<<<
Fue construida con motivo del Concilio de Éfeso del 431 D.C, que proclamó a María como Theotókos o Madre de Dios, en el lugar de un templo pagano anterior dedicado a Cibeles, la personalidad frigia de la diosa babilónica Inanna, que luego sería también Anahita, madre de Mitra y por tanto falsa usurpadora del papel de madre de Jesús, quien ha llegado hasta nosotros como Virgen María...
Anahita/Inanna, madre de Mitra
El Concilio de Éfeso y la Mariolatría
El concilio de Éfeso se convocó ante el riesgo de un cisma y –curiosamente- se decidió celebrarlo donde el culto a Inanna/Anahita era más fuerte. En Éfeso, al oeste de la península de la Anatolia, el culto a Artemisa había dado gran esplendor a la población, cuyas ruinas son hoy unos de los destinos turísticos por excelencia de Turquía.
En Anatolia y en el gran Kurdistán, al sur del Mar Negro, es donde se refundó la humanidad tras el diluvio universal, es decir después del último re-start de la humanidad, o sea el Re-start anunnaki. En esta zona florecieron dos importantes reinos, Lidia y Frigia. También se formó aquí la lengua madre europea, el indoeuropeo, de donde surgieron el latín y el griego.
En ésta península turca, Pablo creó las 7 primeras comunidades cristianas: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. En Frigia se rendía culto a Sabazius (castellanizado Sabacio), que en realidad es...
Mitra-Adonis-Tammuz-Atis-Apolo, esposo de Cibeles, quién a su vez es la diosa Inanna/Anahita en su versión frigia.
Algun día hablaré de lo que había anclado en la cercana población de Esmirna, en la Torre del Reloj, el simbolo turístico de la ciudad, por cierto encantadora. Algo que estaba programado para que sucediera al paso del cometa Elenin en diciembre de 2011, y que gracias a Dios no ocurrió.
En Éfeso se debía discutir la naturaleza humana o divina de Jesús y si María debía ser llamada Theotokos ("Madre de Dios") o Christotokos (“Madre de Jesús”).
Una excelente manera de dar vueltas a un asunto sin más trascendencia que el lucimiento intelectual de algunos para esconder lo verdaderamente importante. Lo que planteaba Jesús era infinitamente más sencillo y estaba en las antípodas de la discusión: “Todos somos uno con la Unidad” y que no somos más que manifestaciones individuales de ese Todo original.
Veamos un fragmento de las conclusiones de dicho Concilio, para entender como de “perdida” se encontraba la jerarquía religiosa por esos tiempos tempranos. Si alguien entiende algo le ruego se comunique conmigo…
“Pues, no decimos que la naturaleza del Verbo, transformada, se hizo carne; pero tampoco que se trasmutó en el hombre entero, compuesto de alma y cuerpo; sino, más bien, que habiendo unido consigo el Verbo, según hipóstasis o persona, la carne animada de alma racional, se hizo hombre de modo inefable e incomprensible y fue llamado hijo del hombre, no por sola voluntad o complacencia, pero tampoco por la asunción de la persona sola, y que las naturalezas que se juntan en verdadera unidad son distintas, pero que de ambas resulta un solo Cristo e Hijo; no como si la diferencia de las naturalezas se destruyera por la unión, sino porque la divinidad y la humanidad constituyen más bien para nosotros un solo Señor y Cristo e Hijo por la concurrencia inefable y misteriosa en la unidad... Porque no nació primeramente un hombre vulgar, de la santa Virgen, y luego descendió sobre Él el Verbo; sino que, unido desde el seno materno, se dice que se sometió a nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne...”
Más tarde, los mensajes comunicados por la Virgen a Bernadette en Lourdes, llevaron a la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción en 1854, lo que supone en la práctica la exención de la Virgen del pecado original desde el primer instante de su concepción.
Otras fechas históricas importantes en el culto mariano romano son:
El “Ave María” aparece en el año 1011 y la “Salve Regina” en el 1237, el “escapulario” en el año 1251 y el rosario en el 1470. El dogma de la Inmaculada Concepción se dictó en 1854 y el dogma de la “Asunción de la Virgen”, en el año 1950.
La fiesta de la virgen de agosto o de la ascensión de María al cielo, celebrada el 15 de agosto, no tiene ninguna base en el Evangelio, sino en la tradición romana, ya que del 13 al 15 de agosto se celebraba en Roma la fiesta de Diana, la Artemisa griega de Éfeso.
