En la segunda y tercera octava descendente de creación, entra en escena el Demiurgo y los demiurgos. Transcribo a continuación una parte del artículo “Explicando al Demiurgo vs. Demiurgo”: “El Demiurgo comete un error cuando atrapa al ser en la materia sin su consentimiento, en ese momento se necesitaba un choque consciente en la octava descendente de creación en (fa-choque mi) para mantener su curso, pero el choque no se produce porque el Demiurgo no se perdona el error cometido. El choque era “el perdón”, al no producirse, automáticamente comienza una octava paralela en (fa) que se convierte en (do) y el Demiurgo queda como (Do) involuntario de una nueva octava de creación, donde el “ser” no es consciente de sí mismo hasta que la unidad de carbono que lo contiene no lo reconozca a través de la consciencia del “ser”. El primer choque (do-choque-si) de la nueva octava es llenado por el revertimiento de la esfera de consciencia. El segundo choque (fa-choque-mi) es llenado por la búsqueda del ser. Uno es llenado por el mismo Demiurgo, el otro por la unidad de carbono y su búsqueda de la verdad. El Demiurgo se ve obligado entonces, a mantener su octava en curso manteniendo este esquema, hasta el próximo choque consciente del “Do” en el armónico siguiente, de lo contrario perdería la oportunidad de corregir su doble error, el del “ser” y el del “perdón”, por eso hace todo lo posible para mantener a la unidad de carbono alejada de la verdad, para inducirlo así a la búsqueda que produzca el choque necesario para mantener su octava y darle la oportunidad de encontrar la verdad, que no le niega si la encuentra, a través de la consciencia del ser. Contrariamente los demiurgos (de ahora en adelante usaré minúsculas para diferenciarlos) y sus representantes aprovechándose de la situación de la octava paralela que los favorece, quieren seguir eternamente en esta condición particular para seguir siendo los amos de esta realidad, haciendo todo lo posible para lograrlo.” Los demiurgos (los oscuros) usan la capacidad creadora del “Ser” a través de la unidad de carbono para proyectar la realidad holocuántica subjetiva que los favorece. Este es el porqué, ahora veamos el cómo.
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martes, 29 de mayo de 2012
LA REALIDAD HOLOCUÁNTICA
Llegado
a este punto y con la información de que disponemos, podemos finalmente
explicar y ver que es, como se forma y cómo funciona la realidad
subjetiva en la que nos movemos. Nos llevó seis meses de trabajo y
conocimiento, para estar preparados para la comprensión de estos
conceptos e ideas que los oscuros (amos) conocen desde hace milenios, y
la elite maneja desde hace no menos de 60 años, y utiliza con asiduidad
desde hace 40. Aunque parezca ciencia ficción al principio, es ciencia
real al final, y su aplicación será en un futuro cercano, cuando todo
salga a la luz, y la unidad de carbono se libere, la base del
conocimiento transcendental del hombre, porque unirá ciencia, filosofía,
creencias y fe, llevando a la humanidad al lugar que el “Do” dispuso
para ella, junto a las razas que se liberaron de la opresión y
manipulación que ellas mismas permitieron por comodidad de sus egos.
El científico más grande contemporáneo que existió en la tierra, y con la mente más conectada con el “ser” y la mecánica y matemática del “Do”, fue Nicola Tesla. Nadie a parte de él, fue capaz de salirse completamente de la rama del árbol
y ver el tronco. Sus descubrimientos y conocimiento fueron rápidamente
absorbidos por la elite y ocultados para ser usados en su beneficio,
como hicieron con toda la tecnología E.T recuperada o negociada desde la
década del 40 y basada también en los mismos principios que Tesla
descubrió, y que solo son aplicaciones de la física de la realidad
general, que difieren grandemente de la física de la realidad subjetiva,
porque ésta desconoce la naturaleza holocuántica de la realidad.
Comencemos pues el viaje hacia lo desconocido... para dilucidar su
naturaleza y funcionamiento.
