Publicado por primera vez el 21 de junio de 2013
Una vez más la ciencia da la razón a los Contactados
Hoy podemos decir, como confirmación de lo que fuera transmitido por
los grupos de contacto desde hace más de 30 años, que grandes
autoridades científicas creen que la vida a la Tierra llegó desde el
espacio. Tenemos el caso, por ejemplo, del experto genetista
reconocido mundialmente, el Dr. Sir Francis Crick, nada menos que
Premio Nobel, quien asegura que seres llegados desde un remoto lugar
del Universo habrían sembrado la vida sobre la Tierra, hipótesis que
aparece relatada ya en las antiguas tradiciones sumerias, entre otras.
Por lo tanto, según la ciencia
seríamos algo así como hijos de las estrellas. Y quizá allí, se
pudiera encontrar el origen de la esencia humana, el código genético que
nos ha preparado para evolucionar hasta convertirnos en seres
inteligentes.
Entonces, la pregunta inmediata que surge es ¿intervino
alguien ajeno a nuestro planeta en la creación del ser humano?, para
nosotros la respuesta es afirmativa, y creemos que no se puede
plantear ya la existencia de la raza humana sobre el planeta, y armar
su historia sin tomar a los extraterrestres en cuenta.
Curiosamente,
esa posible intervención aparece reflejada nada más iniciado el
primer versículo del GENESIS, donde se cita a los ELOHIM, (plural de
Eloha), como creadores de los cielos y la Tierra y posteriormente de
ADAN (Gen. 2,7) y EVA (Gen. 2,22). Pero cuando nos referimos a Elohim,
no estamos hablando de Dios, como se ha traducido convenientemente
actualizando los textos bíblicos, sino a un concepto plural – Ellos o
los dioses – que habrían sido los sembradores de la vida inteligente
en el cosmos.
La postura científica,
más aceptada en nuestro tiempo es la que explica el origen de la vida
en la Tierra como el producto de la “siembra” de microorganismos
llegados desde el espacio a través de asteroides, que bombardean
permanentemente, como si fueran espermatozoides cósmicos fecundando el
óvulo fértil que sería nuestro planeta – hipótesis que se conoce con
el nombre de “PANSPERMIA” – teoría que fuera enunciada en su versión
más primitiva por el químico sueco Arrhenius que vivió entre 1859 y
1927.
Francis Crick, ganador del Premio Nóbel
Sin embargo, el Dr. Francis
Crick, premio Nobel en Genética, por haber sido quien descifró “la
estructura del ADN”, junto con el renombrado Dr. James Watson y su
equipo de expertos, (lo que abrió la puerta a obtener el Genoma
Humano, o mapa genético del ser humano), publicó en 1981 en su obra de
estudio “La vida misma” (The Life Itself), un enunciado que da un
giro sin precedentes a la Panspermia, considerando que la misma debió
haber sido necesariamente dirigida inteligentemente.
Según su opinión,
estos microorganismos habrían sido “colocados” o “sembrados” por una
civilización extraterrestre que habría llevado a cabo su proyecto
genético evolutivo hace millones de años.
Asimismo el Dr. Crick, a expuesto en congresos internacionales textualmente que:
“Estos
seres descubrieron nuestro mundo en formación y se embarcaron en la
experiencia de crear vida inteligente. No exactamente igual que el
Dios de la Biblia, pero casi, Ellos hicieron que, en ese barro
original, se pudiera sembrar una bacteria u otro microorganismo
programado de tal forma que, al cabo de varias decenas de miles de
años, desembocara en lo que somos hoy”.
Por otro lado, la prestigiosa y estricta revista de divulgación
científica SCIENCE (Ciencia), aseguró que habría una altísima
probabilidad que la vida a la Tierra hubiera llegado desde “la nebulosa de Orión”,
ya que la misma presenta las características idóneas para que
surgieran las primeras moléculas generadoras de vida en nuestro
planeta.
Esta afirmación para nosotros es fundamental, en
cuanto a la confirmación de la información transmitida, por los
propios extraterrestres en las experiencia de contacto de nuestros
grupos, afirmando ya en 1974 que ellos eran originarios de planetas
pertenecientes justamente a la nebulosa de Orión...
Algunos investigadores desde la antropología de vanguardia, se inclinan a
ver la aparición repentina del Homo Sapiens como el producto de una
manipulación genética, una... mutación controlada, que sería la única
explicación posible para entender un proceso evolutivo que
forzosamente debió haber sido muchísimo más lento y sin...
embargo en “tiempos” antropológicos, amen de
haber sido absolutamente exclusivo del hombre, ocurrió de forma
totalmente repentina, en tiempos totalmente inexplicables para la
ciencia.
Investigadores de renombre como el Profesor Alan Alford, en su obra:
“Los Dioses del Nuevo Milenio”
(Ed. Martínez-Roca), se inclina firmemente por la intervención de
inteligencias extraterrestres en la gestación del ser humano mediante
manipulación genética directa. Es la misma línea de investigación
abierta por Erich Von Däniken (Recuerdos del Futuro, El Oro de los
Dioses, etc.), pionero de la astro arqueología, que se convirtió en el
más popular defensor de la tesis de la genética alienígena.
En opinión de Alford el primer Adán sería “una mezcla híbrida de Dios y Homo-erectus”.
El Homo-sapiens habría aparecido así “hace unos 200.000 años, con un
50% de incremento del tamaño del cerebro, incorporando la facultad del
lenguaje y una anatomía moderna”.