Asimismo, la fiesta del 12 de Octubre de la Virgen del Pilar, tiene su orígen en antiguos ritos paganos de la Diosa Venus, uno más de la larga coleccción de nombres de la Virgen María, usurpadora y falsa madre de Jesús.
Arriba: La Reina y su hijito plagados de símbolos paganos. Pobre María y pobre Jesús como se tienen que ver...
El Templo de Artemisa El Templo fue construido alrededor del año 550 A.C. por Creso, el poderoso rey de Lidia. Fue destruido por un incendio provocado la noche que se dice, nació Alejandro Magno. Algunos terremotos y saqueos para el reciclaje de piedras acabaron por destrozar los restos del templo, que en la actualidad es bastante decepcionante. Sólo queda una solitaria columna, una imagen muy alejada del esplendor de antaño (es una de las 7 maravillas de la Antigüedad) que atrajo a miles de adoradores de todas partes del mundo conocido.
El lugar en el que se fundó había sido ya objeto de veneración a la Diosa Madre y Cibeles, culto al que después se asimiló el de Artemisa.
Antes (maqueta) y después del templo de Artemisa,
una diosa venida a menos que ha sabido reconvertirse muy bien (Virgen María)
En su interior se hallaba la estatua de Artemisa, de dos metros de altura y revestida con plata y oro. Se la representa con una corona amurallada, símbolo de Cibeles, y su culto se extendió por todo el Mediterráneo resistiendo el auge del cristianismo hasta el siglo VI de nuestra Era.
En ocasiones, también se la representa con la piel negra, al igual que su precursora Isis en Egipto, la que dió origen a toda la tradición de vírgenes negras paganas que luego aparecerían en forma de virgenes cristianas, como la de Montserrat, a la que los jesuitas veneran de manera especial. El culto a Isis empezó en el bajo Egipto cerca de Nubia, y por tanto, cerca ya de la áfrica negra, por lo que en ese contexto su piel oscura no tiene nada de paranormal.
Cerca de las famosas ruinas podemos visitar la "supuesta" casa de la Virgen, ya que según la tradición, María se refugió allí después de la muerte de Jesús (lo que no es cierto), hasta que fue llevada al cielo, según el dogma de la Asunción.
Se trata de una capilla reconstruida en 1959 sobre restos muy antiguos, posiblemente del siglo VI.
Con motivo de la creación del dogma de la Asunción (palabra equivalente a la Ascensión de Jesús) en 1950, el papa Pio XII proclamó la casa lugar santo, aunque muchos otros papas han ido en peregrinación allí (el último ha sido Benedicto XVI), la iglesia no se ha pronunciado nunca acerca de la veracidad de la presencia de Maria en esa casa.
Quizás les habrán parecido ya demasiado evidentes y sospechosas tantas coincidencias en uno de los lugares de culto pagano más importantes de la historia.
Cabe decir que la única "pista" que indica que aqui vivió María, es que la vidente Ana Catalina Emmerick identificó la casa en una de sus visiones. Cierto es que Emmerick fué la que adelantó con exactitud la llegada de la adoración al anti-cristo que estamos viviendo. Vidente o Portavoz (sin saberlo claro), quien sabe...
En todo caso es poco probable que Maria y José de Arimatea se establecieran en el foco pagano más importante de aquel entonces.
Cibeles fue adorada en la península de Anatolia (región de Éfeso) desde el Neolítico. Fue la madre del rey Midas, rey de Frigia, región de Macedonia, que llevado por su codicia convertía todo lo que tocaba en oro (la piedra filosofal de los alquimistas de la Edad Media). Identificada también con la Diosa Madre, Gea, Gaia o Rea, era diosa de la fertilidad y la naturaleza, y considerada la "Reina de la Tierra". Por eso lleva un cetro como monarca en su mano derecha. Es el símbolo del dominio y del poder, común a todas las monarquías desde los faraones.
En próximos artículos explicaremos el ritual que el papa Benedicto XVI hizo en la recepción de la JMJ de Madrid ante la estatua de Cibeles y con una inmensa reproducción de la Almudena y el niño Jesús (con coronas), que en realidad eran la falsa madre de Jesús (la Virgen, Anahita/Inanna) y el falso Jesús, Mitra.
Sabiendo que la humildad es un ingrediente básico para la Luz... ¿Quien se puede creer una imagen así?
.................
SoySanador
No hay comentarios:
Publicar un comentario