se infecta por este virus un blanco, un misionero voluntario se monta la de "dios es cristo" para repatriarlo en una mezcla de prepotente ignorancia médica y despilfarro económico que raya la negligencia criminal.
Lo primero es indicar que este traslado es irracional desde todos los puntos de vista puesto que los actuales tratamientos frente a este peligroso virus son meramente paliativos y se realizan con medicamentos muy baratos. Por tanto, con el dinero de fletar un avión bien se hubiera podido comprar una tonelada de medicamentos, que enviados a África podrían haber atendido a este señor (al que admiro por su entrega personal) y a otros cientos-miles de pacientes a la vez.
Y lo último de este caso es la negligencia criminal, porque a diferencia de lo que ha hecho EEUU con su enfermo, país que tiene un protocolo definido de tratamiento de este tipo de brotes, y...
posee con instalaciones sanitarias perfectamente acondicionadas para el cuidados de este tipo de peligrosos pacientes, en España esto brilla por su ausencia y lo que al final estamos haciendo es jugar a la ruleta rusa, puesto que el hospital al que ha sido llevado este paciente está desmantelado en la práctica por el afán privatizador de nuestros actuales gobernantes y no está preparado para este tipo de situaciones de altísimo riesgo. Entonces ¿para qué traer a este pobre señor? Pues como siempre, para aparentar. Esperemos que no tengamos que lamentar esta precipitada y peligrosa decisión.
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