Todo
en el universo conocido es energía, ésta se manifiesta en distintas
formas desde la concentración más baja (materia), hasta la más alta
(vril). Toda esta energía está formada por el quinto elemento, la luz, y conectada entre sí cuánticamente por hilos de energía consciente, la telaraña, que logra que el conjunto en su individualidad sea un todo. La trama donde se apoya y desplaza la telaraña son las octavas,
éstas son frecuencias de energía cuya combinación y desplazamiento
forman la creación de la realidad. Según que calidad de energía utilicen
para su funcionamiento, la proyección de ésta sobre el lugar espacial
correspondiente, hará que la realidad sea diferente para cada
circunstancia. Energías más bajas o más altas (miedo o amor) “alimentan”
la creación de unas u otras realidades. El mal y el miedo
alimentan y mantienen en curso la octava correspondiente a esta
realidad y línea de tiempo. Cada pensamiento, palabra y obra, es energía
producida y proyectada a través de la glándula pineal, y que la octava
utiliza como “materia prima” para formar la realidad subjetiva que
nuestra mente individual y colectiva proyecta en frecuencias de (Hz)
formando holocuánticamente la realidad, como un proyector sobre una
pantalla, con la diferencia que lo que proyecta es materia, (luz
condensada en su frecuencia más baja), y la pantalla es el lugar
espacial correspondiente a esta línea de tiempo, que como recordarán es
la percepción tridimensional, del movimiento transversal de un cuerpo
sobre el espacio de una dimensión
directamente superior, o sea que, esta línea de tiempo, es directamente
proporcional al movimiento de la octava en la cuarta dimensión, si
cambia el movimiento de la octava, cambia la línea de tiempo, y la
realidad toma un curso diferente. ¿Cómo se explica esto? Muy fácil, por
los puntos de inflexión, o decisiones que cada uno toma, la máquina del tiempo
hace el resto. Ahora, comprender su funcionamiento es mucho más
complicado. Veamos un ejemplo, usted se dirige a una cita, el día
anterior vio dos acontecimientos que llamaron su atención, un semáforo
que cambiaba de rojo a verde sin que se prenda la luz amarilla, y un
globo amarillo enganchado en un cable. En el trayecto hacia la cita, una
mujer que cruzaba la calle, se tropieza y se cae, usted por un momento
duda, pero algo le llama la atención y en su interior también algo le
dice que la ayude. Se detiene y se toma el tiempo necesario para
ayudarla y comprobar que esté bien, ve asombrado que la mujer viste una
blusa amarilla, y se acuerda del globo y el semáforo. Retoma su camino y
justo cuando llega al lugar de su cita cinco minutos después de lo
acordado, ve que un vehículo se había incrustado en la vereda en el
lugar que usted habría estado parado. En este caso el punto de inflexión
de la octava fue la decisión de ayudar a la mujer, las señales que le
avisaban que se acercaba la inflexión, era el color amarillo y los
futuros alternativos que podían haber sucedido están a la vista. Gracias
a las señales en el camino
y la decisión correcta, usted cambió la realidad holocuánticamente sin
darse cuenta. Más bien saltó holocuánticamente a una realidad
alternativa, donde usted salió ileso de un accidente. Pero las otras
realidades siguen existiendo simultáneamente como universos paralelos o
multiversos. La física cuántica tiene comprobada su existencia como
también el de las dimensiones, cualquiera puede buscar información al
respecto si lo desea. Ahora bien, la pregunta obligatoria es ¿Por qué y
cómo sucede?, y aquí entramos en la parte que hasta este momento parecía
filosófica o metafísica. El “Do”, el demiurgo, el “ser” y la unidad de
carbono.
Cuando
el “Do” crea la vida consciente para llenar el hueco en (fa-choque-mi)
de la primera octava descendente de creación, nace el “ser”, partícula
cuántica adimensional del “Do”. En ella se encuentra, como en el
holograma, toda la información y propiedades del creador mismo, sin ser
el creador, la información del todo sin ser el todo, una individualidad
dentro de una generalidad. El propósito del “ser” en la creación era el
de ser los proyectores holocuánticos de la mente (energía e información
inteligente y ordenada) del “Do”. (Jesús dijo, dioses sois).
En la segunda y tercera octava descendente de creación, entra en escena el Demiurgo y los demiurgos. Transcribo a continuación una parte del artículo “Explicando al Demiurgo vs. Demiurgo”: “El Demiurgo comete un error cuando atrapa al ser en la materia sin su consentimiento, en ese momento se necesitaba un choque consciente en la octava descendente de creación en (fa-choque mi) para mantener su curso, pero el choque no se produce porque el Demiurgo no se perdona el error cometido. El choque era “el perdón”, al no producirse, automáticamente comienza una octava paralela en (fa) que se convierte en (do) y el Demiurgo queda como (Do) involuntario de una nueva octava de creación, donde el “ser” no es consciente de sí mismo hasta que la unidad de carbono que lo contiene no lo reconozca a través de la consciencia del “ser”. El primer choque (do-choque-si) de la nueva octava es llenado por el revertimiento de la esfera de consciencia. El segundo choque (fa-choque-mi) es llenado por la búsqueda del ser. Uno es llenado por el mismo Demiurgo, el otro por la unidad de carbono y su búsqueda de la verdad. El Demiurgo se ve obligado entonces, a mantener su octava en curso manteniendo este esquema, hasta el próximo choque consciente del “Do” en el armónico siguiente, de lo contrario perdería la oportunidad de corregir su doble error, el del “ser” y el del “perdón”, por eso hace todo lo posible para mantener a la unidad de carbono alejada de la verdad, para inducirlo así a la búsqueda que produzca el choque necesario para mantener su octava y darle la oportunidad de encontrar la verdad, que no le niega si la encuentra, a través de la consciencia del ser. Contrariamente los demiurgos (de ahora en adelante usaré minúsculas para diferenciarlos) y sus representantes aprovechándose de la situación de la octava paralela que los favorece, quieren seguir eternamente en esta condición particular para seguir siendo los amos de esta realidad, haciendo todo lo posible para lograrlo.” Los demiurgos (los oscuros) usan la capacidad creadora del “Ser” a través de la unidad de carbono para proyectar la realidad holocuántica subjetiva que los favorece. Este es el porqué, ahora veamos el cómo.