Por
otra parte, las teorías de la arqueología “oficial”, que son varias,
son tan probables y sostenibles, como la intervención extraterrestre.
Además cabría preguntarse, si tomamos como base que la naturaleza es
sabia y se encarga de reequilibrar a todas las especies para que
sobrevivan unas respecto de otras, ¿cómo es posible que el ser humano
haya evolucionado tanto hasta el extremo de poner en peligro la
supervivencia del resto de las especies, como también la suya propia y
hasta de todo el ecosistema y del planeta mismo?
En
realidad era de esperarse que la naturaleza se hubiera encargado de
reequilibrar esto, antes de llegar a los extremos actuales, a no ser
que... hubiera existido una intervención externa, que se impusiera
sobre el natural desarrollo de la evolución de la especie humana.
Como
prueba científica apelamos por ejemplo a la casi milagrosa
eliminación del vello corporal y un aumento impensable de la
inteligencia frente a nuestros parientes los monos, lo que induce a
pensar que alguien intervino deliberadamente en esta aceleración del
proceso. Y todo ello partiendo de una mísera diferencia genética con
el resto de los primates solamente un 1,6%, en lo que a mapa genético
se refiere. Así pues, resulta difícil aceptar una simbólica costilla
en vez de un alarde de ingeniería genética que habría dado como
resultado el actual genoma humano.
La
polémica afirmación de manipulación genética extraterrestre, no
parece hoy tan delirante cuando nosotros mismos ya poseemos la
tecnología de la fecundación in-vitro, la congelación de embriones,
para su utilización posterior, la microinyección de espermatozoides o
el transplante de mitocondrias de un óvulo a otro.
Ni que hablar de la clonación y de la posibilidad muy cercana de
modificación de la cadena genética para conseguir seres de diseño,
tanto a nivel físico como mental, específico para desarrollar
determinadas tareas.
Que no podrían
haber hecho seres de civilizaciones, que si pudieron llegar hasta
aquí, recorriendo tal vez miles de años luz, seguramente cuentan con
un desarrollo tecnológico miles o millones de años más adelantados que
nosotros.
Otro científico de vanguardia como lo es Zacharia Sitchin,
autos del conocido libro El Duodécimo Planeta, cree que la creación
del hombre fue una estrategia llevada a cabo por los “nefilim”,
presuntos dioses extraterrestres que habrían llegado a la Tierra hace
450.000 años.
El resultado fue la
creación de una nueva y singular clase de seres, La Raza Humana, fruto
de la mezcla de los genes de los visitantes con los de nuestros
ancestros, lo que también se puede observar en los relatos de las
tradiciones de antiguas culturas así como también en las narraciones
del Génesis Bíblico.
Ahora bien, el
drástico salto evolutivo hacia el Homo Sapiens, existió, y a pesar de
las intensas investigaciones los antropólogos convencionales aún no
han podido encontrar el llamado “eslabón perdido”, si es que hubiera
existido, ni han podido dar una explicación satisfactoria al
respecto.
Gracias a los estudios realizados por la genetista Rebeca Cann,
de la Universidad de Berkeley, y miembro del equipo de investigadores
que en 1987 divulgaron sus sorprendentes conclusiones tras estudiar
el ADN mitocondrial, que se hereda sólo de mujer a mujer, de 147
personas y que remitía el origen de toda la
especie humana a una sola madre común, de aspecto fornido y con piel y
cabellos negros, que habitó en África hace 200.000 años. Ahora
la pregunta sería, ¿fue en realidad sobre una “Eva” practicada la
manipulación genética, en vez de un “Adán”?, como dicen las escrituras
bíblicas, o es que éstas son el resultado del “patriarcalismo” de la
época en la que fueron escritas.
Nuevamente
a la luz de la ciencia actual, nos surge la confirmación de lo
transmitido por los extraterrestres en las experiencias de contacto,
los que dijeron (recordemos hace más de 30 años) que habían modificado
originalmente la genética de los proto-homínido partiendo de las
hembras, contrariamente a lo que surge de los textos sagrados.
También
según información extraterrestre, estos experimentos se habrían
llevado a cabo sobre una gigantesca nave-laboratorio, que habría
descendido en el África Central, en tiempos remotos, instalando allí
lo que se interpretó como el mítico Jardín del Edén, el paraíso
terrenal, custodiado por “ángeles-querubines”, que no serían otros que
seres extraterrestres ingenieros genéticos.
Todo lo planteado no deja dudas de lo que nos confirma, con respecto a la información fruto del contacto extraterrestre.
Incluso
hay científicos que aseguran que el proceso evolutivo controlado
sigue llevándose a cabo hoy en día. Como ya lo adelantaban Jaques
Bergier y Louis Pauwels, en su libro “El retorno de los brujos”,
podemos estar asistiendo a una nueva mutación genética de la especie
humana. Y ésta puede que no sea fruto de la casualidad, sino que esté
“dirigida”. Se trataría de una manifestación espiritual de la
Humanidad, la evidencia del paso de un nivel de conciencia a otro
superior.
Como conclusión queremos
dejar bien claro que pensamos que todo esto no es en menoscabo de
ninguna idea religiosa, por el contrario estamos seguros que desde la
Humanidad hacia arriba, pasando por las fuerzas de la naturaleza, por
seres extraterrestres o ángeles, como se prefiera, hasta llegar a
Dios, es todo lo mismo y una sola cosa, y tenemos la convicción que
todo es parte y responde a un mismo y maravilloso...PLAN COSMICO.
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