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La Causalidad en la Magia: A efectos mágicos, causas ilusorias
Fuente: Psicoteca Por Eduardo George Coffman
Esta última frase era la explicación más común y plausible para los afortunados espectadores de dichas sesiones, donde los efectos que presenciaban no tenían ninguna otra solución posible que lo paranormal. Hoy en día nos preguntamos con suma sorpresa, cómo podían caer en tales razonamientos, pues sabemos que la magia e ilusionismo no son más que un conjunto de triquiñuelas y argucias aderezadas con un poco de psicología y labia
Os propongo otro viaje, esta vez más cercano, año 2012. Anne Germain (una famosa farsan... digo clarividente) está de gira en España, y tal y como hicimos para la sesión de Houdin también hemos cogido entradas en las mejores butacas. La sesión espiritista finaliza cuando una mujer desconsolada baja del escenario tras creer que Anne Germain se ha puesto en contacto con su esposo fallecido. De nuevo no se oyen aplausos, tan sólo un leve murmullo de los presentes. En la fila anterior están sentadas dos hermanas que están de acuerdo en admitir que tiene un don sobrenatural.
A ambos espectáculos sólo los separan siglo y medio de historia con todo lo que esto conlleva: revoluciones industriales, progresos científicos, es decir, una evolución en la mentalidad de la población. Pero aun así, parece ser consistente, común e inherente un... tipo de pensamiento a todos los seres humanos que va evolucionando con nosotros mismos y que a su vez, se relaciona con el aprendizaje causal.
Desde que somos pequeños aprendemos que el mundo que nos rodea funciona por causa-efecto, sin comprender realmente el método que subyace a tal proceso.
Para muestra, una sección que tiene el programa del Hormiguero, presentado por Pablo Motos, en la cual, se realizan cámaras ocultas a niños y ponen a prueba su capacidad de imaginación y su pensamiento mágico. (Nota 2)
Si bien es cierto que los niños son más propensos a generar pensamientos irracionales, los adultos no están libres de caer en este tipo de creencias.
Resulta más curioso este tipo de pensamiento en adultos, pues los niños, al fin y al cabo no han completado su maduración cognitiva, por lo tanto, tal y como se apuntaba anteriormente, son más propensos a desarrollar ilusiones causales.
Existe un artículo (el cual recomiendo al que esté interesado en este tema, pues sólo voy a describir el último experimento del mismo) de Eugene Subbotsky (2004), en el cual se pretende averiguar si la creencia escéptica de una muestra de adultos ante la magia persiste no sólo en sus juicios verbales sino también en su comportamiento. El experimento constaba de dos fases. En una de ellas el experimentador introducía una postal en una caja previamente examinada por los participantes. A continuación realizaba tres acciones, que eran vistas por todos los participantes, a modo de gesto mágico: (a) encender un aparato que emitía sonidos y ruidos, (b) cortar un papel con tijeras y (c) hacer un rollo con plastilina. Tras la finalización de los mismos, el experimentador pedía a los participantes que mirasen cómo había quedado la postal. Éstos encontraban que la postal estaba partida por la mitad. Para continuar, se les pidió su opinión a través de una serie de preguntas y la mayoría de los participantes afirmaron que no sabían cómo podía haber ocurrido pero que probablemente existiera una variable que desconocían como por ejemplo, ondas supersónicas que provocasen la ruptura del papel. También se les preguntó acerca de los gestos pidiéndoles que detallasen cuál de los tres podía propiciar la ruptura de la postal. Contestaron que los gestos más relevantes eran: encender el aparato de emisión de ruidos y sonidos y cortar el papel en dos. Esto da entender que existe una especial relevancia cuando un mago realiza un gesto mágico, pues cuanto más congruente sea el gesto con respecto al efecto, transmitirá mucho más al público y potenciará el efecto mágico.
En la segunda fase el experimentador pidió la licencia de conducir de los participantes para repetir el efecto metiéndola en la caja en lugar de la postal, y es en este punto donde está lo interesante del experimento, pues los participantes mostraron una actitud escéptica en la primera fase hasta que vieron el efecto producido sobre la postal; a partir de ese momento, muchos elaboraron conjeturas varias buscando una posible solución, es decir, no creían que fuese magia pero atribuyeron el efecto a una causa externa, la cual quizá podía ser más absurda aún. En esta segunda fase en la que se les pidió el carnet de conducir, prácticamente todos los participantes se negaron a que el experimentador realizase de nuevo las acciones, pues no sabían cómo, pero éstas podían ser la causa de que la postal, y su carnet de conducir, se rompiese. Por lo que a pesar de su escepticismo mostrado verbalmente, su comportamiento denotó que habían elaborado una ficción de lo que había sucedido realmente.
Este estudio demuestra que los seres humanos ante un hecho inexplicable tratamos de buscar la solución más plausible al efecto que acabamos de presenciar.
Nota 1: Secuencia de la película del Ilusionista donde se reproduce la ilusión del naranjo.
http://www.youtube.com/watch?v=6pC3dWLMmZ4
Nota 2: Cámara oculta realizada por el equipo del Hormiguero.
http://www.youtube.com/watch?v=Uq_wHC1nde8
Referencias
*Jahoda, G. (1969). The psychology of superstition. London: Penguin.
*Subbotsky, E. (1985). Preschool children's perception of unusual phenomeno. Soviet Psychology, 23, 3, 91-114.
*Harris, P.L., Brown, E. Mariott, C., Whittal, S. & Harmer, S. (1991). Monsters, ghosts, and witches: Testing the limits of the fantasy-reality distinction in young children. British Journal of Developmental Psycholoy, 9, 105-123.
*Subbotsky, E. (2004). Magical thinking in judgments of causation: Can anomalous phenomena affect ontological causal beliefs in children and adults? British Journal of Developmental Psychology, 22, 123 - 152.
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