En la segunda y tercera octava descendente de creación, entra en escena el Demiurgo y los demiurgos. Transcribo a continuación una parte del artículo “Explicando al Demiurgo vs. Demiurgo”: “El Demiurgo comete un error cuando atrapa al ser en la materia sin su consentimiento, en ese momento se necesitaba un choque consciente en la octava descendente de creación en (fa-choque mi) para mantener su curso, pero el choque no se produce porque el Demiurgo no se perdona el error cometido. El choque era “el perdón”, al no producirse, automáticamente comienza una octava paralela en (fa) que se convierte en (do) y el Demiurgo queda como (Do) involuntario de una nueva octava de creación, donde el “ser” no es consciente de sí mismo hasta que la unidad de carbono que lo contiene no lo reconozca a través de la consciencia del “ser”. El primer choque (do-choque-si) de la nueva octava es llenado por el revertimiento de la esfera de consciencia. El segundo choque (fa-choque-mi) es llenado por la búsqueda del ser. Uno es llenado por el mismo Demiurgo, el otro por la unidad de carbono y su búsqueda de la verdad. El Demiurgo se ve obligado entonces, a mantener su octava en curso manteniendo este esquema, hasta el próximo choque consciente del “Do” en el armónico siguiente, de lo contrario perdería la oportunidad de corregir su doble error, el del “ser” y el del “perdón”, por eso hace todo lo posible para mantener a la unidad de carbono alejada de la verdad, para inducirlo así a la búsqueda que produzca el choque necesario para mantener su octava y darle la oportunidad de encontrar la verdad, que no le niega si la encuentra, a través de la consciencia del ser. Contrariamente los demiurgos (de ahora en adelante usaré minúsculas para diferenciarlos) y sus representantes aprovechándose de la situación de la octava paralela que los favorece, quieren seguir eternamente en esta condición particular para seguir siendo los amos de esta realidad, haciendo todo lo posible para lograrlo.” Los demiurgos (los oscuros) usan la capacidad creadora del “Ser” a través de la unidad de carbono para proyectar la realidad holocuántica subjetiva que los favorece. Este es el porqué, ahora veamos el cómo.
Todo
es energía, y la luz, el quinto elemento, fue la primera voluntad del
“Do” necesaria para que se desplace la octava (verbo) de creación, la
luz es la energía misma, el espíritu de dios en la materia, el ladrillo
de todos los elementos que forman la realidad. Albert Einstein se acercó
a esta verdad con su conocida ecuación E = M x C² donde la energía es
igual a la masa por el cuadrado de la velocidad de la luz. Einstein tomó
a la velocidad de la luz como constante en su ecuación y marcó la base
tridimensional de la relación entre energía y materia. Nicola Tesla fue
un paso más adelante pues vio la relación cuántica de la luz entre
energía y materia, tomando a la luz como frecuencia (Hz) y longitud en
vez de velocidad. Si tomamos la ecuación de Einstein y remplazamos C²
por (Hz)² y la convertimos en una ecuación con dos variables donde E = M
x (Hz)² y la transportamos a niveles cuánticos, tenemos la base
científica de la holocuántica. Yo no soy matemático ni físico, pero
invito a quien lo sea, a que estudie, desarrolle y complete esta
ecuación, M = E/(Hz)² (se recomienda agregar la longitud de onda
en algún lugar de la ecuación ya que esta está incompleta por
razones obvias) donde se necesita muy poca energía para formar materia
(luz condensada en su frecuencia más baja). La holocuántica no es
patrimonio de esta realidad, toda la creación es igual, todas las
dimensiones son iguales, multiversos y líneas de tiempo son creados
holocuánticamente y esta realidad subjetiva no es la excepción. No
importa que energía se use para ello, es la misma, solo varía la calidad
y el producto holocuántico final. La diferencia entre la energía del
miedo y la del amor es como la diferencia que existe entre una vela y
una central nuclear, las dos se pueden utilizar para producir calor,
pero una es más eficiente que la otra, aunque también más peligrosa. Hollywood
lo muestra claramente en la película animada “Monsters inc” donde el
amor y la risa tiene mil veces más energía que el miedo, pero se corre
el peligro de violar las normas de la “empresa” si se la utiliza en
contra de lo establecido por los dueños. A partir de ahora, podremos ver
y comprender los conceptos de “cosecha”, “tercera alternativa”, “2012” y
“despertar” que iremos viendo de a poco en esta realidad holocuántica
en la que habitamos
Por Morféo
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