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martes, 22 de mayo de 2012
VIAJE ASTRAL: EXPLICANDO LA MECÁNICA
Veo
que hay una gran confusión de parte de los lectores con todo lo
referente a lo que se llama popularmente “viaje astral”, por
consiguiente he decidido adelantar este tema que no estaba programado
para ahora.
Hay cantidad de bibliografía y artículos de forma gráfica y
en la red al respecto, todos con extensas explicaciones que incluyen
ejercicios de relajación y meditación para inducir la experiencia que
ellos llaman extracorpórea.
Debido al artículo anterior y el gran
arraigo del conocimiento adquirido por este tema mediante libros serios y
otros no tanto, influenciados por movimientos programados tipo “New
Age” (Nueva Era), la confusión al respecto puede acrecentarse
llevándolos a equívocas conclusiones.
Este tema es tomado por lo general
muy a la ligera, con cierto vilo de naturalidad, hasta llegar al punto
de comercializar cursos orientales que incluyen el viaje astral
garantizado, como si fuera un tur, que la gente paga “porque está de
moda” saber de esos temas.
En este artículo veremos su verdadero
significado, propósito y mecánica, desmitificando o corrigiendo la idea e
interpretación errónea del mismo.
Primeramente
tenemos que saber que es y cual es el significado del “astral”.
Normalmente se lo define como una dimensión más sutil donde el “cuerpo
etérico” se introduce y puede mediante la práctica recorrer lugares
espaciales y temporales sin las limitaciones del cuerpo físico.
Esta
idea tomada inicialmente del budismo tibetano es una deformación del
concepto original, guardado durante milenios bajo la custodia exclusiva
del Dalai Lama correspondiente. Una de las razones de buscar la
“reencarnación” del Dalai por parte de los monjes... tibetanos, es que sea
el mismo “ser” que custodie ese y otros conocimientos para que no caigan
en manos inapropiadas.
Veamos ahora que es verdaderamente el “astral”.
Imagínese un cuarto cerrado en cuyo interior se encuentran miles de
millones de átomos, cada uno de ellos se diferencia del otro a nivel
cuántico tan solo por un bosón de Higg (partícula cuántica que
supuestamente le da masa a la materia) entre átomo y átomo hay espacio
vacío que los separa mediante campos electromagnéticos
de atracción-repulsión llamados por la física espacio interatómico.
Cada
átomo guarda en su interior una dimensión o universo paralelo. En uno
de esos átomos se encuentra nuestra realidad subjetiva.
El “astral” es
el espacio interatómico que los separa, y el cuarto cerrado es la
realidad general que los contiene. Comprendiendo esto, podríamos
redefinir el concepto de “astral” como el espacio interdimensional de
la realidad general, no siendo una dimensión en sí, sino el lugar donde
habitan las dimensiones.
Cuando se produce un “viaje astral” por lo que
se llama desdoblamiento o proyección astral, (en otro momento veremos
que son y la diferencia entre desdoblamiento y proyección, términos mal
empleados) el primer lugar en que se “ingresa” es el espacio
interdimensional de nuestra realidad.
Usted no salió de nuestra
dimensión sino que recorre el mismo bosón de Higg (tómese como analogía
ejemplificadora) que la diferencia de las otras. A esta altura es bueno
aclarar que es lo que se libera o realiza, lo que yo llamo “estado de
consciencia expandida” (ECE). Transcribiré a continuación parte de la
explicación dada a un lector del blog.
“...el viaje astral, no es en
sí un medio de liberación consciente, solo es un estado vibracional de
más alta frecuencia donde su esfera de consciencia se desplaza por
atracción de densidad, como la mecánica de los fluidos. Digamos que
siempre “flota” en el elemento menos denso, pero no se libera de nada,
solo experimenta otro estado de la materia que la contiene… Lo que se
“libera” en ese momento del cuerpo físico, es su consciencia artificial
de su esfera de consciencia… Cuando el viaje se produce,
indefectiblemente tiene que haber un portal dimensional abierto para
salir o entrar, según el punto de vista, pero solo de una sola mano,
usted puede salir, pero nada puede entrar porque por el lugar que se
ingresa al espacio-temporal no es el habitual, usted ingresa
directamente por el “centro de consciencia universal” a través del
noveno u octavo chacra según sea en una dimensión temporal o espacial.
Cuando el viaje astral es producido por sustancias psicotrópicas o
alucinógenos, el asunto cambia, porque el portal está abierto de ambas
manos, entrada y salida.”
Aclarando esto continúo con la explicación
del proceso. La consciencia artificial recorre primero el espacio de la
realidad subjetiva, en estado vibracional acorde al bosón de Higg que
la contiene, luego por el portal abierto ingresa al “astral” o como yo
lo llamo “espacio de interacción dimensional” donde usted puede o no
ingresar a una dimensión diferente.
Por lo general el portal es abierto
de modo seguro por el centro de consciencia universal, recorriendo el
“astral” con los portales de entrada a otras dimensiones cerrados, y
usted ve a través del bosón de Higg correspondiente a otra dimensión
como de un cristal se tratara.
La visión remota empleada por la CIA, y
la KGB en su tiempo, estaba basada en este principio. Si usted abre el
portal para el ECE con sustancias psicotrópicas o alucinógenas, el
estado vibracional de la consciencia artificial es digamos, inestable,
produciendo en el momento que se recorre el astral la apertura
dimensional de portales secundarios, permitiendo el ingreso desde la
dimensión abierta de entidades no deseadas, luces y sombras que pueden
volver “enganchadas” en su consciencia artificial, ocupando el mismo
espacio cuántico que su esfera de consciencia pero en un tiempo
espacio-temporal diferente, un milisegundo es suficiente para la
separación y la no percepción de su presencia, el único síntoma de que
esto sucede es su extremo cansancio al volver del "viaje astral”,
producido por la toma de energía necesaria para perforar la esfera de
parte del polizón.
Los chamanes y otros “brujos” por lo general usan
estas sustancias en estado natural para abrir determinados portales en
el viaje, pero tenga en cuenta su preparación ancestral al respecto.
Aprovecho a decir que todo consumo de drogas abre un portal dimensional
involuntario directamente entre una dimensión oscura del "astral" y el
consumidor, ingresando sombras que se apoderan de la consciencia
artificial del sujeto.
¿Cuál es el propósito primogénito del viaje
astral?
Muy simple, la unificación de la creación. Como un vídeo llamado
universal. Pero para ello usted primero tiene que ser consciente de sí
mismo a través de la consciencia del “ser”. En ese momento cuando usted
realice sin ninguna receta de gurúes el CEC, no será su consciencia
artificial la que lo realice, sino su consciencia del “ser” pudiendo
ingresar a voluntad en cualquier dimensión sin peligro alguno, pues el
vril, la luz del amor de un espíritu consciente de si mismo, lo
protegerá de cualquier sombra indeseada.
Los
libros de Lobsag Rampa son uno de los primeros referentes occidentales
al respecto. Me parece correcto también transcribir esta respuesta y
explicación dada al mismo lector para no generar falsas expectativas.
“Lobsang Rampa es el seudónimo de Cyril Henry Hoskin, un escritor
inglés fallecido en 1981, que jamás visitó el Tíbet y que declaraba que
su cuerpo estaba habitado por el espíritu de un Monje tibetano llamado
Lobsag Rampa. Si bien sus libros pueden tomarse como guía práctica y de
conocimiento, la mecánica del proceso es mucho más compleja. Henry
Hoskin no estaba equivocado, pero la interpretación de sus libros muchas
veces sí, por ejemplo cuando habla de “El Ser”, se refiere a la esfera
de consciencia en su estado natural, sin revertir, entonces lo que se
“libera” en ese momento del viaje astral no es su consciencia
artificial, sino su consciencia del “ser”. Pero para ello usted primero
tiene que estar conectado a ella, mientras tanto no es así. Tenga
presente que siempre lo que hace el viaje astral es su consciencia, sea
artificial o del “ser”. Su ser no se encuentra en su cuerpo, se
encuentra en el lugar espacial de su concepción, unido a su cuerpo por
lo que los tibetanos llaman “el cordón de plata”, que describo en el
artículo consciencia artificial .”
El
“viaje astral” no es bueno ni malo, pero tampoco es un juego oriental.
No voy a recomendarles su práctica, ni tampoco negársela, solo
advertirles su seriedad y gran importancia en la mecánica del “Do” como
para tomarlo a la ligera sin saber realmente qué y para qué es, y si es
efectuado, siempre que sea a través del amor puro del ser con
intenciones altruistas, porque en realidad le pertenece al “ser” y no a
la unidad de carbono decidir cuándo usarlo. En el Tíbet era y es usado
para comunicarse con los antiguos, y que los instruyan en la sabiduría
hiperbórea, pero antes deben pedir autorización mediante la consciencia
del ser a los guías espirituales para su uso. No se confunda
trivializando estos conocimientos ancestrales, eso es lo que pretenden
los amos. La premisa para ellos es “Por cada portal mal usado, un sujeto
manejado”. La nuestra tendría que ser, “Por cada portal bien usado, un
amo expulsado”.
Por Morféo